Las respuestas a sus preguntas sobre emergentes

La depreciación del dólar, el buen tono de la economía china y el apetito por el riesgo explican la fuerte revalorización de sus activos este año. El riesgo está en que estos motivos se den la vuelta. Pero por el momento les protegen unos buenos fundamentales.  

El índice MSCI que engloba a los mercados emergentes gana un 28 por ciento este año, frente al indicador global, que se anota un 13,5 por ciento. Entre las categorías de fondos más rentables de este 2017, abundan las especializadas en bolsa emergente: nos encontramos con los que invierten en Turquía encabezando el ránking, con una subida del 25 por ciento, muy cerca los que apuestan por China, con una rentabilidad que roza el 20 por ciento. También destacan los productos de la Europa Emergente o los brasileños, que rentan un 18 por ciento. 

¿Qué hay detrás de esta positiva evolución? Nick Price, de Fidelity, explica: «Los datos económicos mejores de lo previsto en China han sido determinantes para reforzar la confianza, mientras que la debilidad del dólar y la menor inquietud a corto plazo en relación con los impuestos de Trump han dado apoyo a esta clase de activos». Rob Marshall-Lee, gestor del BNY Global Emerging Markets, comenta que si bien a finales de 2017 mostraron cierta debilidad por los miedos que despertó Donald Trump, éstos no han llegado a materializarse. También señala como factores favorables que el comercio mundial haya repuntado desde niveles muy débiles, que las materias primas se hayan estabilizado y que China haya estimulado su economía. 

Marshall-Lee no olvida lo importante que es para el área que el dólar haya pasado de un proceso de fortalecimiento a otro de debilitamiento. Y apunta, además, que las valoraciones, tanto de las acciones como de las divisas, estuvieran muy baratas. Sobre esto, aclara que para explicar lo que ha ocurrido con los emergentes en el más estricto corto plazo, hay que tener en cuenta cómo en los últimos cinco años estos mercados se habían quedado rezagados, lo que les da margen para tener un mejor comportamiento sostenido y además respaldado por unos buenos fundamentales.

Elisabeth Colleran, gestora en Loomis Sayles, señala la contribución de la búsqueda de rentabilidad en un mundo que ofrece, en general, bajos retornos, así como un sentimiento de los inversores favorable a la toma de riesgos, factores ambos que impulsan la demanda de activos emergentes.

¿Seguirán subiendo? 

Parece que la buena marcha puede continuar. Jorry Rask Noddekaer, gestor del Nordea 1-Emerging Stars Equity Fund, argumenta: «Seguimos bastante optimistas con las previsiones de los emergentes, no sólo para la segunda mitad de este año, sino para los próximos ejercicios: los mercados emergentes han rebalanceado sus economías de manera significativa desde el final de la crisis y desde el riesgo que implicó el tapering en 2013. Y desde entonces hemos sido positivos con estos mercados. Desde el punto de vista económico, vemos oportunidades a largo plazo, en compañías de calidad. También vemos un crecimiento más fuerte en los emergentes con vistas al medio plazo, con una menor deuda que los desarrollados. Además, las balanzas exteriores están en buena forma, en términos generales, y las divisas se encuentra muy baratas por fundamentales».

En los fundamentales también incide Patrick Zweifel, de Pictet AM: «En conjunto, tras años de desaceleración, nuestro indicador adelantado apunta un crecimiento en los países emergentes al 4,7 por ciento este año, con la producción industrial al mayor ritmo en tres años. Parece que son los exportadores de materias primas quienes lideran la recuperación desde 2015. Pero estos exportadores muestran además un aumento de la demanda de productos de consumo, automóviles y aumento real de salarios». 

¿Siguen baratos?

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Pero, teniendo en cuenta la fuerte subida que acumulan los mercados emergentes, ¿se han encarecido? Los expertos señalan aspectos diferentes para medirlo. Por un lado, Pedro Lacambra, de Ibercaja Gestión, destaca que las valoraciones de los emergentes están en máximos de los últimos ocho años. Pero, por otro, según Klaus Bockstaller, gestor de Pictet Emerging Markets, «a pesar de la mejora de las cotizaciones, las valoraciones en mercados emergentes no parecen excesivas, a 13,6 veces beneficios esperados y 1,68 el valor contable, lo que implica descuentos del 22 y del 28 por ciento respecto a mercados desarrollados». Sobre esto, Stefanie Mollin-Elliot, de Unigestion, apunta que, pese a estos descuentos, en línea con la media histórica, la valoración absoluta de las acciones globales y en particular de las americanas convierten a las emergentes en vulnerables a una corrección a corto plazo. 

