El Ibex-35 arranca el mes de enero al alza, pero las dudas persisten

La actitud de la Fed y la negociación comercial entre China y EE.UU. han ayudado a la Bolsa, pero la incógnita sobre el ciclo económico continúa presente

El Ibex-35 marcó sus últimos mínimos el 27 de diciembre en el entorno de los 8.350 puntos y ha superado los 8.800 puntos en la segunda semana de enero, lo que supone una recuperación de alrededor de un 5%. En este periodo, el Eurostoxx 50 ha remontado alrededor de un 4%. La recuperación del S&P 500 desde los niveles más bajos que marcaba en la peor Nochebuena de la historia de la Bolsa americana ronda el 10%. El mes de enero ha arrancado, por tanto, con bastante buen tono, lo que invita a pensar que quizás si bien diciembre no cumplió con la pauta estadística que dice que tiende a ser positivo (el Ibex-35 bajó casi un 6%), este enero sí puede ayudar a ratificar el tópico de que el primer mes del año suele ser favorable para los mercados. Y, a partir de ahí, quizás se puede empezar a pensar que, también estadísticamente, un buen enero con frecuencia anticipa un ejercicio rentable en la renta variable. Aunque Nicolás López, de MG Valores, recuerda que enero de 2018 fue estupendo para los índices (el Ibex-35 subió un 4%), pero luego el saldo del conjunto del ejercicio fue de unas pérdidas del 15%. 

Pero, antes de nada, ¿qué hay detrás de la positiva evolución de las Bolsas en las últimas sesiones? Natalia Aguirre, de Renta 4, enumera los factores que han hecho posible el último rebote: unas valoraciones que se habían quedado en niveles muy atractivos después de las caídas del año anterior; las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, que parecen haber arrancado bien; la mayor sensibilidad mostrada por los bancos centrales, muy especialmente por la Reserva Federal norteamericana, con el ciclo económico, lo que implica que pueden retrasar o moderar el proceso de normalización de la política monetaria (el consenso de analistas no sólo no espera ninguna subida en 2019, sino que empieza a considerar una bajada, como señalan los expertos de Bankinter); y el menor riesgo político, dado que la cuestión italiana parece resuelta. Como sintetiza Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole, «algunos temores se van disipando, como el italiano, y otros se están suavizando». 

Gracias a que se han despejado todas estas cuestiones, parece que los inversores, como señala Luis Lorenzo, de Dif Broker, han retrasado de diciembre a enero la recomposición de las carteras. «No hemos tenido 'rally' de fin de año, pero sí de Reyes», añade Aguirre. 

Aunque Jesús de Blas incide en que las dudas que persisten son las que tienen que ver con lel ciclo económico. De hecho, en los últimos días se han publicado datos débiles en los principales países de la zona euro. «Parece claro que hay un deterioro de expectativas. Y lo que más me preocupa es el empeoramiento de los indicadores de sentimiento, porque puede indicar una paralización de las decisiones de inversión que tenga su reflejo en la economía real», afirma De Blas. 

De esta manera, Nicolás López señala que lo que está sucediendo es que las economías se están dirigiendo a crecimientos más modestos y más sostenibles, más acordes con la nueva realidad demográfica, también de incremento más discreto, pero en ningún caso a una recesión. Los analistas de Bankinter coinciden: «El tono empieza a parecer distinto, ya los bajistas no controlan el mercado como antes y los retrocesos acumulados desde octubre descuentan una situación significativamente peor que aquella a la que realmente nos dirigimos, que no es mala». 

López no descarta que con las subidas de los últimos días las Bolsas estén recogiendo este escenario de crecimientos más bajos, alejado del de una posible recesión, pero afirma que el proceso de formación de suelo en los mercados no suele ser tan rápido, sino que con frecuencia es más trabajoso, por lo que anticipa volatilidad para el conjunto del primer trimestre. 

