El crédito se dispara en las empresas y se reduce en las familias
Empresas y familias presentan un comportamiento muy diferente en relación al crédito
Durante el estado de alarma las familias y empresas financieras tuvieron un comportamiento muy dispar con respecto a los créditos.
Así, en mayo las familias optaron por reducirlo: de esta manera el crédito concedido por las entidades financieras a familias se redujo un 0,7% de acuerdo a los datos facilitados por el Banco de España, en tasa interanual.
- El crédito a las familias se situó en los 697.315 millones de euros, frente a los 704.809 millones de euros del mismo mes del ejercicio anterior.
- Esta cifra supone marcar mínimos desde 2016.
- Sin embargo, el crédito a las familias aumentó levemente en tasa intermensual al marcar 697.012 millones de euros.
El crédito concedido por las entidades financieras a las empresas españolas aumentó un 6% en mayo, en pleno estado de alarma, respecto al mismo mes de 2019, con lo que los préstamos a las sociedades no financieras se situaron en su nivel más alto desde mayo de 2015.
- El crédito de las empresas se situó en 942.468 millones de euros. En el mismo mes de 2019 ascendió a 899.099 millones de euros.
- En relación a abril, ascendió a 923.467 millones de euros, lo que supone un 2% menos que en mayo.
La vivienda concentra el crédito: para las familias la financiación para adquisición de vivienda es el principal factor para solicitar un crédito.
- De los 697.315 millones de euros en créditos, la mayor parte -513.786 millones- corresponden a préstamos para la compra de vivienda, un 1,8% menos que un año antes.
- La segunda partida por importancia es la de créditos al consumo, que se situó en 183.529 lo que supone un incremento del 1,2% respecto al año anterior.
Las empresas se endeudan por los ICO: Por lo que respecta a las empresas, tras encadenar en diciembre, enero y febrero tres meses de descensos, los créditos comenzaron a repuntar en marzo, cuando se decretó el estado de alarma y se paralizó la actividad económica.
- La explicación hay que encontrarla en los préstamos del ICO, que el Gobierno concedió para paliar la crisis provocada por la pandemia y que deberán ser devueltos por parte de las empresas.