BBVA se reactiva gracias a la subida de tipos en Turquía

BBVA acelera la tendencia alcista y apunta a los máximos del año tras la subida de tipos en Turquía y el rally alcista de Garanti

Las acciones de BBVA reaccionaron por fin a las buenas noticias que llegan desde Turquía, donde su filial Garanti se disparó el pasado jueves un 17 por ciento gracias a la subida de los tipos de interés decretada por el Banco de Turquía.

La noticia pasó de puntillas sobre la cotización de BBVA debido a que los inversores estaban centrados en los bancos centrales y la reunión de Jackon Hole. Pasada la cita, el mercado puso en precio finalmente las importantes implicaciones para el banco vasco.

Tras las elecciones del pasado mayo, el banco central turco apostó por la subida de los tipos de interés, la receta clásica para luchar contra la inflación, que ya superaba el 80 por ciento.

De esta forma, colocó el precio del dinero en el 25 por ciento (en febrero estaba en el 8,5 por ciento) frente al 20 por ciento que esperaban los analistas. Además, la institución monetaria aseguró que tomaría todas medidas necesarias para reconducir la inflación, que está en el 47,8 por ciento.

La vuelta a la ortodoxia monetaria beneficia a los bancos turcos

En este sentido, los analistas de GVC Gaesco consideraron “muy positiva” la vuelta a la ortodoxia monetaria por parte del banco central turco.

La medida contraria en la que se había empeñado Erdogan, el recorte del precio del dinero, había colocado la inflación por encima del 80 por ciento, un nivel insostenible para las entidades financieras del país.

Precisamente, poco antes de la última subida de tipos, la firma de calificaciones Moody’s elevó la perspectiva de los bancos turcos desde ‘negativa’ hasta ‘estable’.

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La alta inflación y el debilitamiento de la lira pueden desacelerar el crecimiento económico a un 4,2 por ciento proyectado para finales de 2023, desde el 5,6 por ciento del año pasado, afectando la calidad de los activos de los bancos, apuntó Moody's. Por eso es un paso en la buena dirección.

De hecho, los analistas de Deutsche Bank apuntaron que todavía es posible ver más depreciaciones de la lira turca hasta que la inflación esté controlada y los inversores reanuden las entradas de capital al país, que han sido prácticamente inexistentes en los últimos tres años.

Buenas noticias para BBVA

La clave es que la economía turca necesita poner coto cuanto antes a una inflación desbocada. “Creemos que la estabilización de los precios es primordial para un crecimiento sostenible de la economía turca”, añadieron en GVC Gaesco.

De esta forma, la “subida de tipos positiva para la banca turca en general y para Garanti en particular, lo que beneficia a BBVA”, recordaron las fuentes consultadas.

La recuperación de Garanti es importante para BBVA, ya que la filial turca redujo su aportación al beneficio consolidado del grupo hasta el 8 por ciento en 2022, frente al 18 por ciento registrado en 2021.

No obstante, en el primer semestre de este año, Garanti contribuyó al 16 por ciento del beneficio de BBVA, “con una excelente evolución operativa”, recordó GVC Gaesco.

Para el mercado es clave ver una reacción de la filial turca, porque uno de los grandes miedos es que llegara a tener un valor negativo, lo que habría obligado a BBVA a inyectar capital o asumir pérdidas significativas en caso de deshacer la inversión.  

Sin embargo, “este es un riesgo extremadamente improbable”, argumentaron los analistas de Deutsche Bank, especialmente porque las ratios de solvencia “siguen siendo bastante sólidas”.

BBVA coloca en el punto de mira los máximos anuales

Desde el punto de vista técnico, las acciones de BBVA “están buscando la salida al alza de un patrón triangular, que no se confirmará hasta que supere la zona de los 7,3 euros”, dijo el director de análisis de la revista Inversión, Josep Codina.

En caso de que rebase este nivel, “el siguiente objetivo son los máximos anuales de 7,45 euros y desde ahí como mínimo la zona de los 7,8 euros, casi los 8 euros, que sería el objetivo del patrón triangular”, añadió Codina.

En opinión de Diego Morín, analista de IG, mientras no haya una noticia en Turquía que pueda alterar gravemente la economía, no debería haber mayores sobresaltos. La clave estará en la reacción de la demanda a partir de los 7,2 euros.

Por abajo, “el soporte fuerte son los 7 euros, y más abajo los 6,70 euros”, apuntó Codina. Perdiendo este nivel, “se complica el panorama, sobre todo si BBVA cede los 7 euros", porque entonces el triángulo se rompería a la baja y el objetivo de corrección quedaría en torno a los 6,3 euros.

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