La ISR marca una nueva hoja de ruta a los asesores financieros
Ya se ha sacudido los tópicos que acompañaban a la ISR desde que empezó a dar sus primeros pasos: era[…]
Ya se ha sacudido los tópicos que acompañaban a la ISR desde que empezó a dar sus primeros pasos: era una moda pasajera, sus activos no eran rentables... Y lo ha hecho con argumentos. Con una sólida apuesta por parte de numerosos actores del mercado, especialmente las gestoras de fondos de inversión, y con diferentes estudios que confirman que la ISR ofrece tanta o más rentabilidad que los productos financieros tradicionales. El inversor ya no tiene que renunciar a nada, porque es posible conciliar sostenibilidad y rentabilidad, se pueden conseguir ambas cosas cuando se toman las decisiones de inversión.
La ISR es un proceso imparable, que contó primero con el apoyo de los inversores institucionales y ahora se ha extendido a los minoristas, que están ejerciendo un papel muy activo, especialmente las nuevas generaciones de inversores, que están más concienciadas con la sostenibilidad y ya no conciben otra estrategia a la hora de acercarse a los mercados financieros.
Pero las buenas perspectivas que ofrece este paisaje verde para el inversor se pueden convertir en un bosque de difícil acceso, en una enorme barrera si no se cuenta con la información adecuada. Porque no hay una única manera de aproximarse a los productos financieros sostenibles. De hecho, las propias gestoras de fondos reconocen que utilizan metodologías diferentes a la hora de aplicar los criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno). Hay una gran labor de educación financiera por delante y ahí el asesor financiero es una figura clave.
En esta nueva hoja de ruta el asesor debe estar preparado para dar respuesta a las demandas de sus clientes en materia de ISR y tener claro que limitarse a criterios financieros o de dividendos ya no es suficiente. Hay que dar un paso más en esta nueva era de los mercados.
Un paso adelante que también debe dar el sector público, que no se ha esforzado mucho por consolidar esta tendencia. En el Foro ISR que hemos celebrado esta semana, y del que tienen amplia información en esta revista, algunos ponentes se quejaban de que en España tan solo dos comunidades autónomas tienen una legislación de responsabilidad social. Poco equipaje para un viaje de tan largo recorrido.