La corrección acecha al bitcoin tras estrellarse contra los 20.000 dólares
El bitcoin sufre un duro rechazo en el filo de los 20.000 dólares, una barrera que podría generar más caídas
El bitcoin acaba de alcanzar nuevos máximos históricos ligeramente por debajo los 20.000 dólares. Pero en cuanto tocó este nivel psicológico, la divisa digital se vino abajo hasta cotizar en el filo de los 19.000 dólares.
La fuerte presión vendedora que afloró en el mercado refleja que esta barrera será un hueso muy duro de roer para la cibermoneda más popular del mundo. La semana pasada, el primer intentó a los máximos anuales ya acabó en fracaso por culpa del trading automático.
El vértigo pasó factura a un mercado que todavía no olvidó el fuerte desplome que sufrió el bitcoin a finales de 2017, cuando otro imponente rally alcista terminó con un batacazo aún más duro. Ahora, la corrección está al acecho, aunque las caídas podrían ser menos intensas.
Una corrección que no debería extrañar
“Es probable que veamos un retroceso del 20% al 30%. Este es un patrón predecible y no hay razón para no esperarlo”, apuntó Marcus Swanepoel, director ejecutivo del bróker londinense Luno.
El bitcoin ha tardado menos de tres años en volver a reescribir su historia, razón suficiente para que los más críticos desempolven el argumento de la burbuja irracional que hundió las cotizaciones hasta los 3.0000 dólares.
A este grupo se sumó Gary Cohn, ex presidente de Goldman Sachs y antiguo jefe del gabinete económico de Donald Trump. A su juicio, el bitcoin carece de “la integridad básica” que tiene cualquier mercado real, por lo que vaticinó más caídas.
El dinero institucional, clave en la escalada
Por el contrario, hay quienes piensan que esta vez la situación es diferente. La clave que lo cambia todo es el papel del dinero institucional, cada más decisivo.
"Ha llegado el momento de Bitcoin", dijo Guy Hirsch, director para los Estados Unidos en el bróker eToro. A su modo de ver, la participación institucional es una de las razones que explica los recientes avances.
La adopción del bitcoin como moneda de pago anunciada en octubre por parte de Paypal fue la chispa que prendió la mecha alcista. Antes, fue Square, la empresa de Jack Dorsey, el cofundador de Twitter, quien anunció una inversión de 50 millones de dólares en bitcoins.
El espaldarazo de Paypal y Square
Si estas dos grandes corporaciones, que son primeros espadas en el negocio de los pagos online, se interesan por el bitcoin, es que el interés institucional es tangible, leyeron los inversores.
Lo era incluso en verano, cuando una de las mayores gestoras de fondos del mundo, Fidelity, lanzó un fondo en bitcoins para sus clientes más importantes.
Esta es precisamente la diferencia crucial. Desde siempre se supo que el rally no llegaría a otra dimensión sin el apoyo de los grandes inversores, del dinero en mayúsculas.
Cae un hito de precios crítico
“Ahora hay numerosas formas para que los inversores institucionales ganen exposición a las criptodivisas, mediante instrumentos regulados con los que se sientan cómodos, lo que había en 2017”, argumenta Henri Arslanian, experto de la firma PwC Global.
Por eso mismo, expertos como Simon Peters, de eToro, argumentan que el bitcoin tiene todavía más capacidad de revalorizarse. “Ha superado un hito de precios crítico y parece que se moverá más alto”, destaca.
El debate como sustituto del oro resurge con fuerza
Paralelamente a la conquista de nuevos máximos históricos por parte del bitcoin, el oro vuelve a estar más cuestionado que nunca. Sucede justo porque miles de millones de dólares de dinero institucional han huido a toda velocidad del metal precioso.
El asunto que se dirime es si el bitcoin podría sustituir al oro como depósito de valor y herramienta de cobertura contra la inflación. En parte es una cuestión generacional. Los nuevos inversores y el público 'millenial' necesitan poco para convercerse de las bondades del bitcoin, mientras que el oro es uno de los grandes aliados de los gestores tradicionales.
El retroceso que sufrió el bitcoin la semana pasada, junto con la caída de este martes, son los argumentos en los que se apoyan los defensores del oro. Es precisamente esa volatilidad extrema la que más pavor causa en los inversores institucionales.
Los fondos comienzan a apostar por el bitcoin
Pero las cosas están cambiando. Tanto los fondos de inversión como los ‘family office’ están vendiendo sus tenencias en fondos cotizados de oro para apostar por el bitcoin, según los analistas de JP Morgan.
Desde el pasado 6 de noviembre, los fondos respaldados por lingotes de oro perdieron unos 5.000 millones de dólares. Paralelamente, uno de los fondos de activos criptográficos más demandado por los grandes inversores, el Grayscale Bitcoin Trust, duplicó sus tenencias en dólares desde principios de agosto.
Tres años después del gran desplome, los grandes inversores están utilizando al bitcoin como herramienta para cubrir sus carteras contra las perspectivas de una mayor inflación.
El oro, una gran caja negra
Sir ir más lejos, primeros espadas de Wall Street como Ray Dalio, Paul Tudor Jones o Stanley Druckenmiller, ya se han subido al tren del bitcoin, lo que refuerza las expectativas de que el rally sí pueda coger altura en esta ocasión.
Estos inversores saben mejor que nadie que el gran enemigo de las carteras en los próximos años será la inflación. Y son conscientes de que el bitcoin como depósito de valor es ahora mismo el gran competidor del oro.
Una de las diferencias entre los dos tipos de activos es que las transacciones con el bitcoin se pueden ver en la cadena de bloques, mientras que una gran parte del comercio de oro tiene lugar en el mercado de Londres, donde hay menos datos disponibles.
"La transparencia en el bitcoin está ayudando a generar mucho interés", dijo a Bloomberg Lyle Pratt, un inversor independiente. "El oro es como una caja negra, tienes que confiar en que los custodios te informarán sobre cualquier flujo en el mercado".