Primer día de actividad de Vall Banc se salda con retirada de un millón euros

El primer día de operativa de Vall Banc, la nueva entidad nacida catorce meses después de que estallara la crisis de Banca Privada d'Andorra (BPA), se cerró ayer con una retirada de fondos por valor próximo al millón de euros.

Se trata de una salida de dinero que el presidente provisional de la entidad, César Goyache, considera "muy poco significativa" y "no preocupante". "Ha sido un importe ligeramente superior al que ha venido siendo de media habitual en los últimos meses", ha indicado Goyache.

"En ese aspecto, el banco estaba preparado para cualquier tipo de necesidad que tuviesen los clientes y sin embargo ha sido una retirada de fondos absolutamente normal", ha añadido.

Durante la primera jornada de actividad del nuevo banco, en la que se atendió a algo más de 300 clientes en las cuatro oficinas distribuidas por el país, también se abrieron nuevas e ingresos por valor de aproximadamente 100.000 euros.

Los clientes pueden hacer desde ayer la operativa transaccional bancaria básica (transferencias y reintegros), mientras que a lo largo de las próximas semanas se irá recuperando de manera progresiva la operativa de valores (compra y venta de títulos de renta fija, acciones y fondos).

Durante el primer mes podrán retirar un máximo del 15% del total de los depósitos o un máximo de 25.000 euros.

Durante el segundo, tercero y cuarto mes se podrá sacar el 10% del total de los depósitos, mientras que en el quinto volverá a ser el 15% y en el sexto el 20%. En seis meses se podrá haber retirado un total del 80% del capital y a partir del séptimo mes ya no habrá limitaciones.

Vall Banc dispone desde ayer de cuatro oficinas en Andorra. La sede principal está situada en la avenida Carlemany, en el centro de Escaldes-Engordany, y se suma a las sucursales de las parroquias de Andorra la Vella y la Massana y otra en la localidad fronteriza con Francia del Pas de la Casa.

El banco, además, en su nueva etapa incorpora 140 trabajadores de BPA mientras que una veintena se mantendrán en BPA ya que todavía hay 1.000 millones de euros de cuentas que no ha sido traspasadas a Vall Banc tras ser consideradas sospechosas de posible blanqueo de capitales.

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