Esperando a Grifols
Cuando se cumplen dos semanas de la publicación del informe de Gotham City, los inversores siguen esperando las aclaraciones que la CNMV exigió a Grifols
Transcripción del podcast
La tardanza de Grifols en responder a los requerimientos de la CNMV para que aclare los puntos más conflictivos que Gotham City reflejaba en su informe tiene algo de tragicomedia, de obra perteneciente al teatro del absurdo. En concreto a Esperando a Godot, que en este caso podemos adaptar como Esperando a Grifols.
Los inversores, como los protagonistas de la obra, esperan que llegue algo que no da señales de aparecer, en este caso la explicación por parte de Grifols de cuáles son sus conexiones con la firma Scranton, que genera muchas dudas en el mercado.
El pasado 11 de enero, el consejero delegado de Grifols aseguró que su compañía estaba trabajando en preparar la respuesta a los requerimientos de la CNMV y que la enviaría lo antes posible. Confirmó que el regulador le había dado 10 días para ello.
El problema es que desde que la CNMV comunicó su petición a Grifols han pasado más de 10 días, por lo que desconocemos si en la sede del supervisor tienen otra manera de medir los plazos que solicitan.
Grifols: vísteme despacio que tengo prisa
El caso es que Grifols parece que se aferra en este caso al refranero español, esto es, al famoso vísteme despacio que tengo prisa, ya que no se apresura en responder, aunque el tiempo corra en su contra.
Y la CNMV tampoco es que se muestre muy transparente en este proceso, al no aclarar los plazos exactos que tiene Grifols para enviar la información. Lo único que ha confirmado el regulador es que no hará pública la respuesta de Grifols a sus requerimientos.
Este retraso en conocer la información hace que crezca desconfianza hacia Grifols, porque parece injustificable que en una situación límite para la compañía tarde tanto tiempo en facilitar unos datos que tenía que tener en perfecto orden.
De hecho, los analistas, que desde el primer momento cerraron filas en torno a la valoración de la compañía de hemoderivados, empiezan ahora a bajarse del carro.
Imitando a los protagonistas de la famosa obra de Samuel Beckett, Grifols "no vendrá hoy, pero mañana seguro que sí".
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