La reforma de las pensiones de Escrivá frente al espejo de Francia
Las movilizaciones en Francia contra la reforma de las pensiones de Macron ponen en alerta al ministro Escrivá que intenta a toda prisa cerrar un acuerdo
No le ha venido nada bien al Gobierno de Pedro Sánchez y más concretamente al ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, las movilizaciones iniciadas en Francia para protestar contra la reforma de las pensiones.
Además, la huelga general que ha paralizado el país vecino ha coincidido con la presencia de Macron en Barcelona donde ha arrancado la cumbre hispano-francesa, por lo que las imágenes del paro en Francia han tenido más repercusión de la esperada en España.
Todo esto se produce en un momento en el que Escrivá trata de acelerar por todos los medios el cierre de la segunda parte de la reforma de las pensiones.
La segunda fase de la reforma de las pensiones está en la prórroga
Ya falló al no hacerlo antes de que acabara 2022 y ahora se encuentra en plena prórroga. No parece que Bruselas esté dispuesta a ampliar más el plazo, por lo que este mes de enero se antoja como límite para enviar la reforma a Europa.
Como muchos miles de millones de euros de los fondos de recuperación europeos dependen de la aprobación de esta reforma, está claro que saldrá adelante.
Con los empresarios fuera de esta ecuación, Escrivá juega con la docilidad de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, y de los sindicatos para salir airoso.
Cuenta con ellos para aplacar los nervios de los futuros pensionistas, después de anestesiar a los actuales con la subida del 8,5 por ciento de las pensiones.
En busca de un parche para la ampliación del cálculo de la pensión
Ya buscará un parche para superar el punto más polémico de la reforma, la ampliación del periodo de cálculo de la pensión que pasaría de los 25 años actuales a los 30.
Eso sí, el espejo de Francia tendría que ser motivo de reflexión en España, donde todos los estudios coinciden en que la reforma de Escrivá no cumplirá con los objetivos de garantizar la estabilidad del sistema.
Si Sánchez y Macron intercambiaran sus respectivas reformas de pensiones, es muy posible que en España aplaudiéramos el que la edad de jubilación se fijara en los 64 años, 3 años por debajo de la que tenemos aquí, mientras que en Francia la huelga general sería indefinida.
