IAG alarma a la banca internacional: la deuda por Air Europa es “muy significativa”
La banca internacional reflexiona sobre el apalancamiento que asumirá IAG tras la compra de Air Europa y demanda más información para convencer al mercado, que sigue castigando el valor
La salud del balance de International Consolidated Airlines Group (IAG) volvió a colocarse en el centro del debate tras confirmarse la compra de Air Europa.
La compañía que dirige Luis Gallego tendrá que asumir una deuda de 2.800 millones de euros para hacerse con el grupo aéreo de la familia Hidalgo.
Se trata de un cálculo aproximado según las fuentes consultadas por finanzas.com, dada la escasa visibilidad que IAG ofreció al mercado tras anunciarse la operación. En cualquier caso, devuelve el debate sobre el balance a lo más alto de la agenda.
Barclays ya alertó sobre la escasa racionalidad de la operación, incluso antes de conocerse el acuerdo. “Lo mejor es dejar que Air Europa se hunda”, se despachó el banco británico.
Hará falta más información para convencer a los inversores de IAG
Al grupo de bancos internacionales escépticos con la compra se sumó ahora JP Morgan. “Fue el anuncio de Air Europa, incluidas las preocupaciones sobre el nivel total de la deuda, lo que hizo que las acciones cayeran un 6 por ciento” el día de los resultados, dijo la entidad estadounidense.
JP Morgan lamentó no tener muchos más detalles sobre Air Europa y aseguró que hará falta más información financiera “para convencer a los inversores”.
De hecho, los analistas del banco estadounidense coincidieron con los de Barclays en la que la deuda total “podría ser muy superior” a los 600 millones de euros que aparecieron en los titulares.
El problema es que el debate sobre el balance de IAG está afectando la historia bursátil de la compañía, dijo JP Morgan. Con una ratio deuda neta/ebitda de 3,1 veces, “el apalancamiento sigue siendo elevado” respecto a sus pares, añadieron los analistas.
El elevado gasto de capital en los próximos años “continúa afectando la capacidad de desapalancamiento orgánico”, en tanto que el mayor endeudamiento frente a otros operadores es un lastre para el valor, añadieron estas fuentes.
Las preguntas sin contestar que deja la compra de Air Europa
Para los analistas de Barclays, no hay duda de que el debate sobre el balance de IAG es la prioridad ahora mismo en las mesas de operaciones. En su opinión, la compra deja múltiples interrogantes en el tintero.
Por ejemplo, los analistas no tienen claro cuál es la justificación racional de esta operación y se cuestionan el volumen final de deuda que Air Europa pueda traer a IAG. Además, tampoco tienen mucha visibilidad sobre el futuro de la marca, porque solo en España ya habría cuatro distintas (contando con Iberia, Iberia Express y Vueling).
Igualmente, falta por ver qué dirá Bruselas sobre la transacción. Las autoridades comunitarias ya frenaron en su momento la adquisición. ¿Por qué tendría que aceptar ahora IAG más concesiones siendo su momento comercial más brillante en comparación con la mitad de la pandemia?, reflexionaron los analistas del banco británico.
Por otro lado, la compra tendrá un impacto sobre la capacidad de IAG de acometer posibles operaciones corporativas que surjan en el futuro.
De hecho, ni el propio Luis Gallego descartó que la compañía pueda meterse en la puja por Tap Air Portugal. ¿Está viendo IAG que este acuerdo obstaculiza su capacidad para participar en oportunidades potenciales?, se preguntan las fuentes consultadas.
Finalmente, y aunque IAG dijo que necesitaría recurrir a una ampliación de capital, Barclays cree que la compara añadirá una cantidad “significativa” de deuda en dos años. ¿Cambia esto la opinión de la compañía respecto a una ampliación de capital?
IAG pierde fuelle en el parqué
Desde que se hizo pública la compra de Air Europa, las acciones de IAG pierden el 2,7 por ciento, caída que se va al 10 por ciento desde los últimos máximos relativos que alcanzó el valor a finales de enero, en los 1,94 euros.
Por el lado técnico, el precio de IAG perdió la media de 50 sesiones, aunque como explica el director de análisis de la revista Inversión, Josep Codina, todavía mantiene la directriz alcista, que se proyecta en los 1,66 euros.
En caso de que el valor pueda volver a los 1,8 euros, todo habrá quedado como un retroceso normal dentro de la estructura de avance, aunque todavía tiene por delante la resistencia importante de los 2 euros.
Por abajo, hay un primer soporte en los 1,7 euros, y más adelante, habrá que vigilar la zona de los 1,6 euros y los 1,46 euros, por dónde pasa la media de 200 sesiones. La pérdida de estos niveles significaría volver a la banda baja del movimiento de consolidación.
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