Las familias sacan 50.000 millones de depósitos en un año por su baja rentabilidad
La depreciación que están sufriendo los productos de ahorro clásicos a los que históricamente recurrían los ciudadanos para optimizar su[…]
La depreciación que están sufriendo los productos de ahorro clásicos a los que históricamente recurrían los ciudadanos para optimizar su patrimonio provoca una sangría de capitales que poco a poco va saliendo de los depósitos bancarios y se destina a otros activos ligados al mercado bursátil. La tendencia es imparable en un contexto dominado por los tipos de interés en el 0%: solo en el último año, los ciudadanos han retirado 49.448 millones de euros de productos de ahorro a plazo, un 17,7% menos, hasta situar la cuantía ahorrada a través de estas herramientas bancarias en los 229.474 millones.
Las cuentas financieras actualizadas por el Banco de España, con datos del tercer trimestre de 2017, muestran la tendencia descendente que viven los depósitos desde que el Banco Central Europeo (BCE) modificara su política monetaria para salvar a la zona euro del colapso, con intereses en mínimos, facilidades para la banca y compra de deuda pública, entre otras medidas. En 2012, el importe destinado a depósitos superaba los 447.000 millones de euros, una cifra que se ha reducido casi a la mitad hasta el mes de septiembre del año pasado.
Sí se mantiene más estable la cuantía de dinero ahorrado por las familias en cuentas disponibles (a la vista, corrientes, etc.) por las que pueden disponer de su dinero de forma instantánea sin necesidad de acogerse a las condiciones que imponen los depósitos para ser remunerados a un tipo de interés pactado por contrato. En las cuentas a la vista, el importe depositado en ellas ascendía a 560.802 millones de euros hasta el tercer trimestre del año pasado. En el caso del dinero en efectivo, disponible para los hogares, ascendía a 61.458 millones de euros. Entre todas estas modalidades de ahorro clásico representan un 40% de los activos financieros de los españoles, tras perder más de un punto porcentual en el peso del conjunto del patrimonio de cada familia en el último año.
En sentido contrario a los depósitos se han comportado los fondos de inversión, cuyo patrimonio superaba los 305.800 millones de euros hasta septiembre del año pasado, lo que representaba un 10% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. El volumen acumulado en este tipo de activos se ha incrementado en 27.597 millones de euros en apenas 12 meses. También lo ha hecho el del patrimonio invertido en acciones de Bolsa, con 132.724 millones de euros, un 7% más que un año antes. En el caso de los seguros -la categoría en la que se incluyen pensiones privadas, rentas periódicas o seguros de vida, entre otros-, acumulan 353.268 millones, una cifra similar a la de trimestres anteriores, aunque en claro ascenso como el que reflejan los planes de pensiones con unos derechos de cobro acumulados cercanos a los 170.000 millones de euros.
La imposición de los productos financieros ligados a los mercados en detrimento de los clásicos activos de ahorro es la razón que explica la mejora en la riqueza global acumulada por las familias españolas durante el año pasado. Esta cuantía se situó en los 1,33 billones de euros, lo que supone un crecimiento del 4,3% con respecto al ejercicio anterior. De hecho, todas estas posiciones representan ya un 115,8% del Producto Interior Bruto (PIB), esto es, 0,7 puntos más que en septiembre de 2016.
El supervisor bancario refleja en su informe que la riqueza de los hogares se mantiene por encima de los niveles previos a la crisis, ya que en el primer semestre de 2007, antes de que diera comienzo la recesión, esa riqueza familiar rozaba el billón de euros. En concreto, los activos de los que disponen ahora en términos netos -sin descontar la deuda comprometida en cada hogar- supera los 2,10 billones de euros, un 2,8% más que un año antes. Esta circunstancia se explica no solo por el resultado de una adquisición neta de activos financieros por valor de 25.000 millones en los 12 últimos meses, sino también por una revalorización de esos activos que aportó 31.000 millones de euros, por el auge de las Bolsas.
La situación patrimonial media de los ciudadanos sigue mejorando gracias al proceso de desapalancamiento que están realizando los ciudadanos para quitarse lastre de deuda de encima. En concreto, los compromisos adquiridos con los bancos a través de todo tipo de préstamos, créditos e hipotecas tienen un valor de 1,8 billones de euros hasta el tercer trimestre del año pasado, esto es, casi un 160% del PIB, lo que supone una reducción de 8,5 puntos porcentuales con respecto a los registros de un año antes. De ese porcentaje, un 98% corresponde a empresas no financieras y casi un 62% a los hogares.