Grifols se rinde 

Seis meses después de que la firma bajista estadounidense Gotham City lanzara su primer informe en el que acusaba a Grifols de manipular sus cuentas, la compañía de hemoderivados ha reconocido su derrota. 

Grifols tira la toalla, se rinde. En este medio año ha intentado dar un giro radical a su gestión, con los miembros de la familia apartándose a un lado y nombrando a un nuevo consejero delegado. Pero ni los cambios en la cúpula directiva, ni las explicaciones para justificar sus actuaciones han servido para calmar al mercado. 

La compañía ha perdido casi la mitad de su valor desde que el fondo bajista Gotham City la puso en la diana. Y ninguna estrategia puesta en marcha en este semestre para minimizar los daños ha funcionado. 

Ahora, la exclusión de bolsa para poner fin al calvario que sufren sus acciones por el acoso bajista es la vía que Grifols explora.  

Para ello ha llegado a un acuerdo con el fondo Brookfield para analizar una posible opa conjunta por la totalidad del capital social de la empresa de hemoderivados.

Fin a 18 años de historia bursátil

El precio que pretenden pagar los compradores es igual que la capitalización actual de la compañía. Eso es reconocer la derrota de Grifols, es admitir que las acusaciones de Gotham eran ciertas. 

Si finalmente se lanza la opa de exclusión, la firma catalana pondrá fin a una historia bursátil que comenzó en mayo de 2006, cuando debutó a un precio de 4,4 euros por acción. 

A partir de ese momento inició una escalada que le llevó por encima de los 33 euros justo antes de la pandemia. Luego vino la cuesta abajo, acelerada por los informes de Gotham que le han llevado a la capitulación. 

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