Peligroso protagonismo
Como ya comentamos la semana pasada, estamos ante un mes plagado de fechas relevantes que pueden ser clave para el devenir de los mercados financieros
Como ya comentamos la semana pasada, estamos ante un mes plagado de fechas relevantes que pueden ser clave para el devenir de los mercados financieros, la acumulación de días marcados en rojo en el mes de junio es impactante y no se recuerda en los últimos tiempos un periodo con tantísimos filtros de sumo interés.
Los últimos años hemos visto como las referencias macroeconómicas reales sólo han servido como filtro a la hora de evaluar el impacto de las políticas monetarias y también a modo especulativo para vaticinar posibles nuevas medidas o la eliminación de las mismas por parte de los diferentes entes económicos a nivel global.
Lejos queda el modelo en el que los datos y su impacto real se veían reflejados por el mercado y los atisbos de abrir una puerta a la posibilidad de volver aquella economía está cada vez más lejos. Conformes parecemos todos en analizar los datos como termómetro, para conocer la salubridad de las economías, pero no para actuar en consecuencia con los mismos, sino para apostar a posibles movimientos que los bancos centrales podrán ejecutar según dichas referencias y si éstas tienen un impacto para tomar alguna decisión o bien, simplemente, ser nombrada en una de las innumerables reuniones que mantenemos a lo largo del tiempo.
La situación insana de dependencia de los bancos centrales es preocupante, hasta el punto de no saber qué durabilidad estable tendrá en el tiempo, porque el impulso de los bancos centrales a nuestras economías ha sido necesario después de una gran crisis, pero si no se siembran los mimbres para que la economía pueda carburar de manera independiente, corremos el riesgo de sobrecalentar una burbuja que podría detonar en un periodo de crisis casi continuado, pues no hemos conseguido salir en su totalidad de la misma y el crecimiento estable aún queda muy lejos.
Este mes es clave no sólo por los filtros que tenemos, sino para ver dentro de la más que probable inmovilidad de los bancos centrales, saber cómo miden sus políticas económicas y cuándo se podría acercar una posible normalización total de las economías.
Lo que debemos saber es que nos enfrentamos a un claro cambio de modelo económico y que sabernos mover en dicho escenario, es clave, ya que cada vez más se estrechan los periodos económicos.