Pros y contras de pasar de una hipoteca variable a otra a tipo fijo
La escalada del euríbor invita a renegociar la hipoteca en busca de un tipo fijo pero los bancos han elevado considerablemente el precio de este último producto
La opción de renegociar la hipoteca para pasar de un tipo variable a otro fijo ha cobrado interés ante la escalada del euríbor, que avanza peligrosamente hacia el 1,5 por ciento.
En concreto, el principal indicador hipotecario ya se sitúa en el 1,482 por ciento, en niveles de marzo de 2012, frente al –0,501 que marcaba al finalizar el ejercicio anterior.
Y no parece que la situación vaya a darse la vuelta, a tenor de los comentarios de los banqueros centrales en la reunión de la semana pasada en Jackson Hole, donde quedó clara su firme intención de seguir subiendo los tipos de interés para embridar la inflación.
El euríbor encarecerá las hipotecas a tipo variable en unos 2.000 euros al año
En este contexto, Bankinter estima que el euríbor podría superar el 2 por ciento a finales de este mismo año, encareciendo las hipotecas medias en 2.076 euros al año.
Así pues, muchos usuarios de banca se preguntan si su situación financiera no mejoraría si cambiaran de una hipoteca variable (donde el interés que se paga es compuesto, al sumarse el euríbor a un diferencial fijo) a un préstamo hipotecario a tipo fijo (donde el euríbor desaparece de la ecuación, por lo que el interés que se paga es el mismo desde el primer al último mes).
A ese respecto, los expertos no terminan de ponerse de acuerdo sobre si es la mejor opción, por lo que hemos decidido valorar los pros y los contras de pasar desde una hipoteca a tipo variable a otra a tipo fijo.
Con una hipoteca a tipo fijo, la incertidumbre se desvanece
En la parte de los puntos a favor está el hecho de que la incertidumbre sobre la cuantía que se pagará al mes se desvanece, al no depender la cuota mensual de la situación del euríbor.
“Subrogar es buena idea si tenemos un tipo variable, no queremos estar expuesto al euríbor y, a cambio de esa seguridad, no nos importa asumir una hipoteca algo más cara”, explica Estefanía González, portavoz de Kelisto.
Y es que es complicado saber hasta dónde puede subir el euríbor a lo largo de toda la vida de un préstamo (recordemos que llegó a superar el 5 por ciento en 2008, antes del estallido de la crisis financiera).
Las entidades han encarecido las hipotecas a tipo fijo
En la parte de los contras, lo cierto es que las entidades han encarecido las hipotecas a tipo fijo de manera considerable para desincentivar su contratación, ahora que el euríbor ha empezado a subir y que ya no les resultan interesantes.
Además, las previsiones de los analistas descartan que el euríbor llegue a dispararse hasta sus niveles máximos.
“Las ofertas actuales no son competitivas. Hay bancos ofreciendo tipos fijos al 3 por ciento y superiores. ¿Eso conviene? Con las perspectivas actuales del euríbor, no. Saldrías perdiendo, al menos estos primeros años".
"Hay que analizar caso por caso pero, desde el punto de vista financiero puro, no recomendaría un tipo fijo con lo alto que lo están ofreciendo”, apunta Pau A. Monserrat, socio economista de Futur Legal y profesor de Economía Financiera de la UIB.
Si bien, todavía quedan entidades ofreciendo tipos fijos por debajo de ese nivel. En concreto, Imagin Bank (la entidad online de Caixabank) la ofrece al 2,15 por ciento TAE) y Evo Banco, al 2,5 por ciento.
Las hipotecas fijas más baratas sí podrían compensar
En esos casos sí podría resultar interesante el cambio, pues las hipotecas variables más baratas se están comercializando ahora mismo en torno al euríbor más el 0,70 por ciento (en el caso de Openbank).
“En muchos casos aún se pueden conseguir tipos interesantes aunque estén también al alza. En general, la mayoría de las subrogaciones se hacen a tipo fijo, algo normal cuando las previsiones de los tipos de interés son incluso más al alza (euribor al 2-2,5 por ciento a finales de 2023), existiendo la posibilidad de volver a negociar si en un futuro vuelven los tipos a la baja”, asevera Antonio Gallardo, experto financiero de Banqmi.
Asimismo, "hay casos en los que el beneficio es mayor porque la cuantía de la hipoteca mayor o porque se contrató en momentos de tipos de interés elevados como lo que sucedió tras la burbuja financiera (de 2010 al 2014 esencialmente)”, añade.
La oferta del banco depende de la trayectoria bancaria de cada cliente
En todo caso, lo cierto es que no todas las ofertas están disponibles para todos los clientes, sino que dependen de su trayectoria bancaria y de la situación de sus finanzas personales, otro factor que hay que tener en cuenta.
“Las entidades ofrecen subrogación pero cada vez ofrecen menos información estándar al respecto: prefieren no ceñirse a unas determinadas condiciones y negociar cliente a cliente”, explica González, quien añade que, “a la hora de negociar, tener un buen perfil financiero y laboral es crucial”.
"También nos ayudará el tener un buen historial de pagos y que la cantidad que queramos pedir sea lo más pequeña posible en relación al valor de tasación de la vivienda que hemos adquirido”, apostilla González.
Gallardo asimismo advierte de que no solo hay que examinar el diferencial a la hora de cambiar de hipoteca.
“Es importante aprovechar la subrogación para revisar todas las condiciones más allá del tipo de interés. Por ejemplo, hay que ver las comisiones. Especialmente, por amortización o cancelación anticipada”, apunta.
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