Renta variable contra renta fija
Los inversores de renta fija están más pendientes que nunca de la curva de tipos que están generando los bonos.
Los inversores de renta fija están más pendientes que nunca de la curva de tipos que están generando los bonos. En las circunstancias actuales y debido al gran volumen de noticias desestabilizadoras que se
están dando en el mercado, medir el previsible riesgo se presume clave en un periodo en el que el mercado es mucho más volátil, que a lo que nos venía teniendo acostumbrados.
En la actualidad la curva de tipos está relativamente invertida y esta circunstancia en el pasado ha aventurado una desaceleración económica.
Dicha circunstancia, se sustenta también con los datos macroeconómicos que se están dando, siendo estos menos sólidos en referencia a lo que venían dándose con anterioridad. Aunque esta situación no es clave
para el abandono de las inversiones, ya que dicho freno puede ser sólo un espejismo, se debería contemplar la posibilidad del estancamiento en esta situación, lo que nos llevaría a acomodarnos en la parte alta del
ciclo o adelantarnos a un cambio en el ciclo económico.
Ante este escenario para la renta fija, debemos valorar más que nunca la clara alternativa que plantea la renta variable, sin obviar diferentes factores. El primero de ellos analizar la clara senda alcista dentro de Estados Unidos que ya encamina los diez años de subida, frente a un mercado mucho más volátil dentro de Europa donde los índices corren suertes dispares, llegando a ver caídas dentro de algunos selectivos durante los últimos cuatro años. Otro motivo relevante es que cada vez gana más peso la agilidad dentro de mercado, lo que proporciona en muchos momentos estar dentro de renta variable en una liquidez total.
Ante estos dos factores clave, lo más importante es una gestión activa y una diversificación adecuada. Este comienzo de año ha sido bastante positivo para la renta variable a nivel global, siendo tal vez momento de ajustar las carteras, plantear estrategias neutras ante volatilidades importantes y centralizar las inversiones en sectoriales que puedan tener un alto recorrido de futuro o que actualmente tengan un precio de descuento interesante, respecto a su valor en fundamentales.