El Ibex-35 pierde un 0,49% en la última sesión de un año en el que gana un 7,4%
El que acaba ha sido el mejor año para el Ibex-35 desde 2013, cuando ganó un 21,42%. Además, la subida de los últimos doce meses sigue a dos años consecutivos de pérdidas en el Ibex-35.
El Ibex-35 cierra la última sesión del ejercicio como las tres anteriores, en negativo, con un retroceso de medio punto porcentual. Porque ya son cuatro las jornadas consecutivas de pérdidas que acumula el índice. Al menos, ha logrado salvar los 10.000 puntos, aunque el cierre del año implica acabarlo más de mil puntos por debajo de los máximos que marcaba a principios del mes de mayo, cuando, en esos 11.135 puntos, acumulaba una rentabilidad en el año del 20%. Su rendimiento a 29 de diciembre ha quedado mermado a un 7,4%. Es un porcentaje suficiente para que el selectivo haya cerrado su mejor año desde 2013, cuando se anotó un 21,42%. Además, la subida de 2017 llega después de dos años consecutivos de descensos (de un 2% en 2016 y de un 7,15% en 2015).
Decepcionante resultado, pues, teniendo en cuenta cuánto llegó a subir y también si se pone en comparación con lo que han ganado en el año otros indicadores: el Dax alemán da carpetazo a 2017 con una revalorización del 12,5%, el Ftse Mib italiano, con una subida de cerca del 14% y el Cac 40 francés, con un avance de cerca de un 10%. Bien es verdad que el paneuropeo Eurostoxx 50 lo ha hecho peor que el selectivo español, con una rentabilidad del 6,5%.
Si miramos al otro lado del Atlántico, la ganancia del Ibex-35 parece todavía menor, dado que la que ha conseguido sumar el Nasdaq se ha acercado al 30%, la del Dow Jones ronda el 25% y la del S&P 500, el 20%.
La última sesión del año también ha sido a la baja en otros índices de Europa, con el Ftse Mib de Milán encabezando los descensos, con un retroceso del 1,21%, mientras que el Cac 40 francés y el Dax alemán se han dejado, como el Ibex-35, alrededor de medio punto porcentual. En cambio, el Ftse 100 británico ha cerrado con una subida del 0,85% y el PSI-20 de Lisboa, con una revalorización del 0,36%.
Un ejercicio marcado por la política
El año comenzaba con la preocupación de citas electorales, como la holandesa y la francesa, por la pujanza de las fuerzas de la extrema derecha. Pero tanto la primera como la segunda tuvieron el resultado deseado por el mercado, con los ultras fuera del Gobierno en el primer caso y con la victoria de Emmanuel Macron en el segundo. Ello ayudó a los índices a tener un muy buen arranque de 2017. Especialmente al Ibex-35 que contaba a su favor con los mejores datos económicos de entre los principales países europeos.
A partir de la primavera, ya con esas primeras dudas resueltas, los indicadores se tomaron un respiro que estuvo alimentado por las incertidumbres que venían de Estados Unidos: tanto por investigaciones respecto a la relación de la Administración Trump con el Kremlin como por las dificultades que parecía tener el nuevo presidente para sacar adelante sus promesas electorales. A ello se sumaron, ya en verano, las tensiones crecientes entre, de nuevo, Trump y Corea del Norte. Una vez superadas esas dificultades, a partir de finales de agosto, los índices de renta variable volvieron a tirar al alza, con la excepción del Ibex-35. Éste se quedó atrapado en la horquilla comprendida entre los 10.000 y los 10.500 puntos, por las incertidumbres ligadas a la crisis política catalana. Por ello el selectivo español se quedó atrás respecto al resto de índices europeos.
Con la última sesión y la última semana de diciembre, el mes termina con pérdidas, después de que noviembre también cerrara en negativo.
En el conjunto del ejercicio, once valores del Ibex-35 cierran con pérdidas, encabezados por Siemens Gamesa (-40%), Técnicas Reunidas (-32%) y Mediaset (-16%). En positivo, Cellnex ha sido el más rentable, con una revalorización del 55%, seguido de IAG, Amadeus y Abertis, que se han anotado alrededor de un 40%. Aena y Grifols, por su parte, han ganado alrededor de un 30%.
Sólo diez valores se salvan hoy de los recortes
En la sesión de hoy, sólo una decena de valores se han salvado de los recortes. De ellos, sólo siete han cerrado al alza. Colonial ha encabezado las ganancias, con una subida del 1%, seguido muy de cerca por Red Eléctrica, que se ha anotado un 0,97%. Después, Dia, Técnicas Reunidas y ACS, que han avanzado alrededor de un 0,35%. Indra e Iberdrola se han tenido que conformar con subidas que no han llegado al 0,10%.
Gas Natural, Meliá y Merlin han esquivado también los números rojos, pero sólo han logrado terminar el día en tablas.
En negativo, Repsol ha sido el peor, con un descenso del 1,93%, seguido de Siemens Gamesa, que se ha dejado un 1,85%.
En el Índice General de la Bolsa de Madrid, Urbas ha perdido un 23,53%, en su primera sesión de negociación después de que la CNMV levantara su suspensión.
El euro y el crudo cierran al alza
Más allá de la Bolsa, nos encontramos con que uno de los activos protagonistas del año ha sido el euro, que cierra el ejercicio rondando la cota de 1,20 dólares frente a niveles de alrededor de 1,04 unidades en que lo comenzó. Esta apreciación, de alrededor de un 14% frente al billete verde, es la mayor desde el año 2003.
También al alza cierra el petróleo. El barril de Brent, de referencia en Europa, que comenzaba el ejercicio cambiándose por alrededor de 55 dólares, lo cierra por encima de los 66, no sin antes revisitar los 45 dólares a mediados de año.
El precio del oro, volátil durante todo el año, por su parte, logra echar el cierre al ejercicio por encima de los 1.300 dólares.
El pinchazo de los bonos tendrá que esperar
En el mercado de deuda 2017 también ha sido un año volátil. La rentabilidad del bono español, que arrancaba enero en el 1,30%, en lo peor del ejercicio, a principios de año, antes de las elecciones francesas que se temía pudiera ganar Marine Le Pen, llegó a acercarse al 1,90%. En lo peor de la crisis catalana, a principios de octubre, apenas llegó al 1,75%. Cierra el año algo por encima del 1,50%.
La rentabilidad del bono alemán a diez años comenzaba 2017 en el 0,20%, marcaba máximos en julio en el 0,60% y cierra el ejercicio en el 0,42%.
El interés de su comparable estadounidense acaba el año como lo comenzó, en el entorno del 2,40%. Su máximo lo marcó en marco ligeramente por encima del 2,60% y su mínimo, en septiembre, por debajo del 2,10%.
No ha sido, pues, este tampoco, el ejercicio del pinchazo de los bonos, porque las políticas monetarias no se han endurecido más de lo esperado y porque la inflación tampoco ha repuntado en exceso. Además, las políticas económicas expansivas de Trump sólo han llegado a aprobarse hace unos pocos días.