El BCE lanzará un mensaje tranquilizador tras reducir las compras
El BCE no hará cambios en su política monetaria pero señalará el compromiso con el programa de compras
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se despide hasta septiembre sin cambios en su política monetaria en la reunión de hoy. Lo que sí deberá hacer el organismo es lanzar un mensaje tranquilizador a los mercados acerca de la utilización total del programa tras las reducción de las última semana.
El organismo ya recargó su programa de compras pandémico, conocido por sus siglas en inglés como PEPP en el encuentro de junio, con 600.000 millones de euros, en la parte alta de la horquilla. Además, lo extendió hasta finales de junio de 2021.
Este volumen tan contundente es suficiente para que el BCE se tome un respiro.
De esta manera, el BCE se despedirá hasta septiembre haciendo una pequeña valoración sobre cómo está impactando el programa en la economía europea. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, adelantó en una entrevista en Finantial Times que los resultados iban siendo positivos.
Asimismo, los efectos de la política monetaria del BCE tiene sus efectos en el euríbor, que cotiza en el -0,25% en julio en tasa mensual.
En ese sentido, durante la rueda de prensa, el BCE hará un seguimiento de cómo se desarrollan las condiciones macroeconómicas en los próximos meses y responderá a cualquier endurecimiento significativo de las condiciones financieras con su PEPP de gran tamaño.
El analista de PIMCO Konstantin Veit destaca que el BCE “está en piloto automático” y que lo que espera la gestora es que el banco central “se abstenga de hacer cualquier cambio en la configuración de política monetaria”.
Reducción del volumen de compras sin importancia
Esta semana saltó la alarma de que el BCE había reducido el volumen de compras. A ello se une que en las últimas dos semanas algunos miembros del Consejo mencionaron la posibilidad de que el banco central no tenga que gastar todo lo que ha previsto desde el comienzo de la crisis.
Dado que las últimas cifras del banco central muestran que, en efecto, redujo su volumen de compras en las últimas semanas, Christine Lagarde debería lanzar un mensaje contundente sobre la aplicación completa del programa, matizan desde Axa Invesment Mangment. “Creemos que debería ser relativamente sencillo para Christine Lagarde explicar que la reducción de las compras es una mera adaptación a mejores condiciones de mercado, pero que no hay una nueva preferencia de restricción por parte del banco central”, señalan desde la gestora.
Eso sí, Veit avisa de que “el entorno sigue caracterizándose por una gran incertidumbre sobre las perspectivas económicas y falta de claridad sobre si los políticos responderán a la crisis con suficiente contundencia”.
Y es que las compras netas de activos por parte del organismo se situaron en la última semana 17.506 millones de euros, cifra un 13% inferior a la adquirida en los siete días anteriores y el importe semanal más bajo desde el lanzamiento del programa a finales del pasado mes de marzo, que estaba dotado con 750.000 millones de euros.
Extensión del programa en otoño
A pesar de esta reducción del volumen de compras, los expertos de Allianz confían en la ampliación del programa de compras en el otoño para satisfacer las considerables necesidades financieras de los gobiernos en 2021, que debería alcanzar los 1,1 billones de euros dentro de la zona euro en 2021. El PEPP, ya extendido en la reunión anterior el 4 de junio, debería extenderse hasta 2022.
Los mercados de bonos deberían permanecer en calma. Los tipos a corto plazo están bien anclados en puntos muy bajos, y la curva de rendimiento permanecerá bajo la influencia del BCE durante mucho tiempo explica Franck Dixmier, director de Inversiones Global de Renta Fija de Allianz Global Investors
De hecho, esta idea no es nueva ya que el mercado ya lleva una semana hablando de que el BCE ampliará el programa de compras en diciembre para sustentar la recuperación económica.
Se mantiene la incertidumbre
El entorno sigue caracterizándose por la incertidumbre en torno al desarrollo de la pandemia, en la zona del euro y en todo el mundo, lo que genera dudas sobre las perspectivas de crecimiento y la economía global en general. Además, los índices de inflación y las perspectivas de inflación siguen siendo extremadamente bajos.
La tasa de inflación anual en la zona euro (IPC) se ubica en 0,3%, el IPC subyacente en 0,8% y las expectativas de inflación permanecen en niveles históricamente bajos con un indicador de intercambio a 5 años en 1,10% en junio.