JP Morgan apuesta por la bolsa británica con el Brexit más incierto que nunca

Los equipos negociadores se embarcan el martes en una semana clave: la ronda final de las negociaciones

La casa de inversiones JP Morgan llevaba cinco años manteniendo una posición de mucha prudencia respecto a la bolsa británica. Sin embargo, recientemente ha mejorado su visión sobre la misma y ha llegado a decir que se esta poniendo “cada vez más interesante”.

En concreto, ha elevado su recomendación sobre este activo desde “infraponderar” hasta “neutral” por considerar que la situación de la libra y de los bonos soberanos del país resultan muy positivos para su evolución.

Así, una libra baja por culpa del Brexit beneficia a la bolsa británica, dice un informe de los estrategas de la casa, liderados por Mislav Matejka.

Una libra baja beneficia al FTSE 100

Asimismo, el banco cree que el debilitado mercado laboral probablemente provocará que los rendimientos de los bonos se mantengan bajos, lo que influirá positivamente en el comportamiento del mercado de acciones.

Por último, la firma estadounidense asevera que los momentos de mayor incidencia de los recortes de los dividendos “han quedado atrás” y recuerda que la bolsa británica suele ser generosa en este capítulo.

Claves

  • El FTSE 100 mantiene una fuerte correlación inversa con la evolución de la libra
  • Dentro de la bolsa británica, JP Morgan dice tener posiciones largas en la industria farmacéutica, el consumo básico, la minería y las ‘utilities’.
  • En cambio, no le gustan las petroleras y los bancos

Se da la circunstancia que esta mejoría de la visión respecto a la bolsa británica se produce en una semana clave para las negociaciones del Brexit.

En concreto, el martes comienza la última ronda de negociaciones en medio de una pérdida de confianza entre ambas partes después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, decidiera incumplir parte del acuerdo alcanzado el año pasado.

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Si las negociaciones avanzan a buen ritmo el viernes, entonces se abrirán dos semanas de discusiones a ritmo vertiginoso con el objetivo de tener el acuerdo listo antes del 15 de octubre, la fecha tope que Boris Johnson fijó unilateralmente.

Si las negociaciones no han avanzado lo suficiente antes del viernes, el acuerdo prácticamente podrá darse por imposible, una posibilidad que fragmentará el mercado único y cuyas consecuencias se desconocen.

Los dos principales obstáculos para el acuerdo son:

  • Las normas de ayudas estatales que el Reino Unido deberá cumplir para no realizar competencia desleal al bloque
  • Determinar qué flotas pesqueras tendrán acceso a las aguas británicas para faenar
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