«¿Cuántos bancos sureuropeos han sido realmente buenos en gestión de activos?»
TREA ve opciones de incrementar su cuota de mercado en la gestión de fondos para terceros debido al proceso de integración de la banca y a la debilidad de ésta en el negocio.
Antonio Muñoz-Suñe dirige una gestora independiente preparada para arañar cuota de mercado en el mercado de fondos de inversión aprovechando la externalización de estos servicios por parte de las entidades financieras pequeñas y medianas aún pendientes de una vuelta de tuerca en su proceso de integración. De momento, gestiona los fondos de Cajamar y Mediolanum, que suman 2.000 millones de patrimonio, y está a punto de hacerse con los de Mare Nostrum, una vez culmine la adquisición de Banco Madrid Gestión, lo que añadirá otros 1.000 millones. Espera llegar a los 4.000 millones gestionados el año que viene, sólo con crecimiento orgánico, con el puro paso del ahorro en depósitos a fondos. Ahora, el patrimonio de estos últimos supone sólo el 4 por ciento del volumen de las imposiciones a plazo en esas pequeñas entidades, frente a entre el 15 y el 20 por ciento que supone en las grandes. Hay mucho margen para crecer.
La suya es una casa que gestiona para terceros. Es casi un modelo único.
Es lo que hacía Ahorro Corporación en el pasado para todas las cajas. Hay un segmento dentro del sector financiero que no va a contar con gestoras y, por eso, van a tener que externalizar este servicio. Es lo que hizo Cajamar, es lo que ha hecho Mare Nostrum. En el caso de las grandes entidades, la historia es diferente, pero aún así, veremos qué sucede: la banca española nunca ha sido fuerte en la gestión de activos, como tampoco lo ha sido ni la francesa, ni la italiana, ni la portuguesa y a duras penas la alemana. ¿Cuántos bancos sureuropeos han sido realmente buenos en gestión de activos? El modelo de TREA, como gestora independiente y muy institucional, se desarrolla para proveer unos servicios que el sector financiero va a necesitar más y más.
Pero el proceso de concentración del sector, en realidad, puede reducir el potencial negocio de TREA.
Depende. Hay dos respuestas: una, que las fusiones tengan lugar entre entidades medianas que contraten la gestión de activos fuera; dos, que los grandes bancos se hagan cargo de los pequeños y desarrollen la gestión de activos. Yo no creo muy probable que ocurra lo segundo, veo más fusiones entre entidades medianas.
¿Y ese proceso no corre el riesgo de derivar en un oligopolio si una firma, TREA, diseña los productos que venden muchas entidades financieras?
Son diferentes productos para cada entidad. No es que se diseñe un fondo y éste se venda a todos, sino que se diseña cada producto para cada cliente y conjuntamente con él. Existe un comité conjunto de trabajo.
¿Y TREA tiene que rendir cuentas sobre el rendimiento de los fondos?
La mayoría de estos contratos tiene cláusulas de penalización. Por ejemplo, si en un año o dos consecutivos cierto porcentaje de productos está, por ejemplo, en el cuarto cuartil de su categoría, sufre penalizaciones. De la misma manera que si el banco lo hiciera fatal en la comercialización también tendría penalización.
¿Con este modelo se puede paliar la crítica a la poca calidad de la oferta de fondos de la banca?
La gestión independiente debería ser, por definición, más interesante y mejor. Además, si nos proponen un producto malo, no lo vamos a gestionar, no nos pueden obligar a crear y gestionar un fondo con el que no estamos de acuerdo. Por eso hay comités conjuntos de trabajo.
¿A qué dirían 'no'?
Los bancos son especialistas en lo que yo llamo ingeniería financiera, los estructurados, los garantizados... Todo eso es ingeniería financiera, no son fondos de inversión. Nosotros no somos un banco, no gestionamos y creamos ese tipo de productos. Ahora bien, si nuestro cliente nos dice que tiene una demanda que hace que tenga sentido crear ese tipo de instrumentos, se analizará. No vamos a decir que nunca vamos a gestionar esos productos. Dependerá de su conveniencia.
¿Cuál es su filosofía de inversión?
Siempre hemos apostado por una gestión activa.
Ahora parece que está más de moda la pasiva...
De ahí viene el éxito de los ETF's en los últimos diez años y sobre todo en los últimos cinco. La gestión pasiva baratísima sigue siendo el grueso de las inversiones del cliente final. Pero todos necesitan meter algo de inversión activa a sus carteras, bien sea a través de 'hedge funds', retorno absoluto... ¿El mundo de la gestión activa se va a reducir? No lo sé. Sí es verdad que está difícil: cuanto más difíciles están los mercados, más difícil lo tiene la gestión activa.
¿Y son más de valor que de crecimiento?
Somos más 'value' que 'growth', pero hasta cierto punto, porque en nuestras apuestas también incorporamos el análisis técnico y la visión sobre el contexto macro.
¿Qué opina de los gestores estrella?, ¿TREA los busca?
Hay gestores estrella muy buenos, pero nuestro modelo es más de proceso de inversión y trabajo en equipo.
Hablando de productos en concreto: ¿qué abanico ofrecen a un inversor moderado, por ejemplo?
Para un inversor moderado estamos sugiriendo renta fija, un mixto y en la gama de Cajamar tenemos un fondo de retorno absoluto que es muy buen diversificador en momentos volátiles. Además, podría tomar algo más de riesgo, con un 30 o un 40 por ciento de la cartera invertido en renta variable con vistas al largo plazo.
¿Qué proponen en renta fija?
Estamos en duraciones de entre tres años y tres años y medio. Apostamos más por crédito, que pesa un 70 por ciento de las inversiones, que por soberanos. En crédito, nos inclinamos por el grado de inversión, incluido el emergente, en el que preferimos América Latina en moneda fuerte. También jugamos mucho con la frontera entre grado de inversión y 'high yield', es decir, con el 'BBB'. Entre un 10 y un 15 por ciento lo invertimos directamente en alto rendimiento. Globalmente, el crédito americano sigue teniendo más valor que el europeo y lo mismo ocurre con los soberanos. De Japón hay que olvidarse.
¿Qué les gusta en renta variable?
Gestionamos tres productos: renta variable española, europea e internacional. Nos gusta más el internacional, porque con él se puede diversificar geografía y divisa. Ahora nos inclinamos por los mercados emergentes. También por Japón a estos niveles y si consiguen seguir controlando la divisa y logran depreciarla un poco más. Las buenas noticias en América Latina tienen recorrido, sea Argentina, Colombia, Brasil o Perú.
¿Estados Unidos o Europa?
En una cartera internacional, la bolsa americana pesa más que la europea, pero ahora está más cara. No nos creemos la bolsa americana en máximos históricos. Bien es verdad que siempre es la gran beneficiada de la volatilidad europea y si vuelve a haberla, ocurrirá lo mismo.