TJUE valida la sanción a France Télécom por ventajas fiscales ilegales
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) desestimó hoy el recurso de casación de France Télécom (actualmente Orange)[…]
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) desestimó hoy el recurso de casación de France Télécom (actualmente Orange) sobre la incompatibilidad de ciertas ayudas públicas que esa empresa de telecomunicaciones recibió en 2002 por parte del Estado francés.
La decisión del TJUE valida la decisión de la Comisión Europea (CE), que en 2004 impuso una sanción a la compañía por la reforma del sistema de pensiones que acometió la empresa tras su privatización en 1996.
France Télécom, actualmente sociedad anónima con el nombre de Orange, se transformó en 1998 en una empresa pública estatal en la que el Estado poseía directa o indirectamente más de la mitad del capital social, tras una evolución de su estatuto jurídico en el contexto de la liberalización del sector de telecomunicaciones.
En 2004, la CE consideró que el régimen tributario particular que el Estado galo aplicó a la compañía desde 1994 a 2002 constituía una ayuda estatal, representada por la diferencia entre el impuesto que France Télécom debería haber soportado en condiciones normales y el importe que le fue realmente exigido.
La Comisión decidió que esta ayuda ejecutada ilegalmente era además incompatible con el mercado común y, por lo tanto, debía ser recuperada por las autoridades francesas.
Bruselas no fijó el importe exacto que debía recuperarse, pero señaló que éste debía situarse entre 798 millones y 1.140 millones de euros, a lo que debían añadirse los intereses.
Las autoridades francesas y France Télécom impugnaron la decisión de la Comisión ante el Tribunal General, y después de que esta instancia desestimara ambos recursos, la compañía gala llevó el caso al Tribunal de Luxemburgo.
La justicia europea validó entonces la decisión de la CE y la empresa presentó un recurso de casación que hoy fue desestimado al considerar el TJUE que en el proceso de privatización se había "concedido una ventaja económica a France Télécom" que podía "falsear la competencia".
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