Indicadores y noticias a vigilar

En este sentido, Félix López, de Atl Capital, comenta que no se fía mucho del último rally porque no se ha observado en paralelo una mejora sustancial de los diferenciales de crédito, tal y como puede observarse en el gráfico sobre estas líneas: como describe López, desde febrero del año pasado se han venido ampliando los spreads, es decir, el mercado ha ido viendo más riesgo en la renta fija corporativa en relación con la soberana, al tiempo que las Bolsas sufrían descensos, pero el mercado de deuda no se ha visto contagiado en los últimos días de la mejora que se ha observado en la renta variable. «Un rebote consistente de las acciones debería venir acompañado de un estrechamiento de los diferenciales de crédito. Este es un indicador que conviene vigilar para medir el sentimiento del mercado», concluye Félix López. 

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Natalia Aguirre señala que lo que ocurra de ahora en adelante en las Bolsas depende de las noticias que vayan publicándose sobre las negociaciones comerciales: si los peligros se van despejando, afirma Aguirre, se lograrán estabilizar también las previsiones de crecimiento, puesto que la guerra comercial es una de las principales amenazas para el PIB global. 

Además, hay que vigilar los datos macro y comprobar si éstos se han visto afectados por cuestiones puntuales o si los problemas son más estructurales, así como el modo en que los bancos centrales vayan reaccionando a ello (a finales de mes tanto la Fed como el BCE celebrarán reuniones ordinarias de política monetaria). 

En tercer lugar, los resultados empresariales, que comienzan a presentarse esta próxima semana en Estados Unidos y la siguiente en España, pueden ayudar a dilucidar si los recortes de las Bolsas del año pasado fueron excesivos o si sólo se han ajustado a la nueva realidad. «Serán especialmente relevantes las guías que proporcionen de los próximos trimestres, porque los inversores dudan sobre la evolución del ciclo», afirma Aguirre.
Jesús de Blas, respecto a las cuentas de las empresas, pone de relieve que los precedentes no son muy positivos, con la fuerte caída de Apple tras revisar a la baja sus expectativas de beneficio, 'profit warning' al que se unieron otros, sobre todo del sector de la distribución, así como otras noticias empresariales preocupantes, como los despidos anunciados en el sector automovilístico. 

El experto de Bankoa Crédit Agricole, en conjunto, valora: «No va a ser una negativa temporada de resultados; lo malo puede ser que las empresas, anticipando el futuro, empiecen a curarse en salud. Pero también es verdad que las valoraciones parten de niveles poco exigentes, por lo que no será difícil que las cuentas justifiquen los precios actuales». De hecho, de acuerdo con el índice de revisión de perspectivas de beneficio de Citigroup, los analistas han revisado a la baja sus expectativas a la baja como nunca desde el año 2009. 

El último asunto que Aguirre considera clave es el Brexit, que se vota el día 15 en el Parlamento británico, con una posible segunda oportunidad antes del día 21. De acuerdo con Natalia Aguirre, si no se da el visto bueno al acuerdo firmado entre el Gobierno de Theresa May y Bruselas, puede haber volatilidad o se pueden frenar los ascensos. Luis Lorenzo coincide y señala que el fracaso de la votación, que abriría la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, podría ser una excusa para tomar beneficios:«Si la votación sale bien, hay más a ganar que a perder si el resultado es negativo», afirma Lorenzo, que argumenta que en los precios está bastante descontado que no habrá acuerdo.

Los analistas de Bankinter apuntan que a los mercados también les podría ayudar que China anunciara estímulos, como bajadas de reserva de los bancos, reducciones de impuestos y otras medidas que deberían anunciarse en cualquier momento. 

Una previsión optimista

Lorenzo es bastante optimista con los mercados no sólo para el mes de enero, sino para el conjunto del primer trimestre: «Creo que las Bolsas van a subir en enero, aunque sólo sea por el efecto rebote después de las fuertes caídas del último tramo de 2018. Incluso espero un buen primer trimestre del año. Eso sí, la volatilidad persistirá». El experto de Dif Broker cree que el Ibex-35 podría recuperar en estas primeras semanas del año todo lo perdido en diciembre. Prevé la siguiente secuencia en los mercados: que en breve se tomen un descanso, para retomar los avances en el último tramo del mes. Considera razonable que el Ibex-35 termine enero en el entorno de los 9.200 puntos, lo que correspondería con un S&P 500 en los 2.600 puntos. No descarta un escenario más optimista que lleve al selectivo español a los 9.500 y al S&P 500 a los 2.700 puntos.

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