El efecto enero en bolsa está en manos de la inflación
La consolidación del arranque alcista de la bolsa en enero está pendiente del dato de inflación estadounidense que se conocerá este jueves
Transcripción del podcast
El optimismo con el que los inversores han comenzado el año, empujado por el conocido en los mercados como efecto enero, tendrá la prueba clave este jueves con la publicación de la inflación estadounidense.
En los primeros días del ejercicio este optimismo se ha mostrado sólido, a pesar incluso de la incertidumbre generada en Brasil tras el asalto a las instituciones de los partidarios del expresidente Bolsonaro.
Las ganas de borrar de la memoria el pésimo año 2022 está influyendo en el ánimo de los inversores en estas primeras sesiones bursátiles. Y celebran también por todo lo alto la reapertura de China después de cambiar radicalmente su política sobre el Covid-19.
Pero la llave de más subidas la tiene la inflación estadounidense de diciembre, en la que se perfila como la cita de la semana. Los inversores esperan un nuevo retroceso en el dato que se publique.
Se espera que el IPC estadounidense caiga hasta el 6,5%
La tasa anual está prevista que caiga seis décimas, hasta el 6,5 por ciento desde el 7,1 por ciento de noviembre. En el caso de la subyacente, el recorte sería de tres décimas y se situaría en el 5,7 por ciento desde el 6 por ciento anterior.
Si se cumplen estas previsiones, que acercarían todavía más la fecha del final de las subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, el mercado reaccionará con fuertes alzas, que prolongarán el efecto enero.
Para los inversores es fundamental comenzar el primer mes del año con subidas. Las estadísticas confirman que, si enero cierra con un tono positivo en las acciones, las posibilidades de terminar el ejercicio en números verdes se multiplican.
Los factores que justifican las subidas
Son numerosos los factores que explican el buen comportamiento de las bolsas en enero, desde los fiscales a los psicológicos, pasando por los reajustes de carteras que se dan en los primeros días del año.
Pero en esta ocasión hay que añadir también el convencimiento por parte de los inversores de que el negro escenario económico que se esperaba para 2023 es muy posible que no se cumpla y que será muy difícil repetir otro ejercicio tan terrible como el que hemos dejado atrás.