Las materias primas han podido tocar fondo pero, ¿seguirán subiendo?

Los expertos no se fían del rebote actual, pero afirman que, para quienes creen que puede durar, el mejor instrumento para invertir es el fondo cotizado o ETF

Las materias primas han remontado con fuerza en las últimas semanas y muchas de ellas se encuentran ya en positivo en el año. Al margen del oro, ejemplo aparte por su tradicional carácter de refugio, es el caso del crudo, pero también del platino, el aluminio o el cobre. Esta misma semana, el mineral de hierro ha registrado una subida del 20% en una sola sesión, ante rumores de más estímulos presupuestarios por parte de China. Ello, lógicamente, tiene consecuencias en el mundo de las inversiones. De esta manera, entre las categorías de fondos de inversión más rentables del año, nos encontramos en primer lugar a los productos que apuestan por compañías mineras de oro, a continuación con los que invierten en las propias materias primas y, después de los especializados en varios emergentes, nos topamos con los que tienen en cartera empresas que explotan recursos naturales, porque estas compañías, a su vez, lideran, por ejemplo, el ránking de rentabilidad del Ftse 100, un índice muy cargado de mineras. Mientras tanto, las petroleras Exxon y Chevron han logrado colarse entre las compañías que más suben este año en el Dow Jones, bien es verdad que con ganancias discretas. A las productoras de crudo europeas les está costando más aprovechar el reciente rebote del barril. 

La gran incógnita está en si la recuperación en los precios de las materias primas va a mantenerse o si puede venirse abajo. Y muchos expertos se inclinan por esta segunda opinión. Aunque no adelantemos acontecimientos. Antes, hay que entender qué es lo que ha sucedido en los últimos años con las «commodities» y lo resume Albert Enguix, gestor de GVC Gaesco Gestión: «El inicio del año 2000 coincidió con el inicio del súper ciclo de las materias primas, ciclo que tuvo su inicio y final en China. Y es que el gigante asiático fue el gran demandante mundial de materias primas en esos años, coincidiendo con un rápido crecimiento del país. Pero esto cambió en 2011, ya que China varió su política económica, pasando de depender su crecimiento de una economía más industrial a terciaria. Obviamente, este cambio supuso una menor petición de materias primas». 

Ello tuvo como consecuencia un exceso de oferta, a la que las empresas mineras respondieron con una reestructuración muy profunda con el objetivo de reducirla. «Y es esta reestructuración, juntamente con determinados anuncios procedentes de China, lo que ha provocado este tímido cambio de tendencia», añade Enguix. 

¿Cambio de tendencia?

Quizás sea demasiado optimista hablar de un cambio de tendencia. Daniel Pingarrón, de IG, comenta que si a principios de febrero las materias primas habían caído en exceso porque estaban descontando una nueva recesión, ahora la remontada obedece a la reducción de esa expectativa. En estas circunstancias, apuesta porque en un breve espacio de tiempo, en semanas o en meses, se estabilizarán los precios. 

Pero no todos los expertos son tan positivos. Pablo García Estévez, profesor de Cunef, plantea una hipótesis menos benévola: «Estados Unidos acaba de reducir su previsión de demanda mundial de petróleo. China tiene problemas que han reducido su demanda de materias primas. Europa, acuciada por los problemas de la emigración, por el 'Brexit' y por la débil recuperación, no tiene previsto aumentar la demanda de materias primas. Si todo este escenario no se corrige, todas las materias primas caerán en sus respectivos mercados, excepto la que siempre ha servido como refugio: el oro». 

En coincidencia, más o menos, con el experto de Cunef, Francisco Sánchez-Matamoros, de XTB, comenta que lo que se está viviendo en el mercado de materias primas es únicamente un rebote en un mercado que sigue siendo bajista. Duda, además, de que hayamos visto el suelo en el precio de las materias primas, aunque apunta que este repunte puede tener algo más de recorrido. En el caso del crudo, afirma, hasta los 45 o los 46 dólares, pero para darse la vuelta después hasta los 30 dólares. Para Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, el Brent podría llegar a niveles de 42,90 dólares, pero para luego consolidarse en el rango 35-40 dólares. 