Ludovic Vauthier, gestor del EdR Fund Global Emerging, de Edmond de Rothschild AM, explica que las acciones emergentes siguen siendo un activo sin sobrerrepresentación en las carteras: desde 2013 a 2016 hubo salidas por valor de 155.000 millones de dólares y en la primera mitad de 2017 hemos visto 53.000 millones en entradas, lo que significa que aún no se han recuperado niveles de 2012. 

Los expertos ven más riesgos. Para Lacambra, el mayor es que se dé la vuelta el dólar, porque su debilidad es la que en mayor medida explica el buen comportamiento de los emergentes en lo que llevamos de ejercicio. Y la apreciación del dólar se podría producir, según Vauthier, si, por ejemplo, el impuesto a la repatriación de beneficios que prometió Trump ve la luz. 

Mollin-Elliot apunta, además, el Congreso del Partido Comunista Chino del otoño que podría acelerar el proceso de desapalancamiento de la economía china, lo que afectaría al PIB del gigante asiático. Asimismo, señala que las subidas se explican en gran medida por la fortaleza de la tecnología: sin ella, el comportamiento de estos mercados hubiera estado en línea con el de los desarrollados. Así, Vauthier agrega la vulnerabilidad a una toma de beneficios en el Nasdaq. Por último, Mollin-Elliot señala que no hay que descartar un episodio de ventas en los emergentes cuando el BCE anuncie el 'tapering' (reducción paulatina de las compras de bonos), como ocurrió cuando la Fed hizo lo propio en 2013. 

¿Qué mercados?

¿Por qué mercados apuestan los expertos? Vauthier revela que su principal exposición corresponde a China, por su mayor equilibrio tras la reducción de la sobrecapacidad en la industria y de inmuebles. Además, los beneficios industriales están creciendo rápido, lo que ayuda a los bancos a mantener sus cuentas bajo control. Y a ello se suma, sigue el gestor de Edmond de Rothschild, que el consumo siga en auge y que se avance en la cadena de valor. 

Asimismo, tiene una visión muy positiva sobre Brasil: «A pesar de las noticias políticas, se han aprobado ambiciosas reformas para controlar el déficit, que debería reducirse del 9 por ciento el año pasado al 7,6 por ciento en 2018». Argentina constituye una apuesta activa de la cartera, debido a que es un país también inmerso en profundas reformas.

Colleran agrega que para su fondo busca oportunidades en países que en 2016 tenían problemas y que ahora muestran una mejora real. Señala, entre ellos, además de Argentina y Brasil, a Nigeria y Uruguay. Además, destaca otra serie de países que han mostrado genuinos esfuerzos reformistas, como India, Indonesia y Egipto. Asimismo, los mercados frontera, particularmente en África, también le resultan interesantes. Por último, Colleran apunta que desde principios de año son mucho más optimistas con Turquía y México. El primero, por su crecimiento y porque los inversores han vuelto a la calma tras el referéndum de abril. En México, porque el crecimiento y el retraso en las medidas proteccionistas que se esperaban de Trump han resultado en revisiones al alza de las previsiones del PIB. 

Marshall-Lee se queda con India, debido a que, en su opinión, aún está en un momento temprano de su ciclo, cuenta con una joven demografía, bajos niveles de deuda y un excelente gobierno. Aunque en el más estricto corto plazo es un mercado que puede estar cotizando a múltiplos altos, hay numerosas compañías que van a crecer para corregir esas valoraciones. 

El gestor de Nordea se inclina por India y por China para el largo plazo: «Además de ofrecer muchas oportunidades para la selección de acciones, también cuentan con Mr. Modi y Mr. Xi, respectivamente, controlando y ayudando a cumplir con la agenda para el crecimiento económico». Del mercado ruso, aprecia que está barato y que en él se puedan encontrar algunas buenas compañías, pero también apunta que el riesgo político siempre le rondará y que el crecimiento económico es menos atractivo que en muchos de los mercados asiáticos. En cuanto a Brasil, resalta que es un mercado complicado: por un lado, ofrece algunas oportunidades interesantes de crecimiento y hay muchas compañías fantásticas, pero, por otro, aún hay un elevado riesgo político, así como un problema de deuda que requiere ser bien gestionado. Conclusión: sólo cautelosamente optimista con el país. Sólo está negativo con dos países emergentes de forma estructural: Turquía y Sudáfrica. 

