¿Cómo debe enfrentar la industria financiera la competencia de las "fintech"?

Ya son 12.000 las empresas «fintech» en todo el mundo, un ejército de compañías de nuevo cuño que, armadas de innovadora tecnología, luchan por comerle un trozo del pastel al sector financiero tradicional, ¿es la calidad del servicio la solución?

Compañía «fintech»: dícese de una empresa que se apalanca en las nuevas tecnologías para crear modelos de negocio disruptivos en el sector financiero. Estamos hablando de start ups que ofrecen alternativas a los préstamos de pago tradicionales, brokers online que no cobran comisiones o robots automáticos que permiten gestionar las inversiones a un coste mucho menor que la industria tradicional de gestión de activos. Todas estas empresas (y ya hay 12.000) junto con las grandes tecnológicas (Google, Facebook, Amazon, Paypal, etc.) amenazan a la industria de inversión y a la banca, de manera que se calcula que ésta podría sufrir una reducción de los ingresos del 40 por ciento y del 60 por ciento de los beneficios en los próximos diez años, según datos de la consultora McKinsey.

¿Y qué puede hacer la industria para evitar que los nuevos modelos de negocio le pasen por encima? «Saber dónde tengo mis costes, qué precios tengo y saber la predisposición de mis clientes a pagar. Si su predisposición a pagar está por encima del precio, tienes la fidelidad asegurada», aseveró Luis Huete, profesor del IESE business school, en una conferencia que ofreció sobre este tema en el marco de la jornada de banca privada organizada por esta revista.

Porque, según Huete, «la alternativa a la reforma son las revoluciones». «Básicamente es: o nos reformamos o nos cortan la cabeza. Viene una generación nueva, tienes un cierto rechazo social hacia algunas marcas, tienes un regulador ávido de salir con nuevas cosas y tienes la tecnología. Todo eso nos cambia las reglas del juego, nos guste o no nos guste», añadió este experto. 

Más allá de eso, Luis Huete ofreció algunos datos durante su charla, con el objetivo de que los asistentes extrajesen sus propias conclusiones. Así, recordó que la rentabilidad media ofrecida por los fondos de inversión en España durante los últimos quince años ha sido del 1,9 por ciento, similar al entorno del 2 por ciento que las gestoras suelen cobrar de comisión (es decir, que la gestora se lleva prácticamente la misma rentabilidad que el cliente). En cambio, los bonos del Estado han rentado un 5,4 por ciento durante este tiempo y el índice Ibex 35 se ha revalorizado un 4,5 por ciento.

Asimismo, el profesor de la escuela de negocios IESE también apuntó que las gestoras de los bancos han obtenido un peor desempeño que las gestoras independientes durante estos últimos 15 años. En concreto, las primeras arrojaron una rentabilidad del 1,2 por ciento, mientras que las segundas rentaron el 2,79 por ciento. «En ese escenario, ¿qué es lo lógico que haga el cliente?», lanzó Huete a la audiencia congregada en la biblioteca del diario ABC. 

«¿Sería sensato afirmar que los servicios de asesoramiento en España son caros, que son ineficientes desde el punto de vista de las rentabilidades?, ¿sería sensato afirmar que los servicios en España son poco transparentes?, ¿un cliente sabe cuánto se queda la gestora?, ¿un cliente sabe lo que es la clase E, de España, que tiene comisiones mayores que en el resto del mundo?», preguntó Huete a los asistentes.

Cuestiones importantes para una industria de fondos y planes que mueve unos 10.000 millones de euros al año en comisiones en España (cálculo realizado por Huete teniendo en cuenta unas comisiones de en torno al dos por ciento), de los cuales 6.600 millones se quedan en las redes comerciales, y 3.300 millones van a parar a los tres grandes actores del sector: Santander, BBVA y La Caixa.

En portada

Noticias de