¿Entramos en CaixaBank como la Mutua y Carlos Slim?
El banco de origen catalán ha eliminado una de las incertidumbres que pesaban sobre su cotización al vender el 10 por ciento de su capital para financiar la adquisición de BPI. Aun así, todavía quedan interrogantes.
CaixaBank ha quitado un peso de encima a sus accionistas, que ya se temían que la entidad pudiera llevar a cabo una ampliación de capital para sufragar la adquisición del banco BPI. En concreto, la compañía anunció la semana pasada que la operación se efectuará con los 1.322 millones obtenidos de la venta de casi un 10 del capital que mantenía en autocartera. Pero, además, los inversores se encontraron con otra buena noticia: la entrada en el accionariado de Mutua Madrileña e Inbursa, el grupo financiero controlado por el multimillonario Carlos Slim: una operación que da estabilidad y que, además, constituye una señal de confianza en el valor por parte de destacados inversores. Por eso, aunque las novedades fueron acogidas con un retroceso del 3,7 por ciento en el valor (en consonancia con el descuento con el que fue vendido el paquete accionarial), suponen atajar importantes incertidumbres, según explica Nuria Álvarez, de Renta 4: «Caixabank ha eliminado en gran medida la presión que tenía en relación con la financiación de BPI. La idea de hacerlo con la venta de autocartera ha sido muy buena. Y la entrada de Mutua y Slim le da una visibilidad muy fuerte, al entrar accionistas con intención de permanencia a largo plazo», dice.
Lo mismo opina Javier Bernat, de GVC Gaesco, quien añade que el hecho de que el paquete accionarial se colocase tan deprisa es otra señal de que el valor es una apuesta para el largo plazo.
Aun así, la mayoría de expertos consultados coinciden en limitar su recomendación a «mantener» por considerar que siguen pesando otros factores de incertidumbre sobre el valor.
Muchos de estos interrogantes están relacionados con la operación de compra de BPI, por mucho que se haya aclarado la financiación. Y es que BPI es una entidad que opera principalmente en Portugal, un país que no pasa por su mejor momento, a sabiendas de que el negocio bancario está muy ligado al ciclo económico. Pero no sólo eso. Además, hay que esperar a conocer el porcentaje de aceptación de la OPA y, después, evaluar trimestre a trimestre el proceso de integración, cuyo coste está valorado en unos 250 millones, según dice Álvarez quien, no obstante reconoce que CaixaBank tiene un track record muy bueno en procesos de integración.
Más allá de la operación de adquisición de la entidad portuguesa, también hay otros factores que juegan un importante papel. Por ejemplo, aún no está descartada la compra de Novobanco, una operación que, a juicio de Nuria García, de Ahorro Corporación, sí obligaría a efectuar una ampliación de capital.
Pero es que, además, CaixaBank está caro, según Bernat: «Ahora está a 0,78 veces precio/valor neto de los activos, respecto 0,72 del promedio de la banca doméstica», apunta.
Pero, más importante aún, es que el entorno actual no es el más propicio para la banca, con los bajos tipos de interés y la presión sobre los márgenes, según recuerda Álvarez quien, sin embargo, destaca que «hay que tener exposición a la banca porque pesa un 30 por ciento del Ibex y, si hay cualquier avance al nivel macro, debería recuperar posiciones».
Otras entidades
En ese sentido, los expertos prefieren otras entidades por encima de CaixaBank como Bankia o Sabadell, según las preferencias de Bernat.
A Gemma Hurtado, en cambio, le gusta más Bankinter, de la que destaca que tiene un balance «extremadamente limpio». «Ha gestionado muy bien las carteras de crédito y está aumentando el margen de intereses y las comisiones a medio dígito. Y, encima, el ROE está ya por encima del 10 por ciento (11 por ciento a cierre del segundo trimestre), lo que significa que es una entidad que se está diferenciando del resto. En ese sentido, por debajo de 6 euros ofrece potencial por valoración». De hecho, Hurtado ha usado las últimas turbulencias en el sector relacionadas con los rumores de rescate en Deutsche Bank para incrementar posiciones en el valor: «Cada vez que surgen malas noticias en algún ámbito bancario en Europa se va todo para abajo. Aunque eso lo que te da son oportunidades. Cuando todo cae, puede surgir la ocasión de invertir en valores de calidad a precios buenos. No lo vivo como una mala noticia sino como una búsqueda de oportunidad. Bankinter ha estado cotizando más de una vez por debajo de 6 por estos arrastres sectoriales y ahí he aprovechado para invertir», explica.
Tras analizar todos estos factores, Nuria Álvarez resume su opinión sobre CaixaBank: «El que esté y después de las caídas que lleva acumuladas, es mejor quedarse. Y el que esté fuera y esté pensando en entrar en el sector, debe tener un perfil muy tolerante al riesgo».
Algo parecido opina Hurtado: «Me mantendría fuera a la espera de ver que la cuenta de resultados empiece a girar, que se produzca crecimiento en el margen de intereses y en las comisiones. Es decir, que el negocio bancario esté mejorando», dice la analista, que otorga un precio objetivo de 2,49 euros al valor, con un ROE implícito del 6 por ciento, lo que significaría valorar la compañía en 0,6 veces precio /valor en libros.
Sin embargo, Bernat sí cree que CaixaBank podría ser una buena apuesta de cara al futuro: «Todavía no es momento de entrar. En el corto plazo, el banco va a estar un poco penalizado por la incertidumbre. Pero, una vez que se aclare todo, va a ser una buena apuesta a largo porque es uno de los valores de banca doméstica que más posibilidades tiene de superar las revalorizaciones de doble dígito. Tiene una exposición muy directa al sector del automóvil y del turismo, opera en zonas de renta per cápita alta como Cataluña y está saneando rápidamente su balance».