«En un mundo de bajo crecimiento, apostamos por un buen retorno sobre capital invertido»
Con una estrategia flexible, este experto se decanta por valores «growth», capaces de generar crecimiento incluso en un difícil contexto económico como el actual.
Para generar «alpha» en un contexto de bajo crecimiento global, Neil Robson, gestor del Global Extended Alpha de Columbia Threadneedle prefiere negocios sólidos con capacidad de aumentar y mantener cuota de mercado.
¿Cómo se diferencia la estrategia del Threadneedle Global Extended Alpha de un enfoque long/short tradicional?
Un fondo de bolsa «market neutral» puede tomar posiciones tanto largas como cortas y el alpha que genera equivale a los retornos. En el Threadneedle Global Extended Alpha hacemos exactamente lo mismo, pero usamos la liquidez que generan las posiciones cortas (30 por ciento) para incrementar las largas (al 130 por ciento). Así, la exposición neta a la bolsa el del 100 por cien, al igual que en un fondo de renta variable tradicional.
¿Cómo se traduce esa estrategia a la práctica?
La gran ventaja de Columbia Threadneedle es que fomenta la búsqueda y puesta en común de ideas de inversión a través de los diversos equipos: bolsa europea, emergentes, etc. Tanto Ashish Kochar, el co gestor del fondo, como yo, aunque realizamos todos los movimientos de compraventa, solo generamos entre un 10 y un 15 por ciento de las ideas que se incorporan al fondo. También tenemos un departamento de control de riesgo independiente.
¿Qué elementos tiene que tener un valor para que entre en cartera?
Tenemos un sesgo hacia valores «growth», es decir, nos gusta compañías con un buen retorno en capital invertido y que puedan traducirlo a crecimiento. Un buen ejemplo sería Visa. Cada año los consumidores gastan más dinero en tarjetas que en efectivo. Esa tendencia está creciendo globalmente al 10 por ciento anual. Y el mercado opera esencialmente como un duopolio entre Visa y Mastercard. De cada transacción ellos se llevan una comisión por lo que sus beneficios también crecen a más del 10 por ciento. En un mundo de bajo crecimiento económico, es el tipo de negocio que quieres tener en cartera. ¿Hay retos? Tal vez alguna tecnológica podría intentar romper el mercado. Lo hemos visto con Paypal, pero su comisión es seis veces menor. El Apple Pay de Apple también parecía ser una gran amenaza, pero usan la plataforma de Visa para operar.
Sorprende que sus principales posiciones sean valores de gran capitalización y de negocios consolidados. ¿Cómo dificulta eso a la hora de generar alpha?
Sí tenemos posiciones pequeñas, pero si pensamos, por ejemplo, en Alphabet (Google), ¿qué estamos comprando? En cierto modo, los valores que tenemos en cartera son cuasi monopolios. ¿Usa cualquier otro motor de búsqueda? Yo por lo menos no. Sus beneficios derivados de ello crecen cada año y consiguieron mantener los niveles de retribución por publicidad en las plataformas móviles. Además, es importante la innovación que están desarrollando en otros ámbitos como la producción de vehículos sin conductor o las Google Glass. Tal vez no llegue a derivar en nada, pero lo dudo. Es comprar un valor que cotiza en múltiplo PER de 20 veces con un crecimiento del 20 por ciento anual. Es irresistible. Porque sigue teniendo potencial a futuro que no está en precio. El mercado criticó la compra de YouTube por 1.650 millones de dólares, un producto que no tenía beneficios. Pero si convierten solo un 7 por ciento de los suscriptores de Youtube a su plataforma de pago, superarían la base de suscriptores de Netflix, lo que les convertiría en la compañía de medios más poderosa del mundo.
¿Le preocupa que este tipo de valores tecnológicos tengan dificultades para monetizar sus negocios?
Cuando Facebook salió a bolsa, era discutible que tuviera un negocio consolidado, pero a los dos trimestres demostraron lo contrario. En un principio sacaban unos cinco dólares al año por usuario estadounidense; Google sacaba unos 22 dólares. Ahora se mueven en los 20 y 35 dólares respectivamente. Y aún estamos por tocar un pico de resistencia. Es más, los anunciantes se están moviendo a la red a un ritmo cada vez más rápido. Es la aplicación más utilizada a nivel mundial. Si no se puede monetizar eso, no se puede monetizar nada. Las personas están construyendo su vida a través de esta plataforma y si tienen que ver ocasionalmente un anuncio para seguir haciéndolo, no pasa nada. Instagram tampoco era rentable hasta que lo compraron y no estamos viendo una pérdida de usuarios como resultado de ello.
¿Entra en juego la macroeconomía a la hora de entrar en un valor?
Intentamos entender la macroeconomía, pero compramos compañías, no países. Si eres el CEO de una empresa, tienes que saber en qué entorno te mueves. Si vendes a Brasil y hay una recesión, debes preverlo, pero mi inversión no va a variar si Estados Unidos crece al 2,4 o al 2,7. Sí hay datos, no obstante, que afectan a los mercados. Desde los años 60 el porcentaje de PIB invertido en capex de China ha ido aumentado a un ritmo más o menos estable, pero creemos que ahora ha tocado sus máximos en el 44 por ciento. Hay mucha inversión que ya se ha hecho en la industria, tanto en la construcción residencial como de negocios. Si hubiera que imaginar dónde estarán los niveles de capex de China en 10 años, la tendencia histórica nos lleva a pensar que disminuirá. Hay muchos negocios que lo han hecho muy bien en los últimos años que ahora lo van a tener más difícil.
¿Qué implica para el inversor?
La clave es que hay un exceso de capacidad en China. Hace 20 años, nadie compraba coches coreanos y ahora no nos importa comprar un Hyundai. Pasó lo mismo con los automóviles japoneses. Tal vez en 10 años veamos cómo un cinco por ciento del mercado europeo se vaya a vehículos chinos. Y eso, potencialmente, exportaría deflación al resto del mundo. Lo que los mercados temen es una recesión industrial, incluso en Estados Unidos. Los beneficios de las compañías industriales se están resintiendo. Lo que se preguntan los inversores es si será suficiente para empujar al mundo de nuevo a una recesión global.
¿Y usted qué opina?
Tal y como está la economía mundial en estos momentos, no lo creo. Porque el crecimiento del PIB en Estados Unidos y Europa es razonable. E incluso con un crudo estable en 30 dólares, la necesidad de provisiones de la banca para hacer frente a un colapso del sector energético no supone un riesgo sistémico.
Los resultados del Global Extended Alpha de Columbia Threadneedle: generar retornos sin asumir retos innecesarios