El oro lo intenta mientras la plata espera
Mientras el dólar fluctúa en un estrecho margen en los mercados de divisas, el oro ha hecho caso omiso de[…]
Mientras el dólar fluctúa en un estrecho margen en los mercados de divisas, el oro ha hecho caso omiso de los datos trimestrales, que sitúan la demanda de metal en uno de los niveles más bajos de los últimos años, para subir hasta intentar superar la resistencia de corto plazo, situada en los 1.300 dólares.
El margen entre los niveles de precio importantes es muy estrecho. Poco más de un tres por ciento separa los 1.300 de la resistencia de los 1.260 dólares del soporte. De la dirección en que se rompa ese intervalo dependerá la elección, entre la dirección alcista o bajista, de los intentos de especulación en el corto plazo.
Si se produce la señal de compra por superación de resistencia, el impulso de la cotización del oro cuenta con la vocación de superar los máximos del mes de septiembre, para continuar hasta cambios en la zona de los 1.380 dólares por onza, un nivel de resistencia importante para las aspiraciones alcistas a medio y largo plazo.
Por el contrario, si la resistencia vuelve a hacer honor a su título y el oro va en busca de su soporte, habrá que estar atento para actuar en dirección bajista si se produce la pérdida de los 1.260. En ese caso cabría esperar una reacción hasta la zona de los 1.200 dólares, o incluso un poco más abajo para encontrarse con la proyección de la antigua directriz bajista de largo plazo, hoy convertida en una referencia de soporte.
Habrá que esperar acontecimientos, pero la situación en la parte alta lateral es propicia para intentar una estrategia interesante: la búsqueda de la posición bajista cerca de la resistencia, con un stop ajustado a la superación que, además de limitar notablemente los daños, sirviera para girar la posición al sentido alcista. Que el que suscribe sea partidario de esperar a que se produzca el giro, no quita para que reconozca el mérito a quien tenga disciplina, control del riesgo y, sobre todo, valor para iniciar una posición en contra de la dirección de los precios; a veces sale muy bien, pero no se lo recomiendo.
La plata espera
A diferencia del oro, la plata se muestra más apática en su evolución. Las cotizaciones no solo siguen enclaustradas entre los 17,40 y los 16,80 dólares, sino que además la distancia se cubre en un puñado de sesiones. Ambas referencias son importantes para determinar la dirección probable en el corto plazo y, en estas circunstancias suele funcionar mejor esperar a la ruptura.
Si la plata supera la resistencia, el objetivo inicial es que recupere los 18,30 dólares por onza, un nivel que es clave para poder organizar una tendencia alcista de medio plazo.
Pero si lo que sucede es que se pierde el nivel de soporte en 16,80 dólares, el reparto de probabilidades sería favorable a un nuevo episodio de descensos, con un objetivo próximo en los 15,70 dólares que marca la frontera de lo admisible para una reacción, sin que se pierda la esperanza de un cambio en la tendencia bajista de fondo.
La paciencia es la clave
Por definición, no es posible encontrar el camino de las ganancias en una fase lateral. Esto es algo que le confirmará hasta el más «friqui» de los especuladores o traders, si prefiere llamarlos por el término sajón. Pero también una fase lateral es un bien muy preciado para los que buscan negocio en las variaciones de los precios, porque son el preludio de ese desplazamiento de precios en el que dejar correr las ganancias. Lo único que hay que tener es paciencia y las órdenes de compra o venta colocadas.
Sobre el papel está muy claro y todo el mundo asiente. Lo difícil es soportar la espera sin precipitarse y, más tarde, a muchos les cuesta trabajo disfrutar del momento y dejar correr las ganancias. Muchos se precipitan y lo pagan caro. Claro que es peor quien, ante un giro de los precios en su contra, decide no cortar por lo sano y asumir el error.
Recuerde: lo que hay que cortar son las pérdidas, no las ganancias. Es importante no hacerlo al revés.