Tubos Reunidos: otra víctima del sector

Las compañías de ingeniería y los fabricantes de tubos que prestan servicio al sector petroquímico se han visto afectados por la reducción de la inversión de sus tradicionales clientes y cuentan con menos márgenes y peores condiciones de cobro.

Tubos Reunidos cayó en tres días, entre el 14 y el 18 de marzo, más de un 45 por ciento, para marcar su nivel más bajo desde 2004. Ello, porque su auditor, PwC, ponía en cuestión la viabilidad de la compañía, después de haber tenido un fondo de maniobra negativo en 2017 y ante dudas con vistas a 2018, como la evolución de los gastos de personal, las previsiones sobre el euro-dólar y el coste de las materias primas. Si ya en 2017 hubo desviaciones respecto al presupuesto, PwC pone en cuestión que la empresa vaya a poder cumplir sus contratos de financiación y no descarta posibles tensiones de liquidez. La empresa se apresuró a emitir el lunes siguiente a su debacle (el 19 de marzo) un comunicado en el que precisaba que su fondo de maniobra sólo fue negativo en 3,8 millones de euros, equivalente al 2,6 por ciento de su patrimonio, y ello le llevó a recuperar un 30 por ciento ese día. 

Teniendo presentes los problemas del sector en los últimos tiempos, con Duro Felguera al borde del concurso y con las advertencias lanzadas por Técnicas Reunidas sobre la evolución de su negocio el año pasado, es normal que el mercado se pusiera nervioso con Tubos. Y es que, como resume Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, el sector ha atravesado una época mala porque la caída del crudo (estas compañías trabajan, en mayor o menor medida, para las petroleras) ha provocado un endurecimiento de los contratos tanto en márgenes como en condiciones de pago (las empresas no logran trasladar siempre los sobrecostes a sus clientes).

Bien es verdad que cada compañía es diferente. César Sánchez-Grande, de Ahorro Corporación, precisa que Duro Felguera y Técnicas Reunidas están especializadas en proyectos de ingeniería llave en mano; y que Tubos Reunidos y Tubacex están centradas en la producción de tubos. Dentro de las actividades a las que se dedican, cada valor atraviesa una coyuntura distinta, por lo que Sánchez aconseja analizar la situación valor por valor. 

Tubos: aún es muy pronto

La vulnerabilidad de Tubos Reunidos obedece, como dice Gonzalo de Cueto, de Intermoney Valores SV, a que su producto no es de alto valor añadido, a diferencia del de Tubacex, y se enfrenta a una gran competencia, agravada en un periodo en que la inversión de las petroleras ha caído mucho. 

Sánchez-Grande, refiriéndose también a Tubos Reunidos y a las fuertes caídas que acompañaron a las advertencias del auditor, afirma que «estas situaciones se magnifican» en el parqué, es decir, tienen un impacto muy fuerte en la cotización y reconoce que estas cuestiones son muy difíciles de valorar. Pero avisa de que si el auditor advierte de que un imprevisto puede ponerle las cosas muy difíciles a la empresa, a la batería de preocupaciones antes enumerada, hay otro imponderable que ha hecho ya acto de presencia: los aranceles de Trump, algo a lo que esta compañía está muy expuesta: EE.UU. supone el 40 por ciento de sus ventas. 

«Si el auditor advierte de que un giro imprevisto puede poner en duda la viabilidad de la empresa y te sale el tema de los aranceles, que podría tener un impacto negativo en la cuenta de resultados...», deja en suspenso Sánchez-Grande. Gonzalo Sánchez añade que la situación puede ser peor de lo expuesto por PwC: «A la caída de las ventas, hay que sumar los aranceles, algo que le toca de lleno». 

¿Puede acabar Tubos como Duro Felguera? Sánchez-Grande contesta: «Sería muy arriesgado y una imprudencia decirlo». Y añade que aún es muy pronto para definir la situación de la empresa. Aunque su fortísima caída reciente pueda hacer pensar en que se ha gestado una oportunidad, Sánchez- Grande afirma que en un periodo de tanta incertidumbre como el actual es mejor mantenerse al margen del valor. Con ello coincide Juan Llona, de Imantia: «No nos planteamos ni mirarla. No tiene visibilidad, se encuentra al filo de la navaja. Si las ventas se ven muy perjudicadas por los aranceles, su viabilidad está en entredicho». Llona añade que ayudaría que presentara un plan para mostrar sus cálculos sobre el impacto. «A día de hoy, nadie sabe nada. No tiene sentido hacer una valoración. Su acción es presa de movimientos especulativos», concluye Llona. 

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Pese a la fuerte subida del día 19 por su nota aclaratoria y filtraciones sobre la posibilidad de que a la UE no se le apliquen los aranceles americanos si cumple ciertas condiciones, según David Pina, de ActivTrades, el valor está en caída libre, sin referencias de soporte o suelo por debajo del precio actual. «Desde el punto de vista técnico es imposible fijar un objetivo de precios y su situación fundamental conlleva cierta volatilidad implícita», afirma Pina. 

Otro inconveniente del valor está en que son pocos los analistas que lo siguen, sólo ocho. Dos de ellos tienen a la compañía bajo revisión; otro, de Bankinter, cuya nota se emitió a principios de febrero, aconseja mantener; mientras que los demás recomiendan vender. 

