Los máximos vuelven a los fondos... una década después

Los fondos de inversión españoles están de celebración: diez años después de aquel mayo de 2007 en el que alcanzaron[…]

Los fondos de inversión españoles están de celebración: diez años después de aquel mayo de 2007 en el que alcanzaron un volumen máximo de 261.076 millones de euros, a finales de 2017 han vuelto a batir récords, situando su patrimonio en 262.847 millones. Ha tenido que pasar una década hasta que el patrimonio se ha recuperado pero la tendencia es sólida y todo apunta a que el camino seguirá al alza.

Con motivo de estos nuevos máximos históricos, Inverco, la asociación española de instituciones de inversión colectiva, ha publicado un informe en el que hace balance de estos diez años en los que las aguas han vuelto a su cauce tras una profunda crisis en el sector. Pero ahora, dice, los fondos han recuperado el mismo protagonismo en los mercados financieros nacionales que tuvieron hace una década, representando ya más del 22 por ciento del PIB nacional, muy cerca del 25 por ciento que supuso en junio de 2007. 

Dos ciclos diferenciados

Inverco habla de dos periodos muy diferenciados en la última década: en primer lugar, de 2007 a 2012, una fase dominada por la elevada volatilidad de los precios de los activos, fruto de la crisis financiera, y que en España se alargó hasta 2012. Esta situación provocó una desinversión neta en los instrumentos de ahorro con exposición a los mercados financieros (como son los fondos), tanto de renta fija como de renta variable, en favor de otros productos sin riesgo pero con elevadas remuneraciones: los depósitos atrajeron el grueso de los capitales gracias a sus atractivas rentabilidades, fruto de las necesidades de financiación de las entidades financieras dadas las tensiones en los mercados mayoristas. 

Pero, precisamente por las salidas de flujos en los fondos, Inverco recuerda que éstos son instrumentos con una gran liquidez, incluso en momentos muy difíciles de mercado. «A pesar de las elevadas turbulencias presentes en los mercados financieros, y en especial en los de renta fija, con niveles de liquidez mínimos y en muchos casos inexistentes, los fondos otorgaron liquidez a todos los partícipes que la solicitaron, valorando los activos a precio de mercado, reflejando así, en estos momentos difíciles, las ventajas de invertir en fondos frente a otros activos financieros», explica la asociación en su informe. 

De hecho, en estos años (2007 a 2012), los fondos experimentaron más de 132.000 millones de euros de reembolsos netos, lo que provocó un retroceso de su volumen de activos, que descendió en casi 139.000 millones desde su máximo de mayo de 2007.

La senda de la recuperación

El período 2013-2017 fue completamente diferente. La recuperación de la actividad económica en España, unida a diversos factores que se combinaron al inicio de 2013, revirtieron la evolución negativa de los años anteriores, y los fondos comenzaron de nuevo a ser receptores netos de flujos de inversión, en una tendencia que se mantiene hasta la fecha, y que los ha convertido en el instrumento de ahorro preferido por los españoles para canalizar sus inversiones, explican en Inverco.

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Así, en los últimos cinco años, los fondos domésticos han experimentado suscripciones netas positivas superiores a los 117.692 millones de euros, lo que unido a los rendimientos obtenidos, ha permitido a los fondos incrementar su patrimonio en 140.525 millones de euros. Y las entradas de dinero explican la gran mayoría del crecimiento: «La solidez del crecimiento de los últimos cinco años lo demuestra el hecho de que el 84 por ciento del incremento patrimonial corresponde a adquisiciones netas de fondos, mientras que el restante 16 por ciento es atribuible a la revalorización de las carteras por el efecto mercado», dice el informe.

Rentabilidad positiva

Aunque la recuperación se explica sobre todo por el apetito renovado de los inversores hacia estos vehículos de ahorro e inversión, los mercados también han ayudado en este camino al alza. 

Según Inverco, los fondos han obtenido rentabilidades medias positivas en todos y cada uno de los años del período 2013-2017, recuperando los ajustes de valor del período 2008-2012 por efecto de la crisis financiera. De hecho, el efecto neto positivo de las rentabilidades de los fondos en el conjunto 2007-2017 alcanza los 21.825 millones de euros, a pesar de la elevada incertidumbre presente en los mercados en buena parte del período analizado. 

Además, la gran mayoría de los meses de este período, la rentabilidad interanual media obtenida por los fondos nacionales ha sido positiva, recuerdan en la asociación.

Mayor apetito hacia el riesgo

Inverco también destaca que, durante este período, la evolución de las preferencias de inversión del partícipe ha sido notable, ajustando su perfil inversor hacia posiciones más dinámicas, lo que denota un mayor nivel de tolerancia al riesgo. De hecho, las suscripciones se han dirigido, con cada vez mayor fuerza en los últimos años, hacia propuestas más atrevidas, que incluyen renta variable en las carteras.

Entre las razones que justifican dicho comportamiento, dice la asociación, destaca una más coyuntural, como es la negativa evolución de los tipos de interés, que ha obligado al partícipe a buscar una rentabilidad extra a sus inversiones, y otra más estructural, como es el incremento de la cultura financiera del ahorrador medio español. En este proceso, las entidades han desempeñado un papel fundamental en la promoción de la educación financiera del ahorrador minorista, destaca Inverco.

Así, mientras en mayo de 2007 más del 60 por ciento del patrimonio de los fondos pertenecía a vocaciones claramente conservadoras (37 por ciento monetarios y renta fija corto plazo y 24 por ciento garantizados), en diciembre del 2017 apenas el 33 por ciento del ahorro en fondos se canalizaba a través de este tipo de instrumentos. En sentido contrario, en la actualidad casi cuatro de cada diez euros se encuentran invertidos en fondos con exposición total o parcial a bolsa (es decir, renta variable o mixtos), frente a apenas el 25 por ciento de hace 10 años. 

Horizontes de inversión más dilatados

«Quizás por la misma razón apuntada anteriormente, se viene observando un incremento del horizonte medio de inversión del partícipe, tradicionalmente muy cortoplacista, y que según las últimas encuestas del Observatorio Inverco, planifican sus inversiones con un plazo superior», destaca la asociación.

Según el «V Barómetro del Ahorro» publicado por el Observatorio Inverco a finales de 2017, el número de ahorradores que invierten con un horizonte temporal superior a tres años se está incrementado de forma continua en los últimos años, pasando del 15 por ciento en 2011 hasta el 35 por ciento en 2017. En sentido contrario, el número de ahorradores que invierten con plazos inferiores al año se está reduciendo drásticamente, pasando del 33 por ciento hace seis años hasta el 15 por ciento actual. 

En el caso concreto de fondos, y según la «VII Encuesta a Gestoras» realizada a primeros de 2017, el perfil medio de partícipe es un inversor que permanece en el instrumento entre tres y cuatro años.

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