Grifols mantiene la puerta abierta a Brookfield
Grifols incluye una cláusula en su última emisión de bonos por 1.300M€ que deja la puerta abierta para que el fondo canadiense Brookfield haga otro acercamiento
Grifols ha incluido una cláusula en su colocación de deuda privada de 1.300 millones de euros que permitiría a Brookfield Asset Management refinanciar el acuerdo de forma anticipada, una señal de que la compañía de hemoderivados está dejando la puerta abierta para que el fondo haga otro acercamiento.
La cláusula permite redimir la deuda en un plazo de seis meses desde su emisión, a un precio del 104% y los intereses devengados, pero sólo puede ser utilizada por Brookfield o un grupo liderado por Brookfield como comprador de la empresa, según ha informado Bloomberg.
La operación de Brookfield para hacerse con Grifols finalizó formalmente hace dos semanas, cuando el fondo canadiense anunció que abandonaba un plan para hacerse con la compañía.
La venta de bonos es el último intento del consejero delegado, Nacho Abia, de demostrar a los inversores que Grifols, que ha tenido problemas desde que fue puesta en el punto de mira del fondo bajista Gotham City Research, puede gestionar su carga de deuda.
La razón principal para abandonar la empresa fueron las diferencias con el consejo de administración sobre el precio. Brookfield había planeado adquirir Grifols en asociación con la familia que posee aproximadamente un tercio de la empresa.
El miércoles, Grifols emitió los bonos, que vencen en mayo de 2030, con un rendimiento del 7,125% a un grupo de inversores.
Los fondos se destinarán en su mayor parte a amortizar íntegramente los bonos con vencimiento en febrero del año que viene y a reembolsar los préstamos con vencimiento en noviembre. Grifols también anunció una ampliación de 18 meses de una línea de crédito renovable existente hasta mayo de 2027.
Mayor flexibilidad
Según Bloomberg, la deuda está estructurada de forma más amplia que bonos similares para darle a la compañía mucha mayor flexibilidad en caso de ser adquirida.
Las colocaciones privadas permiten a las empresas vender deuda mucho más rápidamente que una ruta de refinanciación tradicional, que requiere que los bancos y la empresa elaboren memorandos de oferta largos y complejos para los inversores y obtengan una puntuación crediticia de una agencia de calificación.
El acuerdo con Grifols se cerró poco después de que Brookfield optara por no seguir adelante con la compra de la compañía.
Los bonos y acciones de la compañía subieron el jueves tras la noticia de la venta de deuda privada. Los bonos con vencimiento en octubre de 2028 subieron alrededor de dos centavos por euro en las operaciones de primera hora de la mañana del viernes antes de retroceder ligeramente. Las acciones sufrieron un retroceso del 2,36% en la última sesión de semana.
El día anterior, S&P Global Ratings había elevado la calificación de la compañía en un nivel desde B a B+ y dijo que esperaba que la farmacéutica mejorara su generación de flujo de caja operativo libre a alrededor de 400 millones de euros en 2025.
El mercado está un tanto dividido sobre las perspectivas de Grifols. La compañía se encamina a su peor año registrado. Sus acciones se han desplomado casi un 40% en lo que va de 2024 (y actualmente son las más vendidas en corto en el índice Stoxx 600 Health Care), pero los analistas son en general optimistas respecto de la compañía.
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