Duro Felguera: aún es muy pronto para entrar

Si en el caso de Tubos Reunidos lo prudente en estas circunstancias es mantenerse al margen, lo mismo aconsejan los analistas con Duro Felguera. Ello, teniendo en cuenta, como apunta Mario Lafuente, de Atl Capital, que los accionistas antiguos lo han perdido todo y es muy difícil que recuperen: sus títulos cotizan en mínimos históricos. De los más de 6 euros en que marcaba máximos en 2010, se cambia ahora por poco más de 0,20 euros tras sufrir otro coletazo bajista en los últimos días después de publicar sus cuentas de 2017, cuando perdió 254,5 millones de euros, y tras anunciar una ampliación de capital de 125 millones de euros. A la vista de esta operación, según Lafuente, los inversores que estén fuera deberían esperar a que se efectúe, a ver cómo queda su estructura de capital y a comprobar si aún quedan compromisos sobre proyectos del pasado que puedan generar costes en el futuro. Así se determinará qué grado de limpieza tiene la nueva compañía heredera de aquélla que era capaz de generar entre 400 y 500 millones de euros al año en ventas.

De momento, según David Pina, «tanto Duro como Tubos están en situación de 'trading position', una operativa especulativa que requiere profesionalidad y dedicación plena. No es un 'buy and hold' o comprar y mantener». 

Tubacex: ¿la favorita?

Como decía Gonzalo Sánchez al principio, aunque todo el sector se ha enfrentado estos años a problemas comunes, hay que analizar compañía por compañía, y hay alguna de ellas, como Tubacex, que goza de buenas recomendaciones por parte de los analistas. Como Tubos Reunidos, fabrica tubos, pero, como apunta Llona, a ambas empresas les separa un océano. Aunque Tubacex está plana en el año, el consenso le da un potencial alcista de cerca de un 20 por ciento. Sánchez la tiene en cartera y destaca dos factores: por un lado, que apenas vaya a sufrir impacto de los aranceles de Estados Unidos, puesto que este país sólo explica un 6 por ciento de sus ventas; por otro, que su producto sea de elevado valor añadido. Respecto a esto último, Lafuente valora de la empresa precisamente su reconversión hacia una producción más sofisticada, que proporciona mayores márgenes porque, como añade Gonzalo de Cueto, opera en un segmento del mercado con elevadas barreras de entrada, el acero inoxidable sin soldadura.

Abundando en la reestructuración de la compañía, De Cueto destaca que si la empresa no ha sufrido en los últimos tiempos ha sido porque desde 2013 emprendió un camino de crecimiento inorgánico, es decir, vía adquisiciones, y también orgánico. Ello ha cuajado en una potente adjudicación de pedidos en los dos últimos años, por valor de 700 millones de euros, lo que le va a permitir, según continúa el experto de Intermoney Valores, reducir su deuda y obtener un beneficio operativo positivo en los tres próximos años, después de haber cosechado en 2017 un resultado negativo. Si Cueto establece su precio objetivo en los 4,10 euros por acción, Ínigo Recio, de GVC Gaesco Beka, es más positivo: lo sitúa en los 4,80 euros. «Tiene una cartera de pedidos muy potente -todos los expertos destacan su gran contrato en Irán- lo que le da visibilidad. Además, es líder mundial en una gama de productos que muy pocas empresas saben hacer», apunta Recio. 

Desde el punto de vista técnico, David Pina señala que mientras no pierda el rango 3,70-2,80 euros, la tendencia alcista de fondo que se inició en febrero de 2016 seguirá intacta. Aunque, en su opinión, deberá superar la parte alta del rango para que la tendencia pueda continuar desarrollándose al alza. 

Técnicas Reunidas: paciencia

El año pasado fue uno de los peores valores de todo el Ibex-35, con un retroceso del 32 por ciento, después de lanzar un 'profit warning' (revisión a la baja de sus expectativas) en noviembre, que seguía a otro anuncio de las mismas características en la primavera del año anterior. Íñigo Recio aconseja acumular las acciones y sitúa su precio objetivo en los 30 euros. Confía en que poco a poco vaya levantando cabeza, aunque en lo que llevamos de año (hasta el 19 de marzo) retrocede cerca de un 5 por ciento. Pero es que Recio espera que su margen sobre el ebit (beneficio bruto de explotación) vaya mejorando a partir de la segunda parte del año.

Para Lafuente, hay dos factores a vigilar en el valor: por un lado, que los nuevos contratos vuelvan a generar los márgenes del pasado; por otro, el efecto de la reforma fiscal, que elimina deducciones por proyectos en el exterior, lo que va a llevar a que se reduzca el beneficio neto. En su opinión, a 20 euros es una compra clara y a 30 euros es una venta clara. 

Sánchez-Grande aún tiene recomendación de vender en el valor. Considera que aún es pronto para entrar: opina que este año los márgenes van a seguir deprimidos por el impacto de los sobrecostes. Llona también se mantiene de momento fuera del valor: coincide en que a la empresa le va a costar mejorar sus márgenes. Y añade que aunque logre mejorar la contratación, lo determinante no es ya el volumen, sino su calidad en términos de precios. 

David Pina señala que en los 28 euros ha encontrado una resistencia hasta en tres ocasiones en el último año y que éste es el nivel a batir para que pueda iniciarse un cambio de tendencia al alza.

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