Fondos de renta variable: ¿Es su momento en las carteras pese a la incipiente volatilidad?

Pese a los últimos movimientos en los mercados, la estrategia de las gestoras de cara a este año sigue pasando por los activos de riesgo... y sobre todo por la bolsa europea, para la que auguran retornos de dos dígitos. Para aprovechar el potencial, destaca

La volatilidad ha vuelto a los mercados en los últimos días, afectando a las bolsas, a las materias primas y a criptomonedas como el bitcoin con especial intensidad. Los expertos son cautos pero, en general, creen que podría tratarse de una recogida de beneficios ante las fuertes valoraciones, y su estrategia de cara a este año sigue pasando por los activos de riesgo... y sobre todo por la bolsa europea.

«Puede que las valoraciones sean demasiado exigentes a pesar del fuerte crecimiento de los beneficios empresariales; puede que el miedo a más subidas de tipos en Estados Unidos de las deseadas por los operadores de mercado les haya llevado a reposicionar las carteras; o que los algoritmos que rigen los mercados de futuros tuvieran mayor incidencia de la habitual. Quién sabe si simplemente es una recogida de beneficios o si por el contrario estamos ante el inicio de un mercado bajista, pero apostamos por lo primero», comentaba Jorge González, desde la Dirección de inversiones de Tressis, sobre las últimas correcciones.

Además, aunque se dieran más caídas, los expertos hablan del menor riesgo en Europa, debido a las valoraciones y, de hecho, en las presentaciones de estrategia de cara a este año el activo de mayor consenso es la renta variable del Viejo Continente. Para Marc Halperin y Anthony Penel, gestores del fondo EdR Equity Euro Core, en Edmond de Rothschild AM, Europa todavía tiene potencial de recuperación incluso cuando los mercados de renta variable son altamente dependientes de los mercados globales: «La nueva volatilidad podría crear oportunidades mientras algunas compañías se siguen beneficiando de acontecimientos económicos positivos en 2018. Los beneficios todavía están creciendo y las expectativas del consenso son que aumenten entre el 8 por ciento y el 9 por ciento en Europa este año», comentan. 

«2018 se presenta favorable para la renta variable europea. El entorno macro ha ido mejorando a lo largo de 2017 y nos encontramos ahora con las mayores tasas de crecimiento del PIB de los últimos 10 años. Además, se trata de un crecimiento sano por lo equilibrado entre sector exterior y demanda interna», afirma José Antonio Montero de Espinosa, responsable de Renta Variable Europea de Santander AM y gestor de Santander Acciones Españolas. El experto recuerda también que la política monetaria expansiva del BCE sigue proporcionando unas condiciones financieras muy favorables, con fácil acceso al crédito a tipos de interés muy bajos. «Las compañías cotizadas se benefician de un escenario muy positivo en el que se siguen revisando al alza los beneficios esperados», y recuerda que las valoraciones no están ajustadas: «Aunque las bolsas europeas han subido, los ratios de valoración aún están cercanos a las medias históricas. En este entorno de tipos tan deprimidos, la rentabilidad por dividendo que ofrece la renta variable es muy atractiva frente a otras alternativas de inversión».

Está de acuerdo con las buenas perspectivas para el activo Mario Lafuente, gestor de inversiones CFA de atl Capital: «Estamos asistiendo a un crecimiento sincronizado de beneficios empresariales a nivel global, debido a la mejora que están registrando los márgenes de las empresas, una circunstancia que llevaba años sin producirse. Las valoraciones de los mercados desarrollados no son baratas pero pueden justificarse siempre que no se produzca un repunte muy agresivo de los tipos de interés», matiza.

«Nuestra perspectiva no ha cambiado. El momentum del crecimiento cíclico global en todos los sectores y regiones no muestra señales de debilitamiento en 2018 y las condiciones de la política monetaria global se mantienen, en general, acomodaticias. El momentum de los beneficios empresariales en conjunto todavía es positivo, pero la evolución de las divisas ha llevado a revisiones negativas en Europa y positivas en Japón y Estados Unidos. Se espera que los beneficios por acción aumenten en los próximos meses entre un 10 por ciento y un 15 por ciento entre las distintas regiones», añade Guy Lerminiaux, CIO de renta variable de Degroof Petercam AM.

Retornos de doble dígito

En este entorno, los expertos hablan de potenciales rentabilidades de doble dígito para la bolsa europea: «Esperamos para este año crecimientos de doble dígito bajo en los beneficios europeos. A esto hay que sumar una rentabilidad por dividendo cercana al 4 por ciento que vemos sostenible teniendo en cuenta la situación de balance saneado de la mayor parte de las compañías y las buenas perspectivas de crecimiento de beneficios. Con todo ello es factible llegar a rentabilidades de doble dígito para la renta variable europea, sin asumir un re-rating adicional de los múltiplos a los que cotiza», dice Montero de Espinosa.
Lafuente también habla del doble dígito: «Con un crecimiento de beneficios del 9 por ciento y un dividendo del 3 por ciento, se podría esperar un 11 por ciento/12 por ciento de rentabilidad en los mercados europeos. Nuestras preferencias dentro de Europa, son España y Francia frente a Alemania e Italia», añade.

