Mirando al 2017

Todo el mundo da por cerrado el presente año. Todo lo que leo son balances del ejercicio adornados de bonitas propuestas para el 2017 que asoma por la puerta. A fin de cuentas es lo normal tras la fatídica pregunta de dónde cree que va a cerrar el año. Pregunta siempre de difícil respuesta aunque no tanto como qué va a hacer este año la bolsa. Nunca me tomo mal esas preguntas, pero sin duda son las que más odio. El que las hace, no es nada consciente del funcionamiento de los mercados. Este mundo ni funciona así de simple. El mercado no se mueve de A a B y toma para ello un periodo de tiempo determinado. Más bien funciona como una línea de autobús en donde las paradas pueden ser intuidas por los analistas técnicos pero sin conocer el tiempo a lo que habría que añadir que el conductor del autobús sufre de bipolaridad y es capaz de cambiar el sentido de la ruta. Por lo tanto, conocemos el punto A, en cuatro días lo sabremos, pero desconocemos el punto B. De ahí que la respuesta sea tan difícil de responder. Todo está lleno de condicionamientos y son éstos los que anulan o modifican los objetivos que yo pueda dar de la misma forma que una parada de autobús puede ser cancelada por obras.

Yo podría hablarles de los 11.500 puntos para el IBEX, pero a lo mejor no pasamos de los 9.600 puntos. Todo depende de lo que ocurra con una figura que debe confirmarse y que todavía no ha ocurrido de manera contundente.

Los que les guste el análisis técnico verán una figura interesante que está luchando en estos momentos por confirmarse. Estoy hablando de un hombro-cabeza-hombro invertido que comenzó a generarse a finales del año 2015, marcando su cabeza tras testear los mínimos de 2013 y posteriormente dejar su hombro derecho. Una figura difusa pero con una clara zona clavicular a modo de resistencia de la que llevo hablando muchas semanas.

Muchos inversores ya dan por confirmada dicha figura de giro y por lo tanto le otorgan un potencial de subida al IBEX 35 hasta los 11.500 puntos, pero realmente hay muchas paradas de autobús por el camino y no necesariamente técnicas. La más importante de todas el la consolidación de la ruptura de los niveles actuales. Debemos permanecer cómodamente por encima de los 9.450 puntos para poder hablar de la línea clavicular rota. Luego tenemos una gran zona entre los 9.600 y los 9.800 puntos de resistencias generadas por retrocesos de Fibonacci como el 61,8 por ciento de la subida iniciada en el 2012 o el 38,2 por ciento de la bajada desde los máximos históricos.

Ahora añada otras paradas de autobús temporales como las elecciones en Francia y Alemania o el rescate a la banca italiana y posible techo del mercado de valores estadounidense junto con el aumento de la rentabilidad de los bonos...

¿Verdad que no está tan clara la ruta de nuestra línea de autobús?

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