Goteo a la baja en Bankia: ¿es una oportunidad?
Algunos analistas apuestan por comprar con la vista puesta en la desinversión del Estado. Cuando se produzca, la acción subirá, creen. También gusta la promesa de rentabilidad por dividendo del 7 por ciento, por encima del 4 por ciento del Ibex.
Bankia cotiza estos días cerca de sus mínimos de 12 meses en los 3,79 euros, tras un goteo a la baja que se acentuó con la presentación de los resultados de 2017, el 29 de enero pasado. Desde entonces, cae un 12 por ciento adicional. El desgaste bursátil se debe a que los inversores desconfían de la dependencia de Bankia del negocio de las hipotecas en un escenario de tipos bajos, en el que es difícil obtener rentabilidad. Pero la espada de Damocles que pende sobre la cotización de esta entidad es la desinversión prevista por el Estado, que aún tiene en sus manos cerca del 60 por ciento del banco. El plazo para soltar el papel restante acaba a finales de 2019 y, precisamente, el mercado anticipaba la venta de un paquete accionarial si los resultados y la presentación del plan estratégico calentaban algo el valor. Sin embargo, ese calentón no se produjo y la venta tampoco, en una suerte de pescadilla que se muerde la cola: el valor no sube porque se teme la desinversión y la operación no se cierra porque los precios son demasiado bajos y supondría malvender.
Sin embargo, no todo es pesimismo en torno a Bankia. De hecho, hay analistas que aconsejan entrar en el valor, incluso teniendo en cuenta el lastre que supone el proceso de privatización de la compañía. Rafael Alonso, experto en banca del departamento de análisis de Bankinter, es uno de los más optimistas. Aunque reconoce que los resultados fueron «un poco más flojos de lo que venía siendo habitual», opina que se va a producir una mejora «en la demanda de crédito y los tipos de interés», actualmente en negativo pero cuya dinámica va a ir cambiando de cara a 2019. Asimismo, destaca la jugosa promesa de la compañía de repartir 2.500 millones de euros entre los accionistas, lo que supone una rentabilidad por dividendo cercana al 7 por ciento, muy por encima del 4 por ciento de media del Ibex 35. «Ellos se han comprometido a repartir todo el capital que supere el 12 por ciento de CET1 fully loaded (capital principal de primer nivel). En números redondos, eso son 2.500 millones de euros. Además, tienes un entorno macro que claramente mejora en cuanto a demanda de crédito y tipos de interés, con un plan de negocio realista y alcanzable, y un balance sólido y de mejor calidad. A nosotros nos sale un 'comprar' claro», opina Alonso, que otorga un precio objetivo de 5 euros a la entidad. En cuanto a la desinversión estatal, este experto cree que «hay tiempo para realizar ventas de manera ordenada» hasta finales de 2019 y descarta que pueda ser un motivo para mantenerse fuera: «Lo que puedes tener es que, por el miedo a que mañana venda el Frob, no entres en la acción y que, una vez que se haga, la acción se libere y empiece a subir. Un poco lo que pasó con CaixaBank que, cuando Criteria se deshizo de la acción, empezó a subir. Creo que es un escenario parecido a lo que va a pasar en Bankia».
Javier Bernat, analista de GVC Gaesco Beka, también tiene un precio objetivo de 5 euros con recomendación de 'comprar'. En su opinión, la mala digestión de los resultados no se debe a las cuentas en sí, sino a que «el sector de los bancos experimenta algo de indigestión tras un avance del 10 por ciento en 2017 (el de Sabadell y CaixaBank superó el 20 por ciento) y a que los inversores están a la espera de nuevas noticias que animen el sector de los bancos».
¿Está en precio?
Nuria Álvarez, de Renta 4, por su parte, es menos positiva, pues cree que el valor «está en precio» y el plan estratégico incluye algunas hipótesis «quizá demasiado optimistas» en cuanto a las posibilidades de la entidad de ganar cuota en segmentos como el de los créditos al consumo y a las empresas. Sin embargo, le gusta la promesa de una rentabilidad por dividendo elevada y reconoce que puede tratarse de una apuesta a «medio o largo plazo», coincidiendo con las desinversiones del Gobierno. «Si el Gobierno se va deshaciendo de paquetes, va a haber cierta oportunidad para entrar a precios más bajos», opina.
En todo caso, los expertos no descartan una renegociación de los plazos de privatización con Europa para intentar vender la participación a precios más jugosos que los actuales, según Bernat. Gonzalo López Eguiguren, analista de Mirabaud Securities en España, está de acuerdo: «Podemos ver algún paquete en los próximos trimestres pero lo más razonable es que la gran proporción se realice en un escenario mucho más beneficioso, con subida de tipos y crecimiento de volúmenes. Que el banco, en lugar de cotizar a estos niveles, cotice a un precio mucho más elevado y, por tanto, el Estado pueda recuperar más ayudas».
Las anteriores colocaciones, de hecho, se realizaron a 4,06 euros (en diciembre pasado, cuando el Estado vendió el 7 por ciento de Bankia); y a 6,04 euros (en febrero de 2014, cuando se deshizo del 7,5 por ciento), una cuantía que es casi un 50 por ciento superior a los precios actuales.
Otra duda que planea sobre la entidad es la posibilidad de que compre otro banco de menor tamaño como sucedió con BMN, algo que disgustaría a los inversores porque supondría destinar el capital a compras en lugar de al dividendo prometido. La directiva dice no estar interesada pero podría verse «forzada» a hacerlo si no mejora la rentabilidad. «Si siguen los tipos bajos, la única manera de aumentar tu rentabilidad es reduciendo costes o comprando algo y haciendo sinergias», destaca en este sentido Gonzalo López.