Apuestas exóticas

Stefanie Mollin-Elliot señala que sus mercados favoritos son, en primer lugar, el de Malasia, debido a que la moneda se encuentra en niveles atractivos, a la mejora del crecimiento, así como a las revisiones al alza de las expectativas de beneficio, que son positivas por primera vez en cinco años, además de a la recuperación de la confianza del consumidor. Además, Tailandia, porque crece más de lo esperado por la mejora de las exportaciones, del turismo y del consumo, lo que debería llevar a que su mercado lo haga mejor que otros en la segunda parte del año. 

En tercer lugar, Polonia: «Las acciones polacas lo han hecho peor que las emergentes en su conjunto de forma estructural durante la mayor parte de los últimos cinco años, han empezado a hacerlo mejor este año y esperamos que siga, por la recuperación de las exportaciones en Polonia y en Alemania; también por la potencia del consumo interno, apoyado por un fuerte sentimiento; además, porque las acciones no han puesto en precio la recuperación de las previsiones de beneficio, cuando los márgenes y la creación de valor parecen estar recuperándose». 

Bockstaller dice que ahora sobrepondera Hungría, Rusia y Corea del Sur e infrapondera Sudáfrica, India y Malasia. 

Son muchos los nombres de países que aparecen entre los favoritos de los gestores. Lacambra resuelve la ecuación recomendando un fondo global emergente que escoja buenas compañías. Cree que es mejor no jugárselo todo a un país, sobre todo en un momento en que ninguno se ha quedado atrás. De todas maneras, este experto prefiere invertir en emergentes cuando no hay tanto entusiasmo: «Cuando los emergentes han corrido bastante, es mejor ir retirándose, aunque en realidad es en ellos en los que hay y donde se busca rentabilidad. Hay que determinar si son los flujos buscando rentabilidad los que han hinchado las cotizaciones o si hay fundamentales detrás. Ahora, sí hay fundamentales: las estimaciones de beneficio se han incrementado en este mes de agosto», reflexiona Lacambra. 

¿Qué sectores?

Si, según Lacambra, hay que apostar por un fondo global con buenas compañías, ¿en qué sectores están las mejores oportunidades? Colleran explica que le siguen gustando las materias primas, por la mejora del consumo global. Además, el sector 'media', tecnología y, en general, los ligados al consumo. Mollin-Elliot muestra similares «gustos», con sobreponderación en consumo discrecional, 'telecos', bienes de consumo y banca.

Marshall-Lee explica que en los últimos años ha estado muy inclinado hacia los sectores consumo, salud y tecnología y ha tenido poca exposición a materiales, energía, telecomunicaciones o bancos. Ve pocas razones para cambiar esta orientación con vistas a los cinco próximos años, aunque últimamente está más enfocado a la selección de acciones específicas, puesto que es esto lo que explica en mayor medida la rentabilidad del fondo que gestiona.

Vauthier señala que en su fondo tienen una fuerte exposición a tecnología con empresas chinas, coreanas y taiwanesas. También, al consumo discrecional, que permite sacar beneficio del poder adquisitivo creciente de los consumidores emergentes. Estos dos sectores, precisa, suponen más de la mitad del fondo.

Nick Price da nombres de valores pertenecientes a sectores que han aparecido hasta el momento y que también le gustan. Así, en materiales, se queda con Grupo México, que es propietario de los activos de cobre de mayor calidad del mundo. Y apunta que en su apuesta por Credicorp, banco peruano, también es clave por su exposición al cobre. En consumo básico, señala Inner Mongolia Yili y China Mengiu, así como la aseguradora Discovery y la distribuidora de medicamentos Sinopharm. Asimismo, desde Pictet AM, Boskstaller destaca el interés de la aseguradora China Ping, que cuenta con una oferta 'fintech' atractiva pero infravalorada por el mercado.

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