Las opiniones de todos estos expertos coinciden con las del informe que publicaba Goldman Sachs a principios de semana, que echaba por tierra cualquier esperanza en un rebote sostenible en las materias primas a corto plazo. En su opinión, cualquier subida de precios tendrá como consecuencia un incremento de la oferta en el mercado que se volverá en contra de la subida de precios. El banco de inversión americano reiteró su previsión de que el precio del crudo continuará volátil dentro de la horquilla entre los 20 y los 40 dólares. Respecto a los metales industriales, como el cobre, que también han subido en las últimas semanas, tampoco cree que los rebotes puedan ser sostenidos, dada la situación financiera de China y el limitado apoyo fiscal que augura. En su opinión, sólo una mejora de las ventas y de los precios inmobiliarios que fomenten una mayor actividad del sector de la construcción en China fomentará el incremento de la demanda de metales en el país compatible con una subida de precios. Así, la firma dice que éste podría ser un buen momento para apostar contra el aluminio y el cobre. Goldman Sachs ni siquiera confía en que se consolide la subida del hierro, pese a la necesidad existente de reconstruir inventarios de acero inoxidable. Si su precio se sitúa en los 60 dólares por tonelada, establecen su precio objetivo para finales de año en los 35 dólares. 

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Tampoco cree que el oro siga al alza: estima que puede bajar hasta los 1.100 dólares la onza. Esto, al contrario que Sánchez-Matamoros, que considera que el único rebote consistente es el del oro. Para Hansen, podría llegar a los 1.250 dólares a finales de este año. Los expertos de Citi asignan una probabilidad del 60% a que el oro se mantenga en niveles parecidos a los actuales; un 30% a que suba hasta los 1.400 dólares y un 10% a que caiga por debajo de los 1.000 dólares. El optimismo existente sobre el metal amarillo podría trasladarse a la plata, aunque hay cierta controversia al respecto: hay expertos que dicen que sí, pero otros, como Pingarrón, creen que está más correlacionada con los metales industriales, lo que la frena. 

¿Cómo invertir?

Si al inversor le han convencido más los analistas positivos que los negativos, ¿cómo ha de plantearse su apuesta por las materias primas? Según García Estévez, aunque los derivados pueden ofrecer mucha rentabilidad, lo hacen a cambio de la asunción de un gran nivel de riesgo. Por eso, se inclinaría por los ETF's o fondos cotizados. Javier Monjardín, de Tressis, comenta que si lo que se quiere es replicar la evolución de las materias primas, los ETF's que invierten en las mismas son el mejor reflejo. 

Aunque no hay que despreciar la inversión en compañías. Las mineras han tenido un comportamiento extraordinario en este 2016. Para Monjardín, tras los esfuerzos realizados por este tipo de compañías en los últimos años para reducir la sobrecapacidad, una estabilización de los precios beneficia a las empresas que hayan hecho los deberes. Sánchez-Matamoros, con un horizonte de medio o largo plazo, apuesta por Randgold y por la canadiense Barrick. Un fondo de inversión, como apunta Monjardín, si está bien seleccionado verá también reflejado el buen hacer de las empresas. 

En el caso de que el rebote del hierro se consolide, hay que tener en cuenta que la evolución de su precio es crítico para compañías como BHP Billiton, Rio Tinto y la brasileña Vale. Por ejemplo, el beneficio de BHP Billiton puede crecer en casi 150 millones de dólares por cada dólar que suba el hierro. Pero la propia minera advirtió de que los precios muy probablemente permanecerán bajos por la sobreoferta. Y ello en un entorno en el que ya las compañías han corrido tanto que se han quedado sin potencial si comparamos su cotización actual con los precios objetivos que les da el consenso de analistas. De entre las principales, sólo Rio Tinto, Vale y Gerdau conservarían algo de recorrido. En todo caso, según Monjardín, con la volatilidad actual y las dudas respecto al crecimiento mundial, por el momento no es partidario de tener exposición de manera directa. En su opinión, sólo sería aconsejable apostar por fondos de inversión generalistas con ligera exposición a empresas relacionadas. Y más o menos de esa opinión es García Estévez: a corto o medio plazo, no aconseja exposición a este sector; pero opina que a largo plazo puede ser el momento de comprar. 

¿Qué hacer con las petroleras? Según Ole Hansen, «aunque desde el punto de vista técnico el sector energético de Estados Unidos es recomendación de compra (creemos que el sector está sobrevendido), sin embargo, los fundamentales siguen apuntando a la baja».

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