¿Seguirá el rally del petróleo?
El petróleo supera hoy los 58 dólares, en máximos de 18 meses. Pero muchos interrogantes amenazan la trayectoria alcista que inició la materia prima cuando la OPEP acordó recortar la producción
Tras tocar los 28 dólares en enero -mínimos de 2004-, el petróleo ha disparado su valor hasta los 58 que toca actualmente, en máximos de 18 meses. El último tirón de los precios se ha producido en las últimas semanas, después de que los no miembros de la OPEP decidieran unirse al acuerdo del cártel de productores para recortar la oferta. «La noticia complementa el acuerdo inicial de la OPEP y confirma que los productores no pertenecientes a la OPEP bajo el liderazgo de Rusia se sumarán a los recortes de suministro», explica Norbert Rücker, de Julius Baer. No obstante, los expertos advierten de que el pacto arroja muchos interrogantes. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que los países de Oriente Medio están aumentando la producción antes de que las cuotas entren en vigor. Así mismo, otros como Libia, Irán o Nigeria no han firmado e incrementarán su producción. «Existen muchos «peros» y seguimos siendo escépticos sobre si el cumplimiento es suficiente para cambiar el equilibrio del mercado», añade Rücker. Lo mismo opina Joaquín Robles, de XTB: «Somos bastante críticos sobre lo que pueda hacer la OPEP. Es cierto que ha llegado a un acuerdo por primera vez desde 2008. Pero el recorte es equivalente a un uno por ciento de la producción mundial. No parece representativo para estabilizar los precios».
Otro factor que afectará al crudo en opinión de este experto es la recuperación del fracking. «El gran miedo es Estados Unidos. Las empresas para las que no era rentable producir a 28 dólares, ya les es rentable a partir de 50 y podrían volver a inundar el mercado», dice este especialista, quien recuerda que la producción en Estados Unidos es difícil de controlar porque está en manos privadas. Por eso, XTB sitúa el precio del «oro negro» en una horquilla de entre 55 y 60 dólares máximo.
Daniel Lacalle, de Tressis, coincide con esta visión: «La historia nos demuestra que la OPEP no cumple con sus compromisos de recortes de producción» y, de cumplirse, «podrían ser suplidos por la recuperación del fracking», dice. Y es que «el gran beneficiario del acuerdo de la OPEP, se cumpla o no se cumpla, es el fracking» según él. «Es el regalo de Navidad de la OPEP a Estados Unidos», suelta.
Por eso, Lacalle apuesta más bien porque el petróleo fluctúe en una banda muy estrecha con el suelo entre los 40-45 dólares. «Difícilmente lo veo a los niveles que algunos analistas están poniendo en 70 dólares», opina.
La oferta y la demanda
En todo caso, Lacalle recomienda a los inversores que se fijen menos en el lado de la oferta y más en el de la demanda para intentar predecir los precios. «Los inversores deberían olvidarse del suministro. El mercado está perfectamente suministrado. Se debería analizar la debilidad o fortaleza de la demanda, especialmente de China, el gran importador de petróleo del mundo. Porque es la que va a dictar el precio. Por eso, no deberíamos estar pendientes de teorías de la conspiración de suministro. Si la demanda el año que viene empieza a recuperarse, si China reduce su ralentización, todo eso será positivo. Si la demanda continúa debilitándose por la eficiencia y la ralentización de China, entonces estará más cerca de la parte baja de esos 40-60 dólares». En su caso, cree que el crecimiento global será cercano (pero por debajo) del 3 por ciento, un nivel «francamente difícil para pensar en un mercado de petróleo que se vaya equilibrando», según él.
Lacalle precisa que esos cálculos son en dólares constantes pues un último factor que puede afectar al precio del petróleo es la evolución del billete verde, al ser la divisa de referencia. En ese sentido, los analistas como Lacalle creen que la moneda americana se mantendrá estable el año que viene y no aumentará la presión sobre la materia prima.