El Ibex-35 cede los 10.800 con la presión de la banca
El selectivo español ha sufrido algo más que otros indicadores debido a la significativa caída del sector financiero, además de porque, quizás, la incertidumbre política aumenta en España tras la elección de Pedro Sánchez al frente del Partido Socialista. Además, la Bolsa brasileña y el real volvían a caer fruto de las dudas que suscita el escándalo de corrupción en el que está presuntamente implicado Michel Temer.
Tras la elección de Pedro Sánchez como secretario general del Partido Socialista, el efecto en los mercados ha sido limitado, debido a que el mercado aún no tiene claro si tendrá consecuencias a nivel nacional, con un cambio de Gobierno, vía moción de censura, por ejemplo, o con otro adelanto electoral si es que el Parlamento llega a asfixiar al Gobierno del Partido Popular. Por eso, el Ibex-35 apenas retrocedió un 0,39%, para dar un último cambio en los 10.793,4 puntos.
Mucho peor que el Ibex-35 lo hizo el Ftse Mib de Milán, que retrocedió un 1,15%. Pero el resto de indicadores lo hicieron algo mejor: así, el Dax alemán se dejó un 0,15%, mientras que el Cac 40 francés y el PSI-20 de Lisboa terminaron el día prácticamente planos. El Ftse 100 británico, por su parte, se anotó un 0,34%.
Quizás, más que Pedro Sánchez, lo que se podría dejarse sentir sobre el mercado español sería Brasil: el Bovespa bajaba más de dos puntos porcentuales después de un fin de semana en el que Michel Temer, el presidente carioca presuntamente implicado en casos de corrupción, se haya negado a presentar su dimisión. Además, el real brasileño volvía a bajar. Pero las compañías más expuestas a Brasil no registraban un comportamiento diferencial negativo respecto al resto de la Bolsa española.
De hecho, lo que lo hizo comparativamente mal fue el sector financiero. A él hay que achacar que el selectivo español lo hiciera peor que la mayor parte de los europeos: el Popular sufrió otro descenso del 3,20%, mientras que el Santander y Bankinter perdieron más de un 2%. Y CaixaBank, Bankia y BBVA también se colocaron entre los peores del día, con bajadas de más de un punto porcentual. El mejor del sector fue el Sabadell, con un descenso del 0,33%.
Entre los peores, Gamesa, que perdió un 1,10%. Y entre los grandes valores, además de los bancos, sólo Telefónica, aunque testimonialmente, puesto que apenas se dejó un 0,08%.
En verde, Merlin Properties fue el mejor del día, con una subida del 1,49%. A continuación se colocaron Inditex, Cellnex y Meliá, con ganancias de algo más de un punto porcentual. Después, Abertis, que se anotó un 0,95%.
Entre los 'blue chips', ganancias para Iberdrola, que se anotó un 0,35%, mientras que Repsol se anotó un 0,03%.
En el Índice General de la Bolsa de Madrid, OHL encabezó los ascensos, con una subida del 7,71%. Después se colocaron los títulos 'B' de Abengoa y Telepizza, con revalorizaciones de más de un 6%. En negativo, Urbas y GAM fueron los únicos que perdieron más que el Popular, con descensos de un 5,26% y de un 4%, respectivamente.
Los mensajes de los bonos
Pero la situación del mercado de bonos hace pensar que sí, que el riesgo político asociado a la elección de Pedro Sánchez podría no ser algo inapreciable: la rentabilidad del bono español a diez años subió desde el 1,55% hasta el 1,60%. Aunque también subía el rendimiento de los títulos franceses: desde el 0,80% hasta el 0,84%, mientras que el de los títulos italianos se mantenía plano en el entorno del 2,13%.
La rentabilidad de los bonos alemanes a diez años volvía al 0,40% desde el 0,37% en que cerraban el pasado viernes. Ello implica una ampliación de la prima de riesgo española en realidad bastante pequeña: desde los 118 hasta los 120 puntos básicos.
En el mercado de divisas, el euro ganaba posiciones frente al billete verde de nuevo. La moneda comunitaria avanzaba con fuerza, para superar el nivel de 1,12 unidades. Al cierre el tipo de cambio se colocaba en 1,1233 unidades, tras haber tocado a primera hora de la tarde la cota de 1,126 unidades. Ello, después de que la canciller alemana Angela Merkel afirmara que el euro está demasiado débil, y que ello es en parte responsable del superávit comercial alemán, un desequilibrio que, cada cierto tiempo, se va poniendo de relieve.
El dólar no sólo se depreciaba frente al euro, también caía respecto al conjunto de principales monedas del mundo.
Las acciones americanas, en cambio, comenzaban la jornada con avances. Se trata de la tercera sesión consecutiva de subidas y coincide con el viaje de Donald Trump a Arabia Saudí. También, con el nuevo avance del precio del crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, subía por cuarta sesión consecutiva, hasta marcar los 53,88 dólares, máximos desde el 18 de abril. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se reforzaba sobre los 50 dólares. Ello, pocos días antes de la reunión de la OPEP. Arabia Saudí ha manifestado que todos los productores están de acuerdo en extender los recortes de producción.
La crisis política americana, con Donald Trump de viaje, puede dar una tregua en este par de días.