¿Qué hay detrás del desplome del Bitcoin?
El pasado domingo rondaba los 20.000 dólares y ayer llegó a tocar los 11.000 dólares.
El bitcóin demostró ayer la gran volatilidad que afecta a esa criptomoneda, al desplomarse cerca del 20 % en las últimas 24 horas, días después de que debutara en el mercado de futuros de Estados Unidos.
El derrumbe comenzó cuando los mercados estadounidenses estaban cerrados por la noche, sin que se conozca una razón específica, algo difícil teniendo en cuenta las lagunas legales de ese mercado y la poca o nula transparencia de las transacciones.
La alarma se ha extendido tanto que Coinbase, considerada como la plataforma de compraventa de monedas virtuales más importante de Estados Unidos, anunció que había interrumpido temporalmente las operaciones y que estaba haciendo lo posible para restablecerlas.
El anuncio fue hecho a las 16.11 GMT, y poco después lo atribuyó al "tráfico alto" en las operaciones.
A esa hora, la más exitosa de las más de 29 criptomonedas que tienen una capitalización mayor a los 1.000 millones de dólares, se estaba cotizando a 12.800 dólares, con un descenso del 18,2 % desde el día anterior a la misma hora.
Pero durante el día llegó a registrar un mínimo de 11.069 dólares, en una caída que comenzó a agravarse poco antes de que abrieran los mercados financieros de Wall Street.
La cotización está muy por debajo del valor de más de 19.800 dólares que tenía el pasado domingo, un día antes de que el bitcóin comenzara a operar en CME, el principal mercado de derivados financieros de Estados Unidos, con sede en Chicago.
La irrupción del bitcóin en CME y la oferta que una semana anterior hizo CBOE, otro mercado de derivados financieros de Chicago menor que el anterior, generó expectativas de que esa moneda virtual redujera la volatilidad que viene registrando en los últimos años.
Hace un año, el bitcóin se cotizaba a cerca de 800 dólares y, desde entonces, ha avanzado un 1.367 %.
Pero el empujón mayor lo ha tenido desde mediados de noviembre, cuando se cotizaba en torno a los 6.000 dólares, y ya en diciembre comenzó por encima de los 10.000 dólares.
¿Razones?
La razón del desplome de hoy que han apuntado los medios especializados está vinculada a problemas técnicos que, al parecer, están experimentando las principales plataformas de compraventa teniendo en cuenta la popularidad que ha ganado en los últimos días.
Coinbase ya reconoció el miércoles que no estaba pudiendo completar muchas transacciones por la avalancha de peticiones que ha habido en los últimos días, después de que esa criptomoneda ganara popularidad.
La firma anunció entonces que las transferencias podrían retrasarse hasta cinco días hábiles, y los problemas se agravaron hoy.
El desplome del bitcóin que se estaba registrando en la cotización real se estaba reflejando también en el mercado de futuros de CME, con sede en Chicago, días después de que comenzara a ofrecer ese producto.
En los futuros de bitcoines a un plazo de un mes, la criptomoneda estaba con un precio de 12.525 dólares hacia las 16.30 GMT, con un descenso de 2.805 dólares desde el día anterior, después de haber alcanzado un máximo de 19.000 en el lanzamiento del lunes.
El desplome de hoy está dando la razón a quienes insisten en que invertir en bitcoines no es una opción razonable, teniendo en cuenta su fuerte volatilidad y el hecho de que esa criptomoneda no está insertada en ningún sistema económico.
Algunos van más allá, como Charlie Munger, la mano derecha del gurú de Wall Street Barren Buffett, quien hizo comentarios hace varios días que, sin embargo, han cobrado gran notoriedad en las últimas horas tras ser colocados en YouTube.
Al ofrecer una charla en la Universidad de Michigan, Munger calificó como una "locura total" pensar en la posibilidad de invertir en bitcoines.
"Creo que es absolutamente estúpido incluso detenerse a pensar en ello", afirmó Munger, quien insistió en que se trata de "una burbuja loca, una mala idea, que atrae gente hacia el concepto de una riqueza fácil sin comprender mucho cómo funciona".
Y el lugarteniente de Buffett da un consejo final a quien pretende invertir en bitcoines: "Evítalos como la peste".