Datos, datos para la semana
"Es una crisis política; no, es una crisis de nuestra clase política; no, es una crisis de una parte de nuestros políticos...."
"Es una crisis política; no, es una crisis de nuestra clase política; no, es una crisis de una parte de nuestros políticos...."; así podríamos seguir sin parar, buscando cómo definir mejor lo que ocurre en España desde las elecciones del 20 de diciembre. Me decía un amigo el fin de semana que desde el exterior se debe observar con estupor lo que nos ocurre. Le respondía yo que, lamentablemente, nuestros interlocutores fuera de España entienden mucho más lo que nos ocurre que nosotros mismos. De hecho, en España hemos estado mal acostumbrados por un bipartidismo histórico que ha podido gobernar en solitario entre mayorías absolutas y en minoría cuando fuera de España lo normal es gobernar en coaliciones. Aquí está la clave: la búsqueda de socios de gobierno. Es cuestión de tiempo que nuestra clase política se acostumbre. Espero que de poco tiempo.
¿Qué si este impasse político tiene impacto en la economía y mercados? Les mentiría si lo negara. Pero, también mentiría si afirmara que este impacto está siendo elevado. Nos protege un elevado dinamismo económico, en buena parte cíclico, y unas condiciones financieras favorables, propiciadas por el BCE. Pero, es también cierto, el futuro es algo más incierto por la dificultad de formar gobierno lo que afecta a las perspectivas de inversión a plazo. Y me refiero a las productivas, algo verdaderamente inquietante con una tasa de paro por encima del 20 % y con un nivel de deuda total casi tres veces el producto. Con todo, bienvenida sea esta "tensión de fondo" si finalmente se traduce en un gobierno relativamente estable que lleve a cabo las tareas pendientes. ¿Qué cuáles son estas tareas? Ajustes y reformas. La pertenencia al Euro obliga a las primeras; los aún elevados desequilibrios de la economía española imponen las segundas.
Sí, el tiempo va en nuestra contra en el caso de un impacto económico si la "irregular" situación política en España se prolonga. Y ya les voy preparando que será precisamente esa política la que marcará nuestros tiempos, para todos, también a nivel mundial. Desde el Referéndum británico hasta las elecciones para la presidencia norteamericana; desde las elecciones locales este año en muchos países europeos a las generales en países como Alemania y Francia en 2017. La política, en un entorno de cambio social y progresiva desaceleración económica, pasará a ser la principal referencia a vigilar en el futuro próximo. Es complicado en este escenario que podamos esperar reformas que afiancen las perspectivas de crecimiento a medio y largo plazo. Salvo, naturalmente, que los mercados lo impongan. En frente, los bancos centrales. Veremos.
Y la primera prueba de fuego de la importancia de los bancos centrales la tendremos esta misma semana con el BCE. Pero les anticipo que en las dos próximas semanas tendremos encuentros similares desde el BOE, BOJ y la Fed. ¿Novedades? Realmente es la autoridad monetaria europea la que tiene más posibilidades (más margen de maniobra, dirían algunos) de actuación. No les voy a repetir lo que esperamos, entre otras cosas porque no es tan diferente a lo que espera el mercado. ¿Riesgo de decepción? Claro que sí. Pero, confiemos en que se ha aprendido la lección de diciembre. Incluso en el caso de que se tomen medidas agresivas, pero similares a lo esperado, tampoco espero una reacción adversa de los inversores. En este sentido, la reacción final del mercado va a depender en mi opinión de los datos macro que vayamos conociendo. Y no espero que sean negativos.
Como tampoco espero que sea negativa la reacción a las conclusiones del nuevo Plan Quinquenal en China. Un crecimiento del 6.5/7 % a medio plazo, apoyado en medidas expansivas y reformas. Del mismo modo, la relativa estabilidad de los precios del crudo y otras commodities también puede añadir algo de calma al mercado. Como ven, lo que conocemos y nos inquieta probablemente debería pasar a segundo plano a corto plazo. De esta forma, debería inquietarnos mucho más lo que no conocemos. Los riesgos, en mayor o menor medida son cuantificables. Las incertidumbres, no. Pero, también es cierto que en los últimos años la decidida actuación de los bancos centrales ha permitido la revalorización estable de los mercados financieros pese a las enormes incertidumbres. ¿Podrían volver a repetirlo? Es complicado, pero no imposible.
Las principales referencias macro para la semana son:
USA
El miércoles esperamos la publicación de los inventarios de empresas. El jueves se publican las peticiones semanales de desempleo. El viernes conoceremos los precios de importación/exportación y el presupuesto
Zona Euro
El lunes tendremos los pedidos intermedios en Alemania, precios de producción en Italia. A nivel conjunto el Sentix. El martes conoceremos la producción industrial alemana, balanza comercial y presupuesto fracnés. En España la producción industrial. Y a nivel conjunto se publica el desglose del PIB del Q4. El miércoles tendremos el índice de actividad francés. El jueves conoceremos la balanza comercial y costes laborales en Alemania. En Francia la producción industrial. El viernes tendremos la inflación y dato de insolvencias en Alemania. En España conoceremos los precios de consumo. En Italia la producción industrial
Japón
Hoy hemos conocido el índice de actividad. El martes tendremos la segunda revisión de los datos de PIB. Y también la balanza comercial