Los sustos del sector tecnológico

Tras el fulgurante ascenso de Facebook desde sus orígenes en el año 2004 con un proyecto nacido en una pequeña habitación de estudiantes en Harvard , hasta protagonizar en 2008 uno de los mayores estrenos de la historia en bolsa de una empresa en internet, podíamos estar ante el peor momento en la historia del gigante tecnológico.

Tras el fulgurante ascenso de Facebook desde sus orígenes en el año 2004 con un proyecto nacido en una pequeña habitación de estudiantes en Harvard , hasta protagonizar en 2008 uno de los mayores estrenos de la historia en bolsa de una empresa en internet, podíamos estar ante el peor momento en la historia del gigante tecnológico.

Tras el escándalo conocido este pasado fin de semana que relacionó a la red social, con la compañía Cambridge Analytica, especializada en el análisis de datos para campañas políticas, el desplome en bolsa de sus acciones ha sido muy significativo hasta el pequeño repunte de la jornada de hoy. Lo que ha provocado que en apenas tres días de cotización la firma tuviese una pérdida de más de 50.000 millones de dólares de capitalización bursátil, con una caída acumulada de sus acciones en los tres primeros días de la semana del 15% .

La gran importancia en los resultados de los eventos en los cuales se relaciona al uso de estos datos como fueron el referéndum del Brexit, y la victoria en las pasadas elecciones americanas que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca, ha impulsado todavía más las posibles sanciones o repercusiones derivadas del uso de 50 millones de perfiles utilizados para sumar apoyos en sus respectivas causas.

Si semanas atrás hubiésemos valorado cualquier inversión sobre la compañía, la estrategia más oportuna hubiese sido la de comprar y mantener sus acciones en cartera. Sus enormes beneficios presentes y futuros, el crecimiento del volumen publicitario, su sólido balance, y su gran cuota de mercado en su sector, son motivos más que suficientes para confiar en su futuro al menos en el medio plazo. De hecho en los últimos resultados publicados registró un fuerte crecimiento en casi todos los parámetros posibles, incluido en usuarios activos diarios, en usuarios activos mensuales, ingresos totales, usuarios de ingresos por geografía, ingresos medios por usuario, ingresos operativos etc. Además la gran mayoría de los usuarios de Facebook entienden que la información que hacen pública en la web, podría ser extraída y utilizada en el negocio publicitario. Sin embargo, el miedo y la incertidumbre, enemigos por excelencia de cualquier empresa cotizada, pueden presionar más a la baja su cotización.

A medida que aumenta la competencia, disminuirán su márgenes, y por tanto su rentabilidad. Compañías incluso más jóvenes como Twitter y SnapChat son sólo dos ejemplos dignos a tener en cuenta. Y al igual que el proceso de apertura en una red se realiza de manera sencilla, el cierre de la misma y el registro en cualquier otra de la competencia también lo es. Como en cualquier otro sector los usuarios migrarán rápidamente a la plataforma que les ofrezca el mayor compromiso y estabilidad en el futuro. Al igual que cualquier posible cambio de regulación gubernamental también debería afectar su principal modelo comercial. Esa potencial pérdida sería el principio de un posible tsunami bursátil sobre la compañía.

Ante esta situación, el resto de componentes del selectivo tecnológico de referencia como es el Nasdaq100, ha sufrido ligeros retrocesos en los últimos días. A pesar de las últimas noticias negativas vividas en el sector las últimas semanas como han sido además las primeras huelgas históricas en Amazon, el primer atropello de un vehículo autónomo de Uber, o los malos resultados de Tesla la rentabilidad del selectivo desde comienzo de año comparada al resto de sus homólogos mundiales es muy superior, teniendo en la mayoría de ellos rendimientos negativos mientras que en este es superior al 8%.

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