El BCE reflexiona ante la presión de la Fed y el rally del euro
El BCE encara su reunión con el giro acomodaticio de la Fed, mientras sus decisiones o las palabras de Lagarde pueden frenar la escalada de la moneda única
El Banco Central Europeo (BCE) se reúne este jueves y, aunque se descarta una bajada en los tipos de interés, los responsables monetarios europeos arrancan su encuentro con la presión ‘dovish' de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) y un rally del euro que inquieta al organismo.
La Fed apostó por un giro estratégico sin precedentes desde la crisis de deuda de 2012 y prima la creación de empleo sobre la inflación con el precio del dinero barato a largo plazo. Por ello, el BCE podría rebajar su objetivo inflación al 2%.
Un análisis que se enfrenta a un euro que cotiza en máximos de dos años y que inquieta a Christine Lagarde por lo que podría buscar algún tipo de intervención para calmar a la moneda comunitaria.
El euro ejerce presión a la baja sobre la inflación y puesto que la bajada en los tipos de interés está descartada, Lagarde podría emular a su antecesor, Mario Draghi, para intentar modificar el desempeño del euro con su discurso.
Las bajadas llegarán. El mercado comienza a descontar que las bajadas en los tipos, según se complica la recuperación económica, aparecerán.
- La posibilidad es cada vez mayor y este jueves podría verse”, señala el estratega de Pictet Frederick Ducrozet.
- Lo que sí creen los expertos que se producirá es una tasa en la reducción de depósitos.
- El economista jefe de AXA IM, Gilles Möec, cree que esta decisión es “tentadora” para luchar contra la subida del euro, pero matiza que no es una decisión “fácil” por los desafíos del sector bancario en los próximos meses
La segunda ola del coronavirus se salda con países de la zona del euro registrando máximos de casos parejos a la primera oleada, lo que añade la máxima presión a su recuperación económica.
En este sentido, al BCE le preocupa, en palabras del economista senior de Aberdeen Standard Investments, Paul Diggle, por “el creciente debilitamiento de los datos de actividad e inflación en la zona del euro”.
Esta situación tiene implicaciones en las proyecciones macroeconómicas de los países miembros. Diggle señala que la proyección del crecimiento del PIB para 2020 del -8,7% se antoja ahora “demasiado optimista a la luz del estancamiento del rebote”.
En cambio, para Aberdeen sí es “más realista” la previsión de inflación del 0,3% “y apunta a un estimulo adicional de la política monetaria a final de año, a medida que la dotación del QE comience a descender”.