Los dividendos más afectados por la extensión del impuesto a los bancos

La prolongación del impuesto a los bancos “resta atractivo al sector” y reduce su capacidad de pagar dividendos, aunque la mayoría de analistas ya tenía descontada la noticia

El último Consejo de Ministros del año trajo una noticia negativa para los bancos: la prolongación del impuesto temporal que grava con un 4,8 por ciento los intereses y comisiones de las entidades que facturaron más de 800 millones en 2019. 

La noticia, anunciada el miércoles, ha sido aprovechada para recoger beneficios en los bancos españoles que, desde el martes, recortan hasta el 3,5 por ciento en el caso de Banco Sabadell. 

Y es que a nadie se le escapa que este gravamen, por el que Hacienda ha recaudado 1.263 millones este año, ha levantado ampollas en las entidades. 

El sector bancario critica el impuesto

El propio sector lo ha criticado en un comunicado enviado por CECA y la AEB

Este gravamen tiene efectos negativos sobre la generación de nuevo crédito, la creación de empleo, el crecimiento económico y la estabilidad financiera, en un contexto de incertidumbre económica internacional”, aseveran las patronales del sector financiero.  

Asimismo, consideran que “esta decisión afecta negativamente a la competitividad del sector bancario y la confianza en el país, dado que los inversores demandan estabilidad jurídica, previsibilidad de las normas y transparencia”. 

Por todo ello, recuerdan que la decisión está recurrida en los tribunales. 

El gravamen reducirá la capacidad de pagar dividendos   

También analistas como Rafael Alonso, de Bankinter, aseveran que se trata de “una medida controvertida que resta atractivo al sector”, al reducir la capacidad de generar capital en un momento macroeconómico incierto y también de remunerar a los accionistas por la vía de los dividendos

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Por ello, tanto Alonso como las patronales bancarias recuerdan que el Banco Central Europeo (BCE) es contrario a implementar cargas o tributos como este que limiten la capacidad de concesión de crédito y la generación de capital del sector. 

También Juan Fernando Robles, profesor de CEF Udima, se manifiesta en la misma línea: "Se puede considerar que un impuesto de esa naturaleza viene a dificultar las operaciones de los bancos. Aunque no de una forma radical, sí de alguna forma. Esto que dicen de que contribuye a enfriar el crédito es verdad, porque es un impuesto extraordinario que va más allá del impuesto de sociedades y otros tributos que tienen que soportar". 

Asimismo, los analistas recuerdan que el racional inicial del tributo impulsado por el Gobierno se explicaba por el repunte en los tipos de interés, pero las previsiones apuntan a bajadas de tipos en 2024

"El próximo año, los tipos de interés cederán con toda probabilidad. Seguramente, después del primer trimestre, si no hay acontecimientos extraordinarios que perturben esa situación. Y quizá las razones políticas por las cuales se había establecido este tipo de impuestos empiecen a dejar de tener sentido", apunta Robles. 

En todo caso, lo que sí parece es que el mercado tenía la noticia descontada, por mucho que unas recientes declaraciones de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, hubieran alimentado las esperanzas en sentido contrario. 

Así lo asegura Ignacio Cantos, de ATL Capital, quien relata que la mayoría de los analistas ha realizado sus valoraciones sobre las entidades teniendo en cuenta el impuesto a perpetuidad

"Nadie esperaba que un gobierno de este sesgo retirase el impuesto. Estaba en todos los números, en todas las quinielas".  

Un ejemplo son los expertos de Alantra y también los de Renta 4. 

La analista de Renta 4 Nuria Álvarez, por ejemplo, lo incluyó en su análisis del sector.

Así, sobre Bankinter escribió: "Alcanzamos un precio objetivo para Bankinter de 7,77 euros por acción aplicando la suma de las partes que recoge la participación en Línea Directa Aseguradora. Si asumimos un impuesto a la banca permanente, el precio objetivo se situaría en los 6,91 euros por acción". 

Finalmente, en cuanto a las empresas más afectadas por el impuesto, Cantos recuerda que los bancos locales tienen mayor impacto debido a que el gravamen solo se aplica a la parte del negocio generada en España

"De los grandes, afecta más a Caixabank que a BBVA y el Santander", zanja. 

El gravamen a la banca surgió, junto con el impuesto a "los beneficios caídos del cielo de las eléctricas", a mediados de 2022 con el objetivo de financiar parte de las medidas contra la crisis diseñadas por el Gobierno.

Se prevé que la recaudación de 2024 sea muy similar a los 1.263 millones cosechados este año. Sobre 2025 no hay cifras aún.

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