Resultados empresariales del Ibex-35: los mayores premios y los más severos castigos
La campaña de presentación de resultados ha propinado movimientos importantes en algunas acciones. El mercado ha valorado que las empresas cumplan y ha vendido la falta de claridad y la rebaja de expectativas.
La campaña de presentación de los resultados empresariales del año 2017 que acaba de terminar, a falta de Inditex, puede no haber tenido impacto en el Ibex-35 en su conjunto, o no de manera visible, pero ha movido de forma virulenta las cotizaciones de ciertas compañías. Nos quedamos con algunos de los valores que han protagonizado los movimientos más relevantes.
Meliá: los números la ponen en su sitio. La hotelera es la que con mayor algarabía ha celebrado sus números de 2017. Los presentó el 27 de febrero y ese día ganó un 7,82%. Juan Llona, de Imantia, comenta que las cifras, con mejores márgenes y positivas guías, hicieron caer al mercado en la cuenta de que estaba a unos múltiplos muy deprimidos. Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, precisa que cotizaba por debajo del valor neto de sus activos del año 2015. Con su última subida esa infravaloración se ha corregido en parte, pero tanto Llona como Sánchez creen que sigue teniendo potencial. Máxime porque, como añade Javier Ruiz, de Ahorro Corporación, Meliá ha indicado que de cara a 2018 espera una mejora de los márgenes, aunque este experto retrasa a 2019 esa progresión a medida que las dudas en España se disipen, la masa crítica de hoteles bajo gestión aumente y la compañía logre mayores cuotas de venta por canal directo. Incluso con esas salvedades Ruiz aconseja comprar porque la hotelera es líder en el segmento vacacional y por su solidez financiera, entre otras razones.
Bankinter: el gran triunfador en la banca. Subió más de un 5% cuando presentó sus números de 2017, el 25 de enero. Si Nagore Díez, de Norbolsa, apunta que batió expectativas en margen de intereses y en beneficio neto, Sánchez añade que a esos resultados se sumó un «extra», un impacto positivo de la norma IFRS9 según la que las entidades han de incrementar sus coberturas. Se calcula que a la banca europea le puede restar entre 40 y 50 puntos básicos de capital; en Bankinter se pensaba que le iba a mermar entre 5 y 15 puntos, pero al final la aplicación le ha sumado capital y el mercado se lo premió. Nuria Álvarez, de Renta 4, comenta que gusta de la entidad que sea sólida en su recurrencia y que sea la más rentable incluso descontando su negocio asegurador. Los expertos coinciden en que está cara.
Técnicas Reunidas y Gamesa, casos parecidos. La compañía de ingeniería especializada en infraestructuras energéticas también tuvo premio para sus números: en concreto, se anotó un 3,99% el 27 de febrero, cuando los hizo públicos. Los analistas, para explicar su éxito, unen su caso al del fabricante de aerogeneradores, que, el 30 de enero, cuando presentó sus cuentas del año pasado, se anotó un 3,84%. Así, Antonio Aspas, de Buy & Hold, comenta que ambas compañías habían revisado a la baja sus objetivos el año pasado y habían sufrido un fuerte castigo. Después de eso, sus últimos números no han empeorado y han cumplido lo previamente anunciado. Ambas, además, parecen estar mejorando en cuanto al volumen de contratación. Entre las dos empresas, Aspas se queda con Gamesa: ha subido mucho desde mínimos, pero aún está lejos de máximos y conserva potencial. En cambio, respecto a Técnicas Reunidas muestra más dudas, en concreto sobre la recuperación de los márgenes, aunque reconoce que las valoraciones a las que cotiza no están mal. Llona coincide con que los contratos parecen haber vuelto a las dos compañías, pero extiende las dudas que muestra Aspas sobre Técnicas también a Gamesa: persisten las incertidumbres sobre los precios y los márgenes con que están logrando los nuevos encargos, porque éste es un problema de las dos industrias en las que operan. Pero coincide con Aspas en estar algo más positivo con Gamesa.
