Indra pone su casa en orden y se aleja de la ampliación de capital

Los resultados reflejan que ha comenzado a dar sus frutos el proceso de reestructuración en el que está inmersa la empresa. Varios analistas le suben la recomendación de compra, al tiempo que el valor se dispara.

Indra ha sido el valor estrella de la semana pasada. Pese a haber presentado unas pérdidas de 6 40 millones de euros en 2015, con una caída de las ventas del tres por ciento en el conjunto del año y del ocho en el último trimestre, el mercado acogió la publicación de los resultados con un alza del 15 por ciento y varias subidas de la recomendación por parte de bancos de inversión como UBS, Société Générale o Kepler Cheuvreux. ¿Qué contenían las cuentas para que se desatara semejante fiebre en relación con la multinacional tecnológica?

Ricardo Cañete, director de inversión de renta variable ibérica de Bestinver, explica que «lo más relevante» ocurrido en la compañía es que logró generar flujos de caja positivos en el cuarto trimestre (desde 23 millones negativos en el trimestre anterior a 137 millones positivos), así como la reducción del endeudamiento de más de cien millones que pilló por sorpresa al mercado (desde 837 a 700 millones). Ambos factores indican que el plan de eficiencia puesto en marcha por el nuevo equipo gestor de Indra ha comenzado a dar sus frutos, tal y como destaca Kepler Cheuvreux en un informe: «Es pronto para decirlo, pero parece que la reestructuración está comenzando a dar sus frutos antes de lo esperado. Los datos de flujo de caja libre y márgenes son esperanzadores».

Asimismo, parece que se ha alejado el fantasma de la ampliación de capital que los inversores estaban temiendo.

«Hasta ahora, el mercado estaba polarizado en si era necesaria una ampliación de capital o no. Lo visto en estos resultados es una reducción de deuda en el último trimestre equivalente al 10 por ciento de la capitalización de la compañía. También, se ha reducido el capital circulante desde 81 días de ventas a 30 en tan solo un trimestre. Esta reducción inclina a pensar que no es necesaria la ampliación y, por lo tanto, vuelve a hacer invertible la compañía para una buena parte del mercado», dice Cañete, quien confiesa que «Indra es una de las mayores posiciones que mantiene Bestinver Bolsa, con más de un 6 por ciento de su cartera invertida en la compañía».
Lo mismo opina Nicolás López, de MG Valores. «El problema que había con Indra es que había riesgo de que tuviese que ampliar capital para reducir deuda. Eso le estaba penalizando bastante pero, con estos resultados, esa posibilidad tiene menos probabilidades», dice este experto, que también atribuye lo acusado del rebote al hecho de que había muchas posiciones cortas sobre el valor, a las que esta noticia les pilló «a contrapié».

Unos malos resultados descontados

Por su parte, Víctor Peiró, de Beka Finance, explica que los inversores ya habían descontado los malos resultados de 2015, que incluyen los costes de reestructuración de personal, los extraordinarios y las provisiones por el impacto de la corrección del negocio en Brasil, entre otros factores. «Los resultados de 2015 recogen todos estos asuntos negativos pero son un punto y aparte. Lo que ha hecho Indra es limpiar la casa para que mejoren los resultados de 2016. Y lo que mira la bolsa son los resultados futuros», asevera Víctor Peiró. 

¿Y qué resultados futuros se esperan en Indra? Esther Martín, de Intermoney, explica que «los resultados de 2016 van a ser discretos». «La propia compañía comentó que las ventas van a caer ligeramente en 2016, aunque subirán los márgenes y habrá generación positiva de flujo de caja», recuerda. «Las ventas van a tirar poco a corto plazo en 2016», teniendo en cuenta la exposición a Brasil y que muchos de los clientes son del sector público o del energético, que tienen la inversión bastante «parada», añade Peiró. 

En todo caso, eso no significa que el valor no pueda escalar posiciones. De hecho, Peiró tiene consejo de «acumular» sobre la compañía, que «sigue teniendo potencial a medio plazo», incluso a pesar de la subida del 15 por ciento que se anotó para dar la bienvenida a los resultados de la compañía.

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Y es que, según destaca Martín, «Indra ya está limpia y, a partir de ahora, todo lo que venga va a ser positivo. Sobre todo, no se va a producir una ampliación». 

«Hay mucho trabajo por hacer pero también mucha rentabilidad a obtener por parte de nuestros inversores», coincide Ricardo Cañete, quien cree que, «a partir de ahora, el foco del mercado estará en la evolución de los ingresos, los márgenes y en la capacidad para reestructurar la compañía por parte del nuevo equipo directivo». «Las guías que han dado han sido vagas y conservadoras. Ahora, lo que tienen que demostrar es que pueden poner los márgenes en línea con los de sus competidores y volver a generar un nivel de rentabilidad aceptable», dice el experto de Bestinver.

«Yo veo bien el valor. Tiene su riesgo porque está en proceso de reestructuración después de unos años complicados y algún pinchazo en Brasil. Pero el sector de software es de crecimiento y, si se gestiona bien, tiene potencial para el largo plazo», opina Nicolás López.

También en Renta 4 recomiendan mantener el valor en cartera, con un precio objetivo de 12,7 euros por acción, tras reconocer «la gran evolución de la generación de caja» que ha vivido la compañía en el último trimestre y que era «una auténtica asignatura pendiente para Indra». 

No obstante, también hay analistas que aconsejan mantenerse fuera del valor ante los riesgos que acarrea el proceso de reestructuración en el que está inmerso, así como su exposición a Brasil.

En Sabadell, por ejemplo, tienen el valor en «vender», con el precio objetivo en revisión tras reducir sus estimaciones a la baja, tal y como explica la firma en un informe.
También Bankinter recomienda vender con un precio objetivo de 9,56 euros, tras destacar «unos malos resultados».

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