Siemens Gamesa cerrará su tercer año de pérdidas
Siemens Gamesa cerrará su año fiscal 2022 con sus terceras pérdidas anuales consecutivas, y con pocos visos de lograr remontar en 2023
Ya con el aprobado de la CNMV a la opa lanzada por su matriz, que llegó con más de un mes de retraso respecto al calendario previsto inicialmente, Siemens Gamesa presentará el jueves, 10 de noviembre, unos resultados anuales que servirán para certificar su tercer año de pérdidas.
Tras un 2020 en que la empresa fabricante de turbinas eólicas registró unas pérdidas netas atribuibles de 918 millones de euros, y un 2021 en el que se dejó 627 millones de euros, las previsiones del consenso de analistas apuntan al final de un año fiscal 2022 con números rojos que se eleven hasta cifras entre los 700 y los 800 millones.
Unos pésimos resultados cuya onda expansiva ya empantanaron tanto a su matriz directa, Siemens Energy, como a la esfera más alta del grupo, Siemens AG, pero que se tornan aún más preocupantes ante la idea de que, en 2023, la empresa de energías renovables no conseguirá revertir su situación, independientemente de quién controle el rumbo operativo de la compañía.
Unas perspectivas de recuperación aplazadas hasta 2024 o 2025 que, si bien ya las anticipó el CEO de la compañía hasta el momento, Jochen Eickholt, generan incertidumbre en el mercado por su empeoramiento en los últimos meses.
El 2023 alargará las penurias de Siemens Gamesa
"Siemens Gamesa va camino de registrar su tercera pérdida anual consecutiva, y creemos que es posible que no se produzca una recuperación completa en 2023, a pesar de la disminución de los problemas en la cadena de suministro, y de la caída de los costes", apuntaron los expertos de Bloomberg Intelligence en sus previsiones sobre la compañía.
Unas previsiones que señalaban que Siemens Gamesa recogerá una pérdida operativa ajustada de 630 millones de euros, frente a los 96 millones de euros de 2021, que a su vez llegaría a lomos de una caída en sus ingresos de hasta el 9 por ciento, en comparación con el año anterior.
Así pues, con unos ingresos previstos de 9.300 millones de euros para el año 2022, los expertos de Bloomberg Intelligence veían pocas posibilidades de que Siemens Gamesa logre revertir su situación a corto plazo.
"Aunque el descenso del 55 por ciento de los precios del acero en Europa desde marzo podría impulsar su margen, Siemens Gamesa ya tenía problemas para obtener beneficios constantes antes de la subida de los precios de las materias primas", apuntaban en el informe.
La opa mantuvo a flote a Siemens Gamesa
El pronóstico pesimista respecto al rumbo de la todavía cotizada del IBEX 35, también lo compartió el analista de Renta 4, Ángel Pérez Llamazares.
"Las perspectivas de 2023 son peores de las que se esperaban hace unos meses, considero que continúa la presión por precios en materias primas, en los cuellos de botella, en el retraso de proyectos por parte de los clientes, o en las salidas de nuevos productos. El breakeven en onshore, además, parece no alcanzarse en varios trimestres, y está por ver que sea así", explicó Pérez.
El experto de Renta 4, además de mostrar su preocupación respecto al camino que tendrá que recorrer Siemens Gamesa en 2023, también fue ligeramente más pesimista que los expertos de Bloomberg Intelligence en su previsión de pérdidas de la empresa en 2022, al elevarlas hasta los -888 millones de euros.
Unos resultados que normalmente hundirían la cotización de cualquier otra empresa, pero que no inmutaron a la fabricante de turbinas.
No le inmutaron, no obstante, porque el mercado tan solo fijó su atención en el precio de 18,05 euros que Siemens Energy pagará una vez que formalice su OPA sobre la cotizada española, ahora que por fin cuenta con el aprobado de la CNMV.
"Con el tema de la OPA, pocas conclusiones se sacarán (de los resultados), los analistas ya no la cubren como antes", razonaba Pérez, que reiteró que a Siemens Gamesa "le tocan unos años de sufrimiento".
Unos años de sufrimiento que ocurrirán bajo el resguardo del músculo financiero y estructural de Siemens Energy, pero que obligarán a la empresa alemana a revertir completamente la situación del negocio onshore de Siemens Gamesa, y a confiar en el correcto desarrollo de una línea de negocio offshore que, en estos momentos, es su único hilo de esperanza a largo plazo.