Entrada a la vista en el Tesoro americano

Los expertos comienzan a hablar de señales de compra en el bono a 10 años de EE.UU.

Desde que la rentabilidad del bono a 10 años estadounidense tocase mínimos el pasado julio en el 1,36 por ciento, las perspectivas de una normalización (subida) de los tipos de interés en Estados Unidos la elevaron al 2,5 por ciento. Es decir, una subida de casi el 80 por ciento. La victoria de Donald Trump en las presidenciales americanas del pasado noviembre confirmó las expectativas de los inversores de que era momento de vender sus títulos de deuda. ¿Había llegado al fin la esperada subida de los bonos? Pues a tan solo meses del cambio de tendencia, varias firmas de inversión ya comienzan a hablar de «precios justos» para los niveles actuales e incluso de «oportunidad de compra» si el 10 años se fuese a niveles del 3 por ciento. Gestores de renta fija experimentados como Paul Brain, responsable de renta fija en Newton Investment Management (BNY Mellon), Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac, o Marc Seidner, CIO de estrategias alternativas de Pimco, la gestora de referencia en estos activos, expresaron en distintas ocasiones esta idea. ¿Está verdaderamente tan cerca una nueva entrada a los bonos de gobierno americanos?

«Un 3 por ciento puede ser interesante», reconoce Manuel Villalba, director de renta fija en GVC Gaesco. Eso sí, sería conformarse con el cupón y no esperar grandes ganancias de la revalorización de capital. Gonzalo Ramírez, director de renta fija y estructurados de Tressis, también coincide, aunque no se aventuraría a fijar el punto de entrada exactamente en esa cifra concreta. «El 10 años tiene recorrido», reconoce el experto de Tressis. Aunque los niveles actuales, del 2,4 por ciento tras el discurso de Trump el pasado martes 28 de febrero, no es muy alto aún y del 2,5 semanas después. Hay que recordar que tan solo el pasado diciembre estaba al 2,6 por ciento, por lo que se percibe cierta incertidumbre.

¿Qué espera el mercado?

«El mercado está muy nervioso. Está esperando a que Trump mueva ficha», señala Ramírez. ¿A qué debe dar respuesta el presidente de Estados Unidos? A la reforma fiscal enfocada a la reducción de impuestos, al aumento de los gastos de defensa, al programa de infraestructura, a la reducción de otros presupuestos para no elevar el déficit... De momento a Ramírez le cuesta ver el Tesoro estadounidense a 10 años al 3 por ciento, pero sí se podría dar si Trump cumple con las expectativas. El gran problema es el partido Republicano, muy pendiente siempre de que no se aumente el déficit. Ahí está la guerra.

«Trump ya habló de 54.000 millones en gasto de defensa adicionales, así como un incremento del presupuesto del 9 por ciento. Esto puede generar algo más de inflación y de crecimiento», explica Villalba. Con ello, la Reserva Federal estadounidense ya está actuando. Por lo tanto, con dos o tres subidas del 0,25 por ciento, al experto de GVC Gaesco le parece sensato que un 3 por ciento sea interesante en una duración a 10 años en el medio plazo, a expensas de cómo se desarrollen las cosas en 2018.

Pero, ¿por qué interesa un 3 por ciento en un contexto de subida de tipos? Porque es un nivel que ya le colocaría al nivel correcto si hubiera tres subidas de tipos y de momento el mercado no descuenta que esas subidas sean sine die. «Ese 3 por ciento no me va a hacer mucho daño, porque la dinámica a lo mejor en un momento determinado se paraliza a ese nivel», cuenta Villalba. Además, porque para el futuro el crecimiento mundial no va a ser del 5 o 6 por ciento, ni tampoco veremos los tipos de interés a esos niveles, defiende Ramírez. Los problemas de demografía, del consumo limitado por el endeudamiento actual, la inflación estructuralmente baja, así lo limitan. Por ello, hay que hacerse a la idea de que los activos financieros van a dar rentabilidades muy bajas.

No todos opinan así. «Creemos que existe un enorme riesgo en este tipo de emisiones (en general a corto y medio plazo) por el ínfimo rendimiento que ofrecen en comparación con el riesgo que supone enfrentarse a una subida de tipos de interés», defiende Jacques Sudre, gestor de renta fija de Amiral Gestion. En sus carteras de renta fija tienen un cupón medio del 5,5 por ciento, con una sensibilidad del 2,5 por ciento y una duración media de 3-4 años. «Eso sí que nos parece una inversión en renta fija sensata», sentencia.

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