Vuelve el protagonismo bancario

El año va a terminar igual que comenzó:
al ritmo que marcan los bancos. No podía ser de otra manera. La decisión de
algunos bancos centrales de subir los tipos de interés, unida a la necesidad de
que las entidades financieras españolas refuercen sus provisiones en algunos
créditos nos recuerdan dos cosas que no han pasado desapercibidas a la Bolsa.
Primero, que por mucho que el Banco Central Europeo se resista a ello, la
subida del precio del dinero es imparable y que llegará inevitablemente al
Viejo Continente, como una brisa marina tenue pero incesante, antes de lo
previsto con sus aspectos positivos y negativos para la actividad económica y
la economía doméstica.  

En segundo lugar,
que las entidades financieras españolas necesitan todavía hoy de una
observación continua, entre otras cosas para adecuar su regulación a los nuevos
cambios que nos trae la aplicación del MifidII a partir del año que está a
punto de comenzar. Este protagonismo bancario ha devuelto una cierta volatilidad
a los mercados que, tal vez, estrenen el próximo ejercicio con ese espíritu
cambiante, pero sin hacerse eco de quienes ya auguran un trienio de pérdidas
bursátiles. Ya se sabe que hay gente para todo y lo que corresponde por ahora a
ahorradores/inversores es felicitarse de lo bien que ha resultado el 2017 por
mucho que, ante el miedo de bruscas caídas, la mayoría no haya sacado todo el
partido al buen comportamiento de las Bolsas.