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Mejores valoraciones

Además, en un entorno de posibles correcciones, las menores valoraciones de la bolsa europea suponen un extra de protección. «Europa, y especialmente la zona euro, es la mejor opción para los inversores de renta variable», dice Emmanuel Chapuis, gestor de Oddo BHF AM. «La economía marcha a todo gas en Alemania y se está recuperando en algunos de los países rezagados del sur de Europa. Pero la mejor razón para comprar acciones europeas parece ser su valoración: si se compara con los mercados emergentes y estadounidenses, que han vivido un gran auge en los tres últimos años, Europa ha quedado rezagada, una brecha que aumentó aún más en 2017», de en torno al 20 por ciento.

«Sin duda, la renta variable europea cotiza con fuerte descuento respecto a la americana ya que se ha quedado muy atrás en este último ciclo alcista. Para que la situación cambie, es necesario que recuperen los beneficios europeos respecto a los americanos», explican desde Santander AM. Coinciden desde atl Capital: «Preferimos la renta variable europea a la americana ya que ha comenzado a converger en rentabilidad y está a múltiplos menos exigentes. El S&P 500 cotiza a un PER de algo menos de 17 veces beneficios y el Stoxx 600 a 14,3 veces». 

«En nuestra asignación geográfica, mantenemos una sobreponderación en renta variable europea, ya que las valoraciones siguen siendo razonables en Europa y el crecimiento de los beneficios probablemente está subestimado», añaden en Degroof Petercam AM.

Razones para la cautela

Sin embargo, desde Unigestion ponen un punto de cautela: aunque consideran que en Europa continental el crecimiento mejor de lo esperado y el menor riesgo político son factores positivos (este último punto, también en Reino Unido ante la rebaja de las incertidumbres derivadas del Brexit), advierten de que las valoraciones son altas frente a estándares históricos. «Desde los niveles actuales, las futuras ganancias bursátiles se verán determinadas por grandes sorpresas en los beneficios», comenta Stephane Dutu, del equipo de Equities de Unigestion, que recuerda que la política monetaria ultralaxa podría volverse en contra en un momento de fuertes datos económicos en la eurozona y advierte de que la normalización monetaria podría tener lugar más rápido de lo esperado, llevando a mayores tipos y a menores múltiplos de valoración para las bolsas.
También llegan advertencias desde Jupiter AM: «Nos parece poco probable que las excepcionalmente propicias condiciones de inversión de los últimos años, especialmente los tipos de interés, vayan a durar mucho más. Las autoridades han señalado que los tipos tendrán que subir a medida que las presiones inflacionistas aumenten. Además, las evidentes tensiones que se observan en los países occidentales entre el capital y la mano de obra podrían dar lugar a políticas menos favorables para las empresas», dice Alexander Darwall, responsable de Jupiter European Growth.

Fondos para jugar este escenario

Para jugar este escenario de optimismo con matices, los expertos señalan algunos fondos centrados en compañías europeas, unos con sesgo más value, otros más de crecimiento y otros que se fijan en empresas familiares o en aquellas que pueden beneficiarse de los cambios... y la mayoría de ellos centrados en la selección de valores, más que en la macroeconomía. Lafuente habla de Bellevue Entrepreneur Europe, JPM Europe Equity Plus e Invesco Paneuropean Structured como buenas ideas.

«Los inversores están volviendo a la zona euro, por lo que nuestra propuesta para invertir en renta variable es DPAM Invest B Equities Euroland», dicen en Degroof Petercam AM. El fondo invierte en acciones de compañías de la zona euro a través de una estrategia activa, seleccionando y combinando valores de calidad. Las principales apuestas son Banco Santander, Royal Dutch Shell, SAP AG, Allianz y ASML Holding.
Montero de Espinosa habla de las oportunidades en value: «Nuestro enfoque se centra sobre todo en la selección de valores pero lo cierto es que encontramos más ideas en sectores value frente a sectores growth. Tenemos, en conjunto, un sesgo cíclico y estamos infraponderados en sectores defensivos que se han beneficiado los últimos años de tipos de interés extraordinariamente bajos», dice.
Otra de las ideas, Oddo Génération, invierte en invierte en empresas cotizadas europeas con una fuerte influencia familiar: busca compañías con una estructura de accionistas estable a largo plazo, con una orientación internacional de su negocio y que cumplen criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo), con enfoque principal en la calidad de la dirección. Las principales posiciones son Banco Santander, SAP, Fresenius Medical Care, Volkswagen y Continental.

Por su parte, el fondo Edmond de Rothschild Equity Euro Core invierte a partir de un análisis fundamental bottom-up en compañías de la zona euro que sean líderes en sus sectores. Hoy, las principales asignaciones sectoriales de la cartera corresponden con finanzas (25,3 por ciento), industria (14,3 por ciento) y consumo discrecional (13,4 por ciento) y, en cuanto a compañías individuales, los cinco nombres con más peso son Royal Dutch Shell, Fresenius Medical Care, Intesa Sanpaolo, ENI SPA y Deutsche Telekom.

Los gestores del equipo de renta variable de Unigestion y del fondo Uni-Global - Equities Eurozone explican su sobreponderación en áreas como Francia (gracias al buen entorno económico) e infraponderación en Italia y España (que podrían verse afectadas por los cambios por parte del BCE), mientras son muy positivos con el sector asegurador. «Para capear el periodo turbulento que tenemos por delante, nuestra selección de valores favorece aquellos con valoraciones razonables, potencial de sorpresas en los beneficios y correlaciones positivas con incrementos en los tipos de los bonos. Encontramos muchos de estos criterios en el sector asegurador», comentan.

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