Fondos recomendados...con las miradas puestas en la inflación
En un entorno en el que la inflación en EE.UU. será la clave, los expertos recomiendan olvidarse de la renta fija más tradicional -explorando las oportunidades en segmentos capaces de adaptarse a un entorno de subida de tipos-, apostar por la renta variable con un enfoque activo -en un contexto de precios ajustados- y no olvidar las estrategias alternativas.
El segundo trimestre del año ha empezado con los mercados sin demasiados sobresaltos pero con asuntos sobre la mesa que dejan claro que las volatilidades en mínimos son cosa del pasado. Así, en un entorno con vaivenes más normalizados y riesgos sobre la mesa como los potenciales efectos de las políticas proteccionistas de Trump, los temas geopolíticos, la incertidumbre política en algunos mercados europeos, el endeudamiento en China y, sobre todo, las dudas sobre la fortaleza de la inflación y el ritmo de normalización monetaria en EE.UU., los expertos recomiendan olvidarse de la renta fija más tradicional explorando las oportunidades en emisiones de deuda con cupón flotante o en segmentos capaces de adaptarse a un entorno de subida de tipos, apostar por la renta variable con un enfoque activo en un entorno de precios ajustados y no olvidar las estrategias alternativas.
Y es que tienen claro que la volatilidad ha llegado para quedarse. «Después de más de 12 meses de complacencia y una volatilidad en mínimos, el 25 de enero el mercado comenzó a corregir, lo que provocó que el VIX pasase de niveles de 10 a 50 en dos semanas. Esto se ha normalizado y el VIX se encuentra en entornos de 17-20, algo que será la tónica los próximos meses y que se sitúa en la media histórica», comenta Jaime Sánchez, gestor de carteras de A&G Banca Privada. El experto considera que, en un entorno en el que el gran reto es gestionar a los clientes conservadores, ya que cada vez es más difícil encontrar fuentes de rentabilidad para ellos, el aumento de la volatilidad, lejos de ser un problema, «nos está dando oportunidades de entrada en ciertos activos que habían alcanzado valoraciones muy exigentes en los últimos meses».
«Creemos que vamos a estar en mercados más volátiles que el de los últimos trimestres pero aún por debajo de la media histórica. Es fundamental que continúen fuertes los datos económicos y los resultados empresariales», añade Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diapahanum. «En general, en 2018 recuperaremos niveles más normalizados de volatilidad que en años anteriores», coincide José Manuel Figueroa, gestor y responsable de Multigestión de BNP Paribas Wealth Management.
La clave, la inflación en EE.UU.
Todos coinciden en que el entorno seguirá siendo favorable, en un contexto de crecimiento a nivel global. «Desde el punto de vista económico esperamos que el buen tono del crecimiento se mantenga, con una aceleración sincronizada a nivel global», dice García. «Pese a que nos encontramos en una fase avanzada del ciclo, hemos revisado al alza nuestras previsiones para este año y el que viene: esperamos un crecimiento global del 3,9 y del 3,6 por ciento en los años 2018 y 2019. En este contexto, los beneficios empresariales seguirán recuperándose y por tanto los mercados de renta variable ofrecen un retorno atractivo», defienden en BNP Paribas WM.
Pero la clave, más que el crecimiento, será la inflación, que determinará el ritmo de normalización monetaria, sobre todo en Estados Unidos. Porque en el resto del mundo todo seguirá tranquilo. Así, desde Diaphanum reconocen que del BCE no esperan cambios importantes, ya que la inflación se mantiene moderada: «Es muy probable que siga manifestando su preocupación por la fortaleza del euro que está impidiendo llegar al objetivo de llevar la inflación al 2 por ciento», comenta García. En Reino Unido la actuación del BoE dependerá de la evolución de la libra, que se moverá en función de las negociaciones del Brexit, y no esperan cambios en la política monetaria en China ni en Japón.
Así las cosas, la clave estará en la inflación en EE.UU., que actualmente se sitúa en el 2,2 por ciento con la subyacente en el 1,8 por ciento, y que va a determinar si la Fed tendrá que subir los tipos más rápidamente de lo previsto. «Habrá que estar muy atentos a la evolución de los salarios ya que pueden empezar a subir más fuerte por la baja tasa de paro. Además, si se aprueba un programa de gasto público como el que se ha presentado, hay mayores posibilidades de recalentamiento de la economía», advierte García.
De hecho, las miradas están puestas en el ritmo de normalización monetaria, que podría determinar el rumbo de los mercados. Así, en A&G tampoco olvidan a los bancos centrales, aunque defienden que la normalización monetaria acabará teniendo consecuencias positivas para evitar sustos como en el pasado: «Las retiradas de estímulos y subidas de tipos de interés los debe ir digiriendo el mercado poco a poco. Éste sería el escenario ideal para evitar situaciones como las que se dieron este enero cuando ante un dato de inflación más alta de lo esperado se descontó un calendario de subida de tipos de interés más brusca de lo que esperaba el consenso, con la consecuente corrección del mercado», comenta Sánchez.
Los riesgos
En este entorno, para Diaphanum habrá que estar atento a riesgos como «Trump dirigiendo de forma poco ortodoxa la primera economía del mundo, con cambios continuos en su gobierno y transmitiendo poca seguridad»; en el ámbito geopolítico Corea del Norte y las tensiones en Oriente Medio; una guerra arancelaria mundial como respuesta a la implantación de aranceles al acero y al aluminio realizada por EE.UU.; el recalentamiento de la economía de EE.UU. con subidas más rápidas de tipos por la Fed de las inicialmente previstas; el exceso de deuda existente en muchos países, especialmente China; en España, un nuevo episodio en Cataluña.... y también la complacencia, es decir, «los inversores perdiendo la aversión al riego y saliéndose de su nivel de tolerancia», añade García.
En cuanto al riesgo geopolítico en Europa, en A&G destacan que hemos salvado el reto más importante con la formación de gobierno el Alemania, pues la «gran coalición» dará estabilidad a la UE. Y el riesgo comercial el impacto que puedan tener las decisiones comerciales de Trump respecto a los aranceles como fuerte riesgo empieza a ganar fuerza para los expertos.
Los fondos que no deben faltar en cartera....
Considerando el escenario actual, los expertos abogan por soluciones de renta fija que se adapten a un entorno de tipos al alza, por la gestión activa en renta variable, y por estrategias de gestión alternativa, por ejemplo, de mercado neutral.
«En renta fija la clave parece estar en no tener riesgo de duración, por lo que las oportunidades se encuentran en deuda flotante, bonos ligados a la inflación... y en carteras más agresivas deuda financiera (cocos) o deuda emergente», defienden en A&G. Mientras, en renta variable abogan por buscar más a gestores «agnósticos de su índice de referencia», pues en su opinión «cada vez gana más valor la selección de compañías o la sobreponderación/ infraponderación sectorial».
También, dice Sánchez, aportarán valor fondos sectoriales (financiero, tecnológico...) dentro de una cartera de renta variable. En su opinión, «la gestión indexada pierde relevancia en esta parte del ciclo económico donde hay sectores muy penalizados ante un incremento de los costes de financiación. También se ven penalizadas las compañías que pagan una alta rentabilidad por dividendo y que durante estos últimos años han ganado mucha cuota de mercado». Por último, en inversión alternativa priman la generación de alfa de los gestores, por lo que principalmente invertirán en estrategias de mercado neutral. «Esta parte de la cartera cada vez ha ido tomando mas relevancia ante la ausencia de oportunidades en renta fija», comenta el experto.
En Diaphanum, están sobreponderados en fondos alternativos y de retorno absoluto, como sustitutivos a la infraponderación en fondos de renta fija. En fondos de renta variable están neutrales, con sesgo hacia fondos europeos de gestión activa, fondos de gestión pasiva en EE.UU. y presencia en emergentes con un fondo de volatilidad alta.
En BNP Paribas WM la consigna es favorecer la renta variable sobre la renta fija. «Optamos por construir carteras que combinen una exposición «core» cuyo objetivo es batir a su índice de referencia de forma moderada, junto con fondos gestión activa, con mayor tracking error y con expectativa de retorno superior. Dadas las valoraciones actuales los fondos más ponderados en cartera serían los fondos de bolsa europea. Las valoraciones atractivas y su componente pro-cíclico hacen que Europa se encuentre bien posicionada en un entorno de crecimiento global. Adicionalmente, su buen momento de beneficios empresariales, su elevada generación de caja y su alto apalancamiento operativo, nos indican que es un mercado atractivo para los próximos meses», explican sus expertos.
En cuanto a renta fija, la mejor oportunidad en cuanto a diversificación aparece en la deuda emergente en divisa local, tanto por el entorno positivo de las divisas emergentes, con países con elevado crecimiento del PIB, como por el entorno de los tipos de interés y diferenciales de riesgo, con aún recorrido. Para la parte más «core» de la cartera optarían por una duración baja, con preferencia por renta fija corporativa respecto a renta fija de gobiernos y también por bonos ligados a la inflación y bonos a tipo de interés flotante.
Y no olvidan los alternativos: «Dado que los tipos de interés en Europa seguirán bajos durante un periodo largo de tiempo, es adecuado diversificar a través de soluciones de gestión alternativa, con baja correlación con los activos tradicionales».