Telefónica: el 'blue chip' más premiado. La operadora es otro de los valores triunfadores, con su subida del 3,80% el 22 de febrero cuando presentó sus números. Los analistas de Deutsche Bank destacaron en su informe posterior a los resultados que la solidez del cuarto trimestre y que sus guías para 2018 llevan consigo mejores márgenes y menor inversión de los que espera el consenso, lo que puede llevar a revisiones al alza. Iván San Félix, de Renta 4, añade que, con lo que menciona el banco alemán, las previsiones de la compañía respecto a sus ingresos y beneficio de explotación superan a las del consenso de analistas. De ahí que él mismo esté revisando su precio objetivo y mantenga su recomendación de sobreponderar. En la operadora, pues, se suman unos buenos resultados y unas positivas perspectivas de futuro.
IAG: las peores noticias. La aerolínea bajó un 5,19% el 23 de febrero cuando presentó sus números. Álvaro Jiménez, de Gesconsult, explica que fue porque éstos se quedaron por debajo de lo esperado en términos operativos, debido a que los costes, tanto los de combustible como los de personal, se colocaron por encima de lo esperado. De acuerdo con este experto, hay síntomas de que su potencial alcista se empieza a agotar. En primer lugar, porque las coberturas contra la subida del petróleo están acabándose. En segundo lugar, por la sobrecapacidad del sector, ya que la oferta crece a un 6% y la demanda, al 4%, lo que hace pensar en rebajas de precios. Iván San Félix, de Renta 4, apunta que las previsiones de aumento de capacidad son demasiado optimistas, teniendo en cuenta que espera crecimiento de ingresos unitarios. Según Jiménez, la recompra de acciones, más que como impulso de la cotización actuará como soporte contra las caídas.
Grifols: castiga la tendencia. Cayó casi un 5% el 28 de febrero cuando rindió cuentas. Álvaro Arístegui, de Ahorro Corporación, señala que le ha castigado que el cuarto trimestre fuera más flojo y que, en conjunto, desde el segundo trimestre mostrara un progresivo deterioro de las ventas, en parte por la depreciación del dólar. Ello, unido a lo mucho que había subido con el apoyo de la buena marcha de la compañía en la primera mitad del año y con el impulso de la reforma fiscal de Trump, explica la severa corrección, según Arístegui. Aspas añade que le ha perjudicado que las previsiones de márgenes e ingresos para 2018 se hayan deteriorado. Arístegui cree que a corto plazo la divisa le puede seguir castigando, pero confía en la empresa a medio y a largo plazo y más en las acciones 'B', más baratas. Aspas apunta que aunque la compañía le gusta, ahora la ve cara.
Bankia y Ferrovial: idéntico castigo. Bankia fue el farolillo rojo del sector, con su caída del 4,31% el 29 de enero. Sánchez explica que a la entidad le pesó que contabilizara todo el coste de la integración de BMN. Pero Álvarez apunta que es posible que le castigara no adelantar expectativas a la espera de la presentación del plan estratégico, algo que no ocurrió hasta el 27 de febrero. También fue mal acogido en el mercado porque, como Sánchez y Álvarez explican, su cumplimiento es muy dependiente de factores externos: la evolución de los tipos y de los volúmenes. Llona añade que asumiendo un beneficio de 1.300 millones de euros en 2020, estaría comparativamente cara. Ferrovial bajó ese mismo 4,31% el 1 de marzo, tras presentar al cierre de la sesión anterior sus cifras, y eso que Ángel Pérez, de Renta 4, valoró bien las cuentas, aunque advirtió de los márgenes en construcción y servicios.
Iberdrola: el peor de los 'blue chips'. Cayó un 4,10% el 21 de febrero cuando publicó sus números. Álvaro Navarro, de Intermoney Valores SV, explica que los resultados del último trimestre fueron malos a nivel operativo por el negocio de generación en España y en Reino Unido, y renovables y redes no pudieron compensarlo. A ello se unió la complejidad que añade al análisis que tuviera muchos extraordinarios. Junto a las cuentas, la eléctrica presentó la revisión de su plan estratégico: rebajó sus objetivos para 2020 por sus previsiones sobre las divisas, aunque Navarro cree que el plan es sólido con crecimientos anuales de entre un 4,5% y un 5,5% en el beneficio hasta 2022, ritmo que también seguirá el dividendo. Llona cree que la reacción a la baja fue excesiva aunque sobre el sector se ciernan incertidumbres regulatorias y se vea afectado por la subida de tipos. Reconoce que le sorprendió, porque opera en actividades rentables. Por ahora, sin embargo, prefiere no estar en el valor.
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