Mes de reuniones

La tan ansiada fecha ya ha llegado, las altas expectativas que se tienen sobre el último mes del primer trimestre,[…]

La tan ansiada fecha ya ha llegado, las altas expectativas que se tienen sobre el último mes del primer trimestre, son tremendamente elevadas y el mercado como buen indicador adelantado que es, ya lo está anticipando.

La semana se presume clave, y es que el día 10 la comparecencia por parte del BCE centrará la atención del mercado. Mario Draghi ya se ha encargado de comentar de manera repetitiva que la actuación y herramientas que posee el principal ente económico europeo son amplias y contundentes, pero la mayoría de las veces sólo se queda en eso, en un mero diálogo.

A súper Mario parece habérsele terminado el crédito, diálogo y no actuación, parecen no bastar para el mercado y cualquier movimiento que no sea, una toma de medidas, decepcionará al mercado.

Las expectativas son tan altas debido al grado de desconfianza que tiene el mercado respecto a los bancos centrales y la eficacia de las actuaciones que los mismos han llevado 
acabo. Independientemente de esta circunstancia el mercado sólo espera recibir un poco más de su dosis de inyección monetaria.

El escenario actual ya refleja dentro de la renta variable una clara apuesta alcista en el mercado en la dirección de la actuación, cualquier dato decepcionante o que no guste al mercado provocará un claro retroceso en el mismo.

Las vías que tiene el BCE son principalmente cuatro: extensión temporal de las medidas, ampliación cuantitativa de las mismas, reducción de tipo de interés de depósito, - las expectativas lo sitúan en una reducción de -25 pb-, e incremento de los LTRO. Como podemos comprobar nada nuevo que se salga del guion establecido. Sabiendo esto e interpretando que el mercado adelantando las previsiones ya ha podido anticipar y recoger las noticias positivas, tal vez esto nos lleve a pensar que la fiesta alcista, desde zona de mínimos, haya ya llegado a su fin.

Pero el mercado parece señalar una extraña sensación de optimismo, lo que podría llevarnos a creer que el BCE tenga un as en la manga que tal vez Draghi enseñe o sólo diga que lo tiene. 

En portada

Noticias de