Milei, Trump, Melania y las criptomonedas: ¿apoyo real o simple oportunismo?
¿Cómo interpretar los movimientos de Milei, Trump y Melania con las criptomonedas? ¿Son la punta del iceberg de un apoyo real de gobiernos a una nueva tecnología que revolucionará las finanzas?
El 14 de febrero de 2025, el presidente de Argentina, Javier Milei, publicó un mensaje de apoyo al lanzamiento de la criptomoneda $LIBRA desde su cuenta oficial en X (antes Twitter). La presentó como una herramienta para liberar la economía y fomentar la inversión privada.
En cuestión de minutos su valor se disparó, atrayendo a miles de inversores entusiastas. Cinco horas después, abrumado por la avalancha de comentarios que calificaban de dudosa la propuesta, Milei borraba el tuit fijado en su perfil y lanzaba otro mensaje:
El valor de $LIBRA se desplomó mientras Milei intentaba desligarse del proyecto. El 17 de febrero se acumulaban contra él más de 100 denuncias penales por presunto fraude.
Los Trump en el mundo cripto
El 20 de enero de 2025, dos días antes de su toma de posesión como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump lanzaba su criptomoneda $TRUMP: “¡Mi NUEVA meme(coin) Official Trump está AQUÍ! Es hora de celebrar todo lo que defendemos: ¡VICTORIA!”.
El valor de mercado del $TRUMP –una cripto del tipo memecoin, basada en fenómenos culturales populares (como lo es Trump)– se disparó hasta los 15 000 millones de dólares. Su esposa Melania lanzó su memecoin $MELANIA un día después. Desde entonces $TRUMP y $MELANIA han perdido buena parte de su valor.
¿Cómo interpretar estos movimientos? ¿Son la punta del iceberg de un apoyo real de gobiernos a una nueva tecnología que revolucionará las finanzas? ¿Simple oportunismo? ¿La capitalización del populismo que arrecia en todo el mundo (democrático y no democrático)?
Criptomonedas y Estados
El Salvador adoptó el bitcoin como moneda de curso legal en 2021. El presidente Nayib Bukele, como Milei, afirmó que así mejoraría la economía y atraería la inversión extranjera. En 2022, había más salvadoreños con monederos de bitcoines que con cuentas bancarias.
La comunidad internacional fue muy crítica con esta medida y, en 2024, El Salvador se vio forzado a reformar la ley bitcoin como parte de un acuerdo de préstamo con el FMI.
El 10 de enero de 2024, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) aprobó el lanzamiento de fondos cotizados(ETF) de bitcoin, que en Europa todavía no están disponibles.
El 23 de enero de 2025, Trump emitió una orden ejecutiva para el “fortalecimiento del liderazgo estadounidense en tecnología financiera digital” con objeto de apoyar el crecimiento y uso responsable de activos digitales, la tecnología blockchain y tecnologías relacionadas en todos los sectores de la economía. Ese mismo día, Vitálik Buterin, fundador de Ethereum, criticaba el uso de criptomonedas por parte de dirigentes políticos.
Los gobiernos llevan tiempo trabajando en la creación de criptomonedas respaldadas por sus bancos centrales (Central Bank Digital Currencies, CBDC), una propuesta que muchos ven como un contraataque a la descentralización que promueve la criptoeconomía.
Innovación cripto
La adopción de innovaciones tecnológicas no es sencilla. Ensayo y error son indesligables del proceso. El fenómeno es bien conocido y ha sido, y sigue siendo, objeto de estudio. Muchos recordarán la gran burbuja de las puntocom tras la introducción de internet.
Los curiosos o estudiosos de la economía pueden retroceder hasta la introducción del motor de combustión interna, el teléfono y tantos otros ejemplos de transformaciones sociotecnológicas apasionantes.
Además, el caso de las criptomonedas es especialmente difícil pues apunta al centro de un elemento nuclear de la economía y la sociedad: el dinero. Con perspectiva histórica, estaríamos solo a medio camino del “periodo de instalación” de esta nueva tecnología.
El caso del bitcoin
En 2008, el memético creador del protocolo Bitcoin Satoshi Sakamoto (nadie sabe quién es ni donde está), proponía en su famoso documento Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System la introducción del blockchain y el algoritmo de Proof of Work (PoW) como solución al problema de doble gasto que, hasta entonces, imposibilitaba la circulación del dinero digital. El 3 de enero de 2009 comenzaba la minería de bitcoines.
El valor de mercado (capitalización) actual del bitcoin está próximo a los dos billones de dólares, más del 50% del total del mercado cripto, un montante que ya no es despreciable frente a la suma de los billetes y monedas en circulación, las reservas bancarias y los depósitos a la vista.
No obstante, el sistema económico, financiero y político continúa desconfiando del bitcoin por su enorme volatilidad y carácter especulativo. El algoritmo original de PoW en blockchain presenta limitaciones técnicas (en eficiencia y coste de las transacciones, y consumo de energía), pero esta tecnología ofrece oportunidades de desarrollo de nuevos productos, servicios y negocios en ámbitos muy diversos: contratos inteligentes, votaciones electrónicas, reparto y compartición de derechos de autor, identidad, etc.
Muchos de estos nuevos desarrollos están detrás de las burbujas de los ICO (Initial Coin Offerings, 2017), NFT (Non Fungible Tokens, 2021) y numerosas memecoins, cuando no auténticos fiascos como la quiebra de FTX (2022).
Lo que dicen los expertos
Mercados y agregadores de predicción se preguntan si este año las grandes empresas comenzarán a admitir pagos con criptomoneda.
La tokenización como proceso para representar y mantener en una cadena de bloques títulos negociables de propiedad fraccionaria (tokens) de cualquier tipo de activo (inmobiliario, empresas y organizaciones, propiedad intelectual) ofrece innumerables posibilidades aún por explorar.
En el horizonte se vislumbran las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) –organizaciones capaces de funcionar sin una autoridad central y coordinadas mediante contratos inteligentes (blockchain)– y la web3. ¿Cuánto tardarán en llegar? Tres expertos en criptoeconomía comparten su opinión:
- Mari Carmen Blanco Seijo, socia fundadora de una empresa de finanzas descentralizadas afirma: “Estamos ante una bifurcación. Por un lado, quienes ven en esta tecnología una herramienta para la soberanía financiera y la innovación. Por otro, quienes –como Christine Lagarde en Europa– priorizan el control y las regulaciones restrictivas. En el nuevo escenario, el ecosistema cripto –auditable en tiempo real– expone la opacidad del sistema financiero tradicional, que ni es transparente ni permite un verdadero rastreo de las transacciones. El dinero digital avanza mientras las infraestructuras financieras vigentes siguen ancladas al pasado”.
- Jorge Serna, director de Producto y Tecnología en una plataforma de tokenización de activos digitales, propone: “La clave está en encontrar un equilibrio entre regulación e innovación. Mientras algunas iniciativas buscan evitar las regulaciones (memecoins y ciertos NFT), otras están forjando el camino hacia una integración con el sistema financiero tradicional (tokenización de empresas y activos institucionales). En los próximos años, la evolución del marco regulatorio determinará hasta qué punto blockchain podrá transformar los mercados financieros sin perder la esencia de descentralización que la hizo nacer”.
- Jorge Ordovás, cofundador de un laboratorio de blockchain apunta: “No nos engañemos mirando la memecoin en el dedo de Trump. Centrémonos en lo que está apuntando: ¡Es la geopolítica, estúpidos! Con el yuan digital que ya utilizan millones de ciudadanos, China lleva la delantera en el uso de moneda digital emitida por un banco central. Rusia ha encontrado la forma de usar las criptomonedas para realizar transacciones internacionales sin que Occidente pueda poner limitación alguna. Corea del Norte lleva años acumulando criptomonedas gracias a los ataques de sus hackers. En este escenario mundial Trump mueve ficha. Los Estados Unidos necesitan recuperar su lugar en esta competición y crear una reserva de bitcoines (nada menos que 1 millón de bitcoines del total de 21 millones programados), antes de que sea tarde. Porque, quizá, la era de dominio del dólar en la economía mundial está llegando a su fin.
Todo apunta a que estamos todavía en la etapa previa al punto crítico (tipping point) de la transición a la criptoeconomía. Como cuando hablábamos de los smartphones, antes del lanzamiento de iPhone en 2007.
Todavía no hemos visto nada, pero hablamos en 2040.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
Si esta noticia ha sido útil para ti, apúntate a nuestros boletines ¡No te decepcionaremos! También puedes añadir las alertas de finanzas.com a tus redes y apps: Twitter | Facebook | LinkedIn | Whatsapp | Flipboard. Y sigue los mejores videos financieros de Youtube.