De las preferentes a las tarjetas black: la historia secreta de la resurrección de Bankia
Juan Emilio Maíllo, autor del libro ‘Bankia desde dentro’, detalla los episodios más turbulentos que vivió la entidad desde su polémica salida a bolsa, pasando por la mancha de las preferentes o el escándalo de las tarjetas black
Hasta llegar a la fusión con Caixabank, ejecutada en plena pandemia, la historia de Bankia está plagada de escándalos como las preferentes, las tarjetas black o su polémica salida a bolsa.
Juan Emilio Maíllo, ex director de comunicación de la entidad y autor del libro ‘Bankia desde dentro’, desvela en esta entrevista con finanzas.com los episodios más críticos que marcaron los últimos años de un banco sistémico que a punto estuvo de llevarse por delante al sistema financiero español de no haber sido rescatado.
Episodios como las preferentes o las tarjetas black mancharon la reputación de la entidad, pero la transparencia que aplicó Bankia y la gestión de José Ignacio Goirigolzarri, supusieron un plus de calma en medio de la tormenta.
La polémica salida a bolsa
El banco salió a bolsa en julio de 2011, en una operación que se vendió como un éxito del sistema financiero nacional, a pesar de que un año después, el Gobierno tuviera que solicitar el rescate del sistema financiero.
La colocación de Bankia en el mercado fue objeto de un macro juicio. Finalmente, el Supremo absolvió a todos los implicados tras considerar que se hizo con “información certera” para todos los inversores.
Pero lo cierto es que Bankia nació con una valoración muy desequilibrada. El mercado valoró la entidad en 3.000 millones de euros, pero la matriz (BFA) tenía contabilizada Bankia en 12.000 millones. Esto genera una diferencia del 75 por ciento en valoración.
De esta forma, “Bankia no estaba valorada adecuadamente, lo que era un problema para BFA” recordó Maíllo. Al final, “es casi el detonante de lo que acaba de sucediendo después”.
La salida de Rodrigo Rato
Lo que sucedió es la salida de Rodrigo Rato de la presidencia en mayo de 2012. El entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, dejo en un cajón su plan de saneamiento. En el equipo de Rato hubo la sensación de que los suyos les habían dejado tirados.
Rato había estimado que Bankia necesitaba 7.000 millones de euro. Al final, la factura se multiplicó por cuatro. “Las necesidades las dictaminan las autoridades europeas y eran de 24.000 millones. Esto luego se tradujo en 28.000 millones de fondos”, dijo Maíllo.
Con la salida de Rato se produjo la llegada a la presidencia de José Ignacio Goirigolzarri, que sale muy bien parado en el libro de Maíllo por la gestión profesional que aplicó en la entidad, lo que sirvió para pasar de las pérdidas a los beneficios.
De la mancha de las preferentes…
Entre medias, Bankia tuvo que sortear la alarma social que provocaron las fuertes pérdidas por sus participaciones preferentes. Fue una gran mancha en la reputación de la entidad.
“El sambenito nos cayó con razón”, relata Maíllo. Cuando se produce la petición de fondos europeos para sanear el sistema financiero español, las autoridades europeas pusieron dinero público, pero a cambio de que los inversores privados asumieran pérdidas.
“Eran buenos clientes, inversores no sofisticados que habían confiado en un producto muy rentable que nunca había dado problemas”. Pero cualquier plan de ofrecerles una compensación se encontró con la cerrazón de las autoridades comunitarias.
“Lo más que se logró convencer a Bruselas es que esa pérdida se redujera al 40 por ciento. Pero al final, el problema lo tienes con tus clientes, que se encontraron atrapados mucho más tiempo”.
Esto fue así porque los bancos privados iban solucionando el problema con más agilidad, pero en el caso de Bankia, “este proceso se hizo largo, justo por el tiempo en llegaron las ayudas europeas y nos fijaron las condiciones de reestructuración que teníamos que hacer”.
Por eso se produjo esta quita, lo que generó protestas de los preferentistas. Al final, “cuando empezaron a caer demandas judiciales y los jueces daban la razón al cliente, por fin se articuló un arbitraje que permitió al grueso de los clientes recuperar su inversión”.
…al escándalo de las tarjetas black
Otro de los momentos más complicados fue el escándalo de las tarjetas black, que solo existían en Caja Madrid, pero que fueron desactivadas en 2011, tras la creación de Bankia.
No obstante, como reconoció Maíllo, las tarjetas se reactivaron después del real decreto de limitación de sueldos en 2012 (el salario de Rodrigo Rato pasó de 2,3 millones a 600.000 euros) para tres o cuatro personas, entre ellas el propio Rato.
También se le ofrecen a Francisco Verdú, el consejero delegado, que las rechaza y dice: “Cuidado con este tema que puedes haber problemas”. Pocos meses después, Rato acabaría presentado su dimisión.
El camino hasta la fusión con Bankia
En esta sucesión cronológica que relata Maíllo, la última de las etapas es la fusión entre Bankia y Caixabank, una operación que se diseñó en plena pandemia y puso fin a una década de escándalos y sobresaltos.
“El primer movimiento nace de Caixabank”, pero es verdad que desde que era Caja Madrid ya había habido aproximaciones, reconoció Maíllo. “El planteamiento fue que, en estas circunstancias, puede haber interés por hacer una operación corporativa”.
Se pudo llegar a un entendimiento después de que la economía viviera la mayor contracción que jamás había experimentado en tiempos de paz, pero primero hubo un acercamiento con el Banco Sabadell, operación que no llegó a cristalizar.
En este caso, “si lo miras desde el prisma del accionista de Bankia que pasó a serlo de Caixabank, se ha encontrado con una evolución de los títulos muy positiva. La operación en términos financieros mereció la pena”, apostilló Maíllo.
Capítulos
01:54 Salida a bolsa de Bankia.
12:28 Las tarjetas black.
19:08 Las preferentes.
22:39 Venta de las participadas.
25:56 La fusión de Caixabank.
Ficha técnica
Dirección: Ismael García Villarejo.
Producción: José Jiménez.
Invitado. Juan Emilio Maíllo. Periodista. Ex director de Comunicación de Bankia.
Realización: Covadonga Lacruz Camblor.
Grabado en Madrid el 1 de junio de 2023.