El Ibex-35 cierra en negativo arrastrado por Wall Street

Los descensos con que arrancó Wall Street se contagiaron a Europa y todos los indicadores del Viejo Continente terminaron a la baja. El Ibex-35, pese al enconamiento de la crisis política, no fue el peor del día. Al indicador español le protegió que algunos de los grandes valores, como Telefónica o el Santander, cerraran en positivo. 

El Ibex-35 comenzaba la sesión plano, pero pronto entraba en verde y marcaba máximos del día pasada la una de la tarde en el entorno de los 10.270 puntos. Pero, a partir de ese momento, se vino abajo y sin freno. A las cuatro de la tarde entraba en números rojos y daba un último cambio en los 10.153 puntos, lo que supone un descenso del 0,51%. 

Al cierre, únicamente siete valores del Ibex-35 aguantaban en positivo, con Acciona e IAG en cabeza con ganancias de un 1,66% y de un 1,60%, respectivamente. A continuación se situó Técnicas Reunidas, con una subida del 0,68%. CaixaBank se colocó después, con una subida del 0,34%. Telefónica, Amadeus y el Santander completaron la lista de valores en verde, con ganancias de entre un 0,26% y un 0,12%.

Entre los mejores, pero ya en rojo, más bancos: Bankinter, BBVA y Bankia retrocedieron entre un 0,08% y un 0,22%.

Pero el peor fue otro banco, el Sabadell, que se dejó un 2,47%, seguido de Viscofán, que perdió un 2,05%, y de Iberdrola, que retrocedió un 2,03%. 

En el Índice General de la Bolsa de Madrid, Inypsa fue el valor más rentable, con una subida del 6,06%, seguido de Masmóvil y de Gestamp, que subieron más de un 4%. En rojo, los peores fueron los dos tipos de acciones de Abengoa, con recortes de un 8,33% y de un 7,69%. 

¿Cataluña o Estados Unidos?

El camino del resto de indicadores europeos fue paralelo al del selectivo español. Y, de hecho, todos los indicadores cerraron en negativo. El peor de todos fue el Ftse 100 británico, con un descenso del 1,05% (tras publicarse un buen dato de PIB que provocó una apreciación de la libra), seguido del PSI-20 de Lisboa, que recortó un 0,84% y del Ftse Mib de Milán, que se dejó un 0,81%. El que mejor aguantó fue el Cac 40 francés, que se dejó un 0,37%, mientras que el Dax alemán bajó un 0,46%. 

Aunque podría pensarse que el selectivo español comenzó a perder posiciones como consecuencia de la decisión del president Carles Puigdemont de no acudir a defenderse a la sesión del Senado en que se aprobará el artículo 155 para suspender la autonomía catalana; aunque podría pensarse que los descensos del Ibex-35 tenían que ver con el miedo a que en los próximos días pueda declararse la independencia en el Parlament de Cataluña, algo más tenía que haber, dado que el movimiento a la baja en los índices era generalizado. 

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De hecho, parece que lo que de verdad movió a las Bolsas europeas fue lo que sucedía al otro lado del Atlántico. Wall Street, al cierre de la sesión europea, estaba en negativo, con el Nasdaq retrocediendo casi un 1%, el S&P 500 perdiendo un 0,65% y el Dow Jones, alrededor de un 0,45%. Se trata de la bajada más importante de la Bolsa de Nueva York de las siete últimas semanas.Y ello por resultados empresariales que no terminaron de convencer. 

Además, cundió cierta desconfianza respecto a los últimos movimientos vividos tanto en la renta fija americana como en el dólar. Porque caben dudas respecto a si se ha descontado demasiado crecimiento, inflación... o subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal norteamericana. Así, la rentabilidad del bono americano a diez años se ha dado la vuelta después de tocar el 2,47%, para colocarse en el 2,44% al cierre de la sesión europea.

En el mercado de divisas, el euro se reforzaba con bastante intensidad frente al billete verde: al término de la sesión ganaba un 0,4%, para situarse el tipo de cambio por encima del nivel de 1,18 unidades. 

Y todo ello pese a que los datos económicos americanos fueron buenos: tanto los pedidos de bienes duraderos, como el índice de precios de la vivienda y el número de transacciones inmobiliarias superaron las expectativas de los analistas.

Los datos europeos tampoco fueron malos: el índice Ifo, que mide la situación empresarial de Alemania en el mes de octubre ha mejorado más de lo esperado, tanto en su componente de expectativas como de valoración actual. Ello, la víspera de la reunión del Banco Central Europeo en que se prevé que Mario Draghi explique cómo irá reduciendo las compras mensuales de activos. 

Si el euro el día antes de la reunión ordinaria del BCE se apreciaba contra el dólar, los tipos de los bonos europeos se movían a la baja. Al menos, los de la periferia. El rendimiento de los títulos españoles a diez años retrocedían hasta el 1,63% desde el 1,64%. En cambio, subía levemente el interés del bono alemán. Ello dejó a la prima de riesgo de España en los 115 puntos básicos, por debajo de los 117 puntos básicos a los que cerró ayer. 

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