Jubilación. El Banco de España rechaza que los presupuestos paguen las pensiones
Subir la edad de jubilación u optar por el sistema de cuentas nocionales son algunas de las propuestas del gobernador del Banco de España para ‘salvar’ las pensiones
Proponer medidas que garanticen la sostenibilidad del sistema público de pensiones fue el objetivo del encuentro, a puerta cerrada, que tuvo lugar ayer entre el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y los integrantes de la Comisión del Pacto de Toledo.
En su intervención, Hernández de Cos dijo que trasladar el déficit de las pensiones a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no es una buena solución ni va a garantizar el futuro de las pensiones.
Lo qué si puede hacerlo, en su opinión, son medidas como:
- Limitar la revalorización de las pensiones más altas y seguir subiendo las de menor cuantía.
- Aumentar la edad de jubilación.
- Subir los años de cotización para calcular la pensión.
- Adoptar el sistema de cuentas nocionales.
- Subir impuestos.
Tambien recomendó que cualquier reforma del sistema público de pensiones debe hacerse estableciendo el nivel de generosidad sostenible de las pensiones y, a partir de ahí, retomar las medidas que garanticen su financiación.
Continúa la polémica
Con su oposición a que los impuestos paguen las pensiones, Hernández de Cos ha abierto una polémica que se viene arrastrando en los últimos años: pagar o no las pensiones con los Presupuestos Generales del Estado.
Los que apoyan esta medida argumentan que el Gobierno quiere cuadrar el déficit de la Seguridad Social trasladando progresivamente del sistema público a los PGE todas las partidas que no sean prestaciones contributivas.
Como las pensiones no contributivas, los gastos de personal y de funcionamiento del Ministerio de Inclusión, políticas activas de empleo o prestaciones por paternidad y maternidad, que se podrían pagar, según el Gobierno, a través de impuestos, entre ellos lo recaudado por la tasa Tobin y la tasa Google.
Sacando estas partidas de la Seguridad Social se acabaría con el déficit del sistema, según ha reconocido José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ya que con el actual nivel de cotizaciones sociales se podría cubrir el gasto en pensiones contributivas.
Lo que no está nada claro es que sean los Presupuestos Generales del Estado los que acaben asumiendo el pago de pensiones.
“No creo que las pensiones se incluyan en los presupuestos. Tenemos un sistema de Seguridad Social de reparto, contributivo y proporcional, financiado por las cotizaciones de empresas y trabajadores que responde al modelo continental, radicalmente distinto a los modelos anglosajones financiados por impuestos”, asegura Mariano Jiménez, presidente de la Organización de Consultores de Pensiones.
Tampoco lo ve probable Gonzalo Núñez, profesor del Centro de Estudios Financieros. Argumenta que cuando se aprobó el documento del Pacto de Toledo en 1995 se sentaron las bases de un sistema que tenía la doble intención de excluir al Sistema de la Seguridad Social de la confrontación partidista y garantizar que las reformas estuvieran sostenidas por decisiones de carácter técnico que aseguraran su sostenibilidad.
Por lo que, “hacer las pensiones dependientes de los presupuestos supondría un riesgo de politización de un sistema cuyo funcionamiento debe respetar sus dos pilares esenciales: aseguramiento mutuo colectivo y solidaridad intergeneracional”.
La reforma urge
La polémica está servida. Ahora toca mover ficha a los integrantes de la Comisión del Pacto de Toledo, que deben proponer recomendaciones en las que se base la nueva reforma de las pensiones. Y hay prisa, porque el Gobierno pretende tener la lista de recomendaciones este mes.
Por ahora, la comisión continúa sus encuentros con expertos. Hoy se reúnen con Cristina Herrero, presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), y la semana próxima tienen previsto hacerlo con José Luis